Las abejas viven la mitad que hace 50 años, ¿por qué?

Según investigadores estadounidenses, la vida de las abejas melíferas se ha reducido a la mitad desde la década de 1970. La genética podría ser la principal culpable, no los factores ambientales. ¿Qué explica su fuerte descenso en los últimos años?

Panal de abejas
La esperanza de vida de una abeja obrera se estima en 18 días de media, frente a los 34 días de 1969.

Un estudio realizado en laboratorios estadounidenses, en la Universidad de Maryland, muestra que la esperanza de vida de las abejas se ha reducido a la mitad desde la década de 1970. La abeja obrera de laboratorio vive ahora una media de 17,7 días, frente a los 34,2 días de 1969.

Estos resultados de laboratorio pueden trasladarse a las abejas que viven en colonias. ¿Cómo explicarlos entonces? ¿Son los factores ambientales los únicos responsables? No necesariamente…

Mortalidad, enfermedades y pesticidas

Se trata, en efecto, de abejas de granja, y no de abejas silvestres, cuyo declive ya se conoce. Estas abejas de cultivo, además de vivir menos, tienen tasas de mortalidad que a veces se duplicaron entre la década de 1970 y la de 2000. La amenaza es grave, porque estas abejas melíferas, criadas por apicultores en colmenas artificiales, son los principales insectos polinizadores de muchos cultivos alimentarios.

A esta mortalidad masiva ligada a la disminución de la esperanza de vida se suma a la reducción de la producción de miel y, en ocasiones, la pérdida de colonias enteras. La primera explicación propuesta por los investigadores sería la proliferación de una enfermedad en las abejas melíferas: el virus del ala deforme, transmitido por un parásito cada vez más presente llamado varroa, parecido a una araña y que succiona sustancias grasas, debilitando así a las abejas.

Otra posible explicación: el debilitamiento de las abejas melíferas por nuevas generaciones de pesticidas que no existían en la década de 1970. La contaminación de las abejas se daría por la transmisión del propio polen contaminado a las larvas de las reinas. Una situación preocupante, porque las abejas expuestas a neonicotinoides muy tóxicos pueden volverse más vulnerables a las enfermedades. Un bucle infernal en toda regla...

¿Han cambiado los genes de las abejas?

Sorprendentemente, otra explicación está ganando terreno: vendría de la genética específica de las abejas. Los genes de las abejas podrían haber cambiado, ya que su esperanza de vida está directamente relacionada con estos genes. Expuestos a los factores estresantes de la actualidad, como las enfermedades y los pesticidas, estos genes podrían haber sufrido algún tipo de evolución. Las abejas habrían optado así deliberadamente por "vivir rápido y morir jóvenes", siguiendo el modelo de otras especies como el bacalao (que madura más rápidamente pero sigue siendo más pequeño, ante la sobrepesca).


Los investigadores parecen descartar, sin embargo, que las condiciones presentes en el interior del laboratorio puedan explicar esta caída en la esperanza de vida. Si las condiciones del estudio han cambiado en 50 años, el progreso en relación con los estándares de reproducción debería, por el contrario, haberse estabilizado o incluso haber aumentado la esperanza de vida de las abejas.

La pista del componente genético es, por lo tanto, muy sólida, lo que anima a los científicos a evocar ya la posibilidad de aislar ciertos factores genéticos para poder criar abejas que vivan más tiempo. Previamente tendremos que comparar estas tendencias con otros países además de Estados Unidos, equilibrando los factores genéticos, la presencia de enfermedades o virus y el uso de pesticidas en la agricultura local.