Este simple truco evitará que tu olla haga un desastre en la cocina: la ciencia detrás de la cuchara de madera
Una olla hirviendo puede convertirse en un caos en segundos. Pero un utensilio tan simple como una cuchara de madera podría ser la clave para evitarlo. Te contamos cómo y por qué funciona.

Si alguna vez has dejado pasta hirviendo sin supervisión, probablemente conoces el desastre que puede resultar: burbujas desbordándose, agua por toda la cocina y el sonido alarmante del hervor descontrolado. En redes sociales circula un truco muy popular para evitar esto: colocar una cuchara de madera sobre la olla.
¿Funciona? Sorprendentemente, sí, aunque no indefinidamente. Detrás de esta solución aparentemente mágica, hay una explicación científica bastante interesante.
¿Por qué las ollas hierven y se desbordan?
Cuando el agua pura hierve, no suele desbordarse. El problema empieza cuando cocinamos alimentos como pasta, arroz, leche o avena. Estos ingredientes contienen almidones y proteínas que, al calentarse, interactúan con el agua formando una mezcla espesa y espumosa.
Los principales responsables del desborde son los carbohidratos (como los almidones de plantas) y las proteínas (como la caseína en la leche). Estas sustancias no se disuelven completamente en el agua, sino que forman lo que se conoce como dispersión coloidal: una mezcla en la que las partículas son lo suficientemente grandes como para alterar la textura del líquido.
Cuando estas mezclas hierven, las burbujas que se forman quedan recubiertas por una capa pegajosa de almidón o proteína. A medida que el hervor se intensifica, las burbujas no estallan fácilmente y comienzan a apilarse unas sobre otras, subiendo por los bordes de la olla hasta derramarse.

En el caso de la leche, la situación es similar pero con una variación: las burbujas son más pequeñas, formando una espuma espesa gracias a la caseína, que al calentarse crea una especie de “piel” resistente sobre el líquido.
¿Cómo ayuda una cuchara de madera?
Aquí entra en juego la famosa cuchara de madera. Al colocarla horizontalmente sobre la boca de la olla, actúa como una barrera física y térmica. Cuando las burbujas alcanzan la cuchara, el contacto con la superficie seca y porosa del material provoca que estallen antes de desbordarse.
La madera, al ser porosa, funciona como una esponja seca: permite que el aire de las burbujas escape, haciendo que colapsen. Además, al estar inicialmente más fría que el líquido hirviendo, ayuda a bajar la temperatura en la superficie, rompiendo la estructura pegajosa que se forma en la parte superior de la olla.
No obstante, este efecto es temporal. A medida que la cuchara se calienta y absorbe humedad, pierde su porosidad y se iguala en temperatura con el líquido. En ese punto, deja de ser efectiva. Por eso, muchas personas creen que “no funciona” cuando, en realidad, funciona por un tiempo limitado.
¿Qué otras opciones hay para evitar el desastre?
Aunque la cuchara de madera puede ser una aliada útil en la cocina, no es una solución definitiva para evitar que una olla hierva y se desborde. Existen otras estrategias, respaldadas por la ciencia culinaria, que pueden prevenir este tipo de accidentes.

Una de las más efectivas es utilizar una olla más grande, ya que el espacio adicional permite que las burbujas se expandan sin alcanzar el borde. También es fundamental controlar la temperatura: una ebullición violenta genera burbujas más difíciles de contener, mientras que un hervor moderado permite un control más fácil del proceso.
Además, la atención es clave. La cocina requiere presencia constante, por lo que si es necesario alejarse, lo ideal es reducir el fuego al mínimo o retirar la olla temporalmente. Por último, remover con frecuencia el contenido ayuda a liberar vapor acumulado y a romper las burbujas antes de que se amontonen, lo que disminuye significativamente el riesgo de un desborde.
La próxima vez que cocines espaguetis o calientes leche, recuerda que ese truco viral tiene una base científica sólida. No es magia, es termodinámica y química de alimentos.