¿Qué es la canícula?

A mediados del mes de julio la canícula se convierte en protagonista. Normalmente se asocia con días sofocantes y olas de calor pero, ¿sabes a qué se refiere exactamente? Te explicamos todos los detalles a continuación.

Sol
A finales de julio el sol ya ha recalentado la superficie terrestre y el mar, y estadísticamente empiezan una treintena de días calurosos.

Su nombre suscita a los canes (de canis, perro), y de esta raíz al parecer ha salido la expresión “hace un día de perros”. Sin embargo, en este concepto las mascotas tienen poco que ver. También ellas padecen los rigores de la canícula.

El término hace referencia a la estrella de Sirio, de la constelación Canis Maior, que durante unos días se convierte en la más brillante del firmamento. Y claro, su máximo esplendor coincide con el periodo estival.

La aparición de Sirio hacía temblar a nuestros antepasados. Conocida como “la abrasadora”, hace unos cuantos miles de años se creía que irradiaba calor y que, en conjunción con el sol, promulgaba las jornadas más sofocantes del año. Hoy los días más calurosos no coinciden con el orto helíaco de Sirio, que se observa a principios de septiembre, pero la canícula ha calado tanto en la tradición que se sigue utilizando.

La canícula es el periodo estadísticamente más caluroso del año y en España se encuadra entre el 15 de julio y el 15 de agosto. Su arranque no coincide con el inicio del verano astronómico, más bien se sitúa en medio de éste, y esto se debe principalmente a tres factores.

El primero es que en estas fechas el sol luce en el hemisferio norte más perpendicular que nunca, y sus rayos inciden de forma directa. Tras unas semanas con este panorama, el suelo se recalienta y destila calor –segundo-. También el mar, que a finales de julio cuenta con temperaturas altas y su acción termorreguladora empieza a languidecer –el tercero-. Unas semanas antes, al disponer de registros más bajos en su superficie, refresca el ambiente mediante las brisas marinas. En este momento ya no tanto.

De “virgen a virgen”

En la segunda decena de julio el mercurio suele subir con garbo. Parafraseando al meteorólogo Angel Rivera, en su libro Meses y Tiempos, para la Virgen del Carmen (16 de julio) el calor suele ser muy fuerte abriéndose así el periodo conocido de “virgen a virgen”, hasta la Virgen de agosto (día 15 de tal mes). El refranero da buena cuenta de ello: De Virgen a Virgen, el calor aprieta de firme.  

Olas de calor

Canícula no es lo mismo que ola de calor. Mientras la primera es un periodo estadísticamente caluroso que se encuadra todos los años en las mismas fechas, las olas de calor tienen una repartición caprichosa y aleatoria. Bien es cierto, que en muchas ocasiones coinciden en el tiempo. Por ejemplo, entre el 23 y el 25 de julio de 1995 una ola de calor dejó registros de 46ºC en los observatorios de Sevilla y Córdoba. Estos valores son extraordinarios pero distan poco de los 43 o 44ºC que estas fechas, de forma más o menos habitual, suelen dejar en la depresión del Guadalquivir.