Asteroides peligrosos, ¿estamos listos para evitar una catástrofe?

Existen varios ejemplos de asteroides de un tamaño de cierta importancia que han impactado en nuestro planeta. ¿Estamos preparados para defendernos de uno similar al que acabó con los dinosaurios?

En los últimos tiempo se están llevando a cabo varias misiones con el objetivo de desviar asteroides que puedan chocar contra la Tierra.

Hace 66 millones de años, un gigantesco meteorito, de unos 10 kilómetros de
diámetro denominado Chicxulub impactó contra la Tierra.
Concretamente
en la Península de Yucatán (México), y fue de tal magnitud que acabó con los dinosaurios, así como con las tres cuartas partes de los animales y plantas existentes, si bien no pudo con las bacterias.

Asimismo, dio lugar a un devastador tsunami que llegó a producir olas de treinta metros de altura. Los dinosaurios aparecieron en el periodo Triásico y permanecieron hasta el final del Cretácico.

Varios sobresaltos recientes

Hay varios ejemplos recientes de meteoritos peligrosos que han impactado o pasado muy cerca de la Tierra. Uno es el de Tungusca, uno de los más que más daño causó, liberando hasta 300 veces más energía que la bomba de Hiroshima el 30 de junio de 1908 en Rusia, cerca del río Podkamennaya, es decir, hace relativamente poco, aunque no hay consenso en lo que respecta a este evento.

Hobba es más reciente todavía que el anterior, puesto que data de 1920. Pesó 60
toneladas, superaba los cuatro metros de largo y cayó sobre Namibia (África).
A la vista de lo expuesto, está claro que existe un riesgo nada despreciable de que un asteroide choque contra nuestro planeta.

De hecho, en los primeros días de 2022, un meteorito de tamaño modesto si los comparamos con los anteriores, entraba a la atmósfera a unos 48.000 Km/h y caía en Sierra Morena, en los alrededores de una pequeña población de Ciudad Real y poco después, el 18 de enero, pasaba "cerca" de la Tierra un asteroide gigante.

Misión DART

En 1999 la NASA detectaba un peligroso asteroide de nombre Bennu que, según
sus cálculos, podría impactar en nuestro planeta en el año 2135, y cuyo peso es de 70 toneladas. Pero ya se han tomado medidas para impedir que provoque un serio problema a nuestros descendientes.

Bennu lleva una velocidad de 100000 Km/h, y podemos verlo cada seis años. La NASA preparó un plan para desviarlo en caso de que se acercase peligrosamente a nosotros, pero por si este plan fracasaba, puso en marcha otro el pasado año con el nombre de Misión DART.

El 24 de noviembre de 2021 despegaba con ese nombre desde la base de
Vandenverg (California) la nave DART a bordo del Cohete Falcon 9 de SpaceX, cuya primera misión es colisionar contra el asteroide Dimorphos en septiembre de 2022 para intentar cambiar su órbita y y evitar así que alcance la Tierra, y si funciona, repetirlo con otros asteroides que puedan suponer una amenaza.

Se espera que la nave choque contra el pequeño asteroide Dimorphos en septiembre, desviando su trayectoria.

Porque un impacto directo de Bennu sería similar al que destruyó a los dinosaurios hace 65 millones de años. Tendremos que estar muy pendientes en los próximos meses.