Los embalses españoles hoy, 31 de diciembre: así están las reservas hídricas en el último día del año
Las lluvias y nevada de las últimas semanas han cambiado el mapa del estado de la reserva hídrica en España, pero... ¿es suficiente para cerrar el año con tranquilidad en los embalses?

España llega al final de 2025 con una situación hídrica más favorable que en ejercicios recientes, impulsada por las lluvias registradas durante el otoño y las últimas semanas del año. Según los datos más recientes recopilados por Embalses.net, los embalses españoles almacenan 31.546 hectómetros cúbicos de agua, lo que equivale al 56,29% de su capacidad total, fijada en 56.043 hectómetros cúbicos.
El incremento de las reservas se ha dejado notar especialmente en el tramo final del año. En la última semana, el volumen de agua embalsada ha aumentado en 452 hectómetros cúbicos, lo que supone una subida cercana a un punto porcentual. Este repunte confirma el efecto positivo de las precipitaciones recientes, aunque no elimina por completo los desequilibrios estructurales entre territorios.
Un balance nacional mejor que en 2024
La comparación interanual deja un dato relevante. El nivel actual de los embalses es casi cinco puntos porcentuales superior al de finales de 2024. Esto sitúa el cierre de 2025 como uno de los más favorables de los últimos años, tras un periodo prolongado marcado por la sequía y las restricciones en numerosos puntos del país.
La reserva hídrica española se encuentra al 56,3% de su capacidad
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) December 30, 2025
Los embalses almacenan actualmente 31.546 hm³
» Aumentando en la última semana en un 0,8% de la capacidad total actual
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Aun así, los datos invitan a la prudencia. Superar el 56% de capacidad no implica una situación de normalidad plena, especialmente si se tiene en cuenta la elevada demanda prevista para los próximos meses en sectores como el agrícola o el urbano.
Fuertes contrastes entre cuencas hidrográficas
El reparto del agua sigue siendo muy desigual entre cuencas. Algunas presentan niveles claramente holgados, mientras que otras continúan en situación de vulnerabilidad. Entre las cuencas con mejores cifras destacan Tinto, Odiel y Piedras, con más del 77% de agua embalsada, así como Cantábrico Oriental y Cataluña Interna, que superan el 70%.

En el centro peninsular, cuencas como el Tajo y el Duero mantienen valores sólidos, apoyados por las lluvias otoñales. También el Ebro se sitúa en una posición relativamente cómoda, consolidando una evolución positiva a lo largo del año.
En el extremo opuesto se encuentra, una vez más, la cuenca del Segura, que apenas alcanza el 23,6% de su capacidad. La Mediterránea Andaluza se sitúa en torno al 43,78%, mientras que el Guadalquivir muestra niveles intermedios, todavía lejos de los valores considerados óptimos.
Diferencias entre comunidades autónomas
El análisis por comunidades autónomas refleja el mismo patrón. La Comunidad de Madrid se sitúa entre las regiones con mejores datos, con un 71,04% de agua embalsada, por encima de la media nacional. También destacan Galicia, País Vasco y Extremadura, todas ellas con niveles superiores al 60%.
Por el contrario, la Región de Murcia continúa siendo una de las más afectadas, con alrededor del 27,70% de sus reservas. La Comunidad Valenciana se mantiene por debajo de la media nacional, con un 40,34 %, aunque ligeramente mejor que en ejercicios anteriores gracias a las lluvias recientes.
Ejemplos que reflejan la desigualdad territorial
Algunos embalses concretos ilustran bien esta disparidad. El embalse de La Viñuela, en Málaga, almacena unos 73 hectómetros cúbicos, cerca del 42% de su capacidad, un nivel claramente mejor que el registrado en años recientes. En cambio, el embalse de Beniarrés, en Alicante, apenas supera el 25%, reflejando las dificultades persistentes del sureste peninsular, aunque esto puede cambiar con Francis.

Estos contrastes muestran que la recuperación no es homogénea y que la disponibilidad de agua depende en gran medida de la localización y del régimen de precipitaciones.
El cierre de 2025 deja un mensaje moderadamente optimista. España termina el año con más agua embalsada que en 2024 y por encima de la media histórica reciente, lo que aporta un cierto colchón de cara al inicio de 2026. Sin embargo, la situación sigue siendo frágil en varias cuencas clave.
Referencia de la noticia
Embalses.net. (2025). Estado de los embalses en España.
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