Unos físicos de la EHU advierten: "el Mediterráneo será el mar más afectado por el cambio climático"

Investigadores del País Vasco dan la voz de alarma: durante las próximas décadas, el aumento de su temperatura, la pérdida de biodiversidad y la mayor frecuencia de fenómenos extremos, convertirán esta región marina en la más vulnerable al calentamiento global.

Panorámica de La Manga, en la Región de Murcia, España, que separa el Mediterráneo del Mar Menor.

El mar Mediterráneo, cuna de civilizaciones, fuente de riqueza y hogar para los más de 150 millones de personas que viven su litoral, se enfrenta a una amenaza creciente.

Según investigaciones recientes, el Mare Nostrum se perfila como la región marina más vulnerable a los efectos del cambio climático. ¿El motivo? La geografía, la dinámica oceánica y la presión humana están confluyendo para hacer de esta cuenca un “punto caliente” global.

Es lo que advierte un estudio que un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco (EHU) acaba de publicar la revista Science Direct, y que se ha realizado en base al proyecto científico CMIP6.

Se trata de un método que utiliza simulaciones informáticas de alta complejidad que representan la atmósfera, los océanos y otros componentes del sistema climático, para generar proyecciones futuras que se utilizan en la toma de decisiones.

Ecosistemas sometidos a una gran tensión

Que las aguas mediterráneas ya están calentándose a un ritmo superior al promedio mundial, es un hecho objetivo. Esta es la causa fundamental por la que se están agravando los episodios de olas de calor marinas y sus efectos.

Pero la situación aún puede empeorar. El trabajo ha estudiado cómo será la situación del Mediterráneo bajo el escenario climático más intenso, que se conoce como SSP585 e implica un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en consecuencia, un calentamiento global severo.

Las conclusiones son alarmantes: el Mediterráneo será la zona donde los cambios en patrones de oleaje y otros factores meteorológico-marinos mostrarán las tendencias más negativas hacia el año 2100.

Las proyecciones del CMIP6 indican que, cuando se alcance ese horizonte temporal, las olas serán menos frecuentes, pero más intensas. Es decir, tendrán mayor capacidad destructiva, lo que aumentará la erosión costera, amenazará las infraestructuras y pondrá en riesgo hábitats naturales como praderas de posidonia y arrecifes coralinos.

Una combinación mortífera

Un coctel letal de aguas más calientes, oleaje severo, salinidades extremas y menor renovación de masas de agua, creará un entorno crítico para muchas especies nativas.

Paralelamente, las especies invasoras, mejor adaptadas a condiciones extremas, desplazarán a la flora y fauna autóctonas, alterando redes tróficas que sustentan la pesca, una fuente de sustento para las comunidades costeras.

Mapa satélite del Mediterráneo, un mar compartido por más de veinte países.

A esto se suma un factor clave: la intensa actividad humana. El Mediterráneo se cuenta entre los mares más transitados del mundo. La contaminación, la sobrepesca y los vertidos elevan el estrés ambiental, reduciendo la capacidad de recuperación de los ecosistemas.

Esta dinámica también agravará la pérdida de playas, lo que incidirá especialmente en el turismo, una columna económica en la mayoría de los países mediterráneos.

E, igualmente, afectará a la salud y la seguridad públicas por las inundaciones y daños en infraestructuras críticas que se relacionan con los cambios en el clima.

Impactos que ya son perceptibles

Las poblaciones ribereñas del Mediterráneo ya están sintiendo el impacto en forma de tormentas más fuertes, fenómenos extremos y la subida del nivel del mar, que amenazan ciudades costeras históricas.

Los expertos coinciden en que no basta con alertar, y que hay que actuar con determinación.

Entre las medidas más urgentes se encuentran las de reducir emisiones de gases de efecto invernadero, establecer áreas marinas protegidas, regular el tráfico marítimo, mejorar la gestión costera y adaptar infraestructuras ante escenarios extremos.

Los científicos también hacen una severa advertencia: sólo el compromiso y la cooperación entre los más de veinte países ribereños del Mediterráneo podrá generar soluciones efectivas.

Y es que, en pocas décadas, a menos que las políticas cambien ya, este cuerpo de agua de vital importancia social, económica y ecológica –alberga más del 6% de la biodiversidad marina del planeta– puede convertirse en un símbolo del daño global al planeta.

Referencia de la noticia

Gabriel Ibarra-Berastegui, Jon Sáenz, Alain Ulazia, Santos J. González-Rojí, Ganix Esnaola (2025). Proyecciones CMIP6 del cambio climático de las olas en el mar Mediterráneo para finales del siglo XXI. Ingeniería oceánica, volumen 335. https://doi.org/10.1016/j.oceaneng.2025.121704.