La catedral del siglo XIII que es una obra maestra gótica y Patrimonio Mundial desde hace 40 años

Aunque el calor apriete y el verano castigue, pocos lugares en España recompensan tanto al viajero como esta obra maestra, una de las catedrales góticas mejor conservadas de Europa.

Catedral de Burgos
Con sus más de 3000 metros cuadrados de superficie, además de por su belleza, esta catedral destaca por su innovador uso del contrafuerte volante, una técnica clave para sostener sus altas bóvedas góticas.

Con el calor asfixiante de estos días se hace complicado pensar en un destino donde no haya playa, pero si uno viaja por el interior de nuestro país, puede encontrarse auténticos tesoros como esta joya arquitectónica única en el mundo: la Catedral de Santa María, en Burgos.

La catedral que cambió la arquitectura en España

Situada en pleno casco histórico de la capital de Castilla y León, la Catedral de Santa María de Burgos comenzó a levantarse en el año 1221, por orden del rey Fernando III y el obispo don Mauricio.

Fue la primera catedral gótica de España, y su influencia marcó profundamente el diseño de otras iglesias y catedrales del reino castellano-leonés.

Inspirada en las grandes catedrales del norte de Francia, su estilo evolucionó con el paso de los siglos, incorporando elementos del Renacimiento y el Barroco sin perder su esencia gótica. El resultado es un edificio imponente, de una belleza compleja, donde cada fachada, capilla y torre revela siglos de historia y devoción.

Capilla de la Presentación de la Catedral de Burgos
El interior de la catedrál de Burgos tiene detalles espectaculares, como este de la Capilla de la Presentación.

Una de las particularidades de este monumental edificio es su emplazamiento. Se construyó sobre la ladera de un cerro, lo que provocó un considerable desnivel entre sus flancos norte y sur. Esta diferencia de altura es especialmente visible en la Puerta de la Coronería, donde la arquitectura se adapta con ingenio al terreno irregular.

Llamas, ruina y resurgir de la catedral

Lo cierto es que a lo largo de sus más de 800 años de historia, la catedral ha resistido no solo el paso del tiempo, sino también la furia del fuego. En 1591 y 1812 sufrió dos grandes incendios que destruyeron buena parte del archivo diocesano y afectaron gravemente al contiguo Palacio Arzobispal.

Y, si bien es cierto que la estructura del templo sobrevivió, el antiguo palacio fue finalmente demolido en el siglo XX y sustituido por un nuevo edificio: la actual Casa de la Iglesia. Este nuevo complejo alberga dependencias diocesanas, archivos y espacios administrativos, y se construyó respetando el entorno patrimonial, integrándose visualmente con el perfil monumental de la catedral.

Ecos de leyenda entre piedra y silencio: del Cid al Papamoscas

Pocos rincones de la catedral conmueven tanto como el espacio donde descansan, uno junto al otro, Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario Cid Campeador, y su esposa, doña Jimena. Sus restos fueron trasladados al corazón del templo en 1921, coincidiendo con el séptimo centenario del inicio de la construcción de la catedral.

Y como si el pasado no bastara para emocionar, una figura curiosa añade un toque insólito y casi mágico al recorrido, el Papamoscas. Este peculiar autómata del siglo XVII se encuentra suspendido en lo alto de la nave mayor. A cada hora en punto, abre la boca y eleva su brazo para hacer sonar una campana.

Patrimonio de la Humanidad desde hace 40 años

En 1984, la UNESCO reconoció el valor universal de la Catedral de Burgos y la incluyó en su lista de Patrimonio Mundial. No es difícil entender por qué: más allá de su deslumbrante arquitectura, este templo ha sido testigo de coronaciones, funerales, peregrinaciones y leyendas. Además, forma parte del Camino de Santiago, lo que le añade una dimensión espiritual y cultural que trasciende fronteras.

El reconocimiento también se debió a la riqueza de su patrimonio escultórico, especialmente en las portadas y capillas. Su conservación ejemplar, a lo largo de ocho siglos, la convierte en una de las catedrales góticas mejor preservadas de Europa. Además, su archivo y tesoro albergan documentos y objetos religiosos de gran valor histórico, que reflejan la evolución cultural y artística de la región desde la Edad Media hasta la actualidad.