¿Cuál es la cueva más grande de España?

En la Península Ibérica existen varios complejos kársticos que albergan algunas de las cuevas más grandes del planeta. Aquí te mostramos uno de estos complejos, que alberga increíbles secretos bajo la superficie.

Ojo Guareña
En España podemos encontrar algunos de los mayores sistemas kársticos del planeta. Aquí hablaremos de uno de los más conocidos, ¡existe todo un mundo ahí abajo! En la imagen, las cuevas de Baradla (Hungría).

Muchas de las atracciones naturales más impresionantes de nuestro país no se encuentran a simple vista. De acuerdo con el catálogo del IGME (Instituto Geológico y Minero Español) en España hay contabilizadas un total de 10000 cuevas, muchas de ellas de gran belleza y visitables. Precisamente, este tipo de recurso turístico gana visitantes cada año.

Aquí vamos a hablar de una de las grutas más grandes de España: la cueva Palomera, situada en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña. Antes de desvelar los secretos de este gigantesco sistema kárstico, conviene recordar que es muy complicado saber cuál es la cueva más grande nuestro país, ya que muchas de ellas son imposibles de explorar en su totalidad.

Uno de los sistemas kársticos más grandes de España y del planeta

Ojo Guareña se localiza en el norte de la provincia de Burgos, en la Merindad de Sotoscueva. Precisamente, en alguna otra ocasión ya hemos hablado en Meteored de las Loras y de Las Merindades, ya que en estos recónditos parajes burgaleses están algunos de los mejores ejemplos de modelado kárstico de la Península Ibérica, destacando entre el otros el Pozo Azul.

El complejo de Ojo Guareña no se queda atrás. Se trata de uno de los sistemas más grandes de nuestro país y uno de los mayores del planeta, destacando en su interior la cueva Palomera. Las cavernas se extienden a lo largo de unos 110 km por el subsuelo, aunque probablemente todavía quedarán galerías y cavidades por explorar.

Ojo Guareña no es un simple un conjunto de cuevas, sino un constante proceso de infiltración y de absorción de agua por parte de un macizo rocoso repleto de simas y fisuras, con conductos muy desarrollados por la disolución de la roca caliza, posibilitando la transmisión del agua, la retención de una parte de la misma durante un tiempo prolongado y finalmente la salida al exterior a partir de surgencias, completando su ciclo subterráneo: alimentación, circulación y descarga.

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Si estás pensando en adentrarte en este misterioso lugar, tenemos buenas noticias: es posible, pero tan sólo se puede explorar un 3% del sistema y siempre acompañado de un guía y en grupos reducidos. La visita más popular recorre la cueva y la Ermita de San Bernabé donde se recorren 400 metros y se desciende al primer nivel de las galerías.

¿Qué es el modelado kárstico?
Se trata del conjunto de morfologías desarrolladas sobre rocas solubles como los carbonatos (calizas y dolomías) o los sulfatos (yeso o anhidrita). Es un proceso lento, y uno de sus manifestaciones más impresionantes son las cuevas.

También los más aventureros pueden reservar un tour de espeleología por la cueva Palomera. La ruta recorre un total de 2,5 kilómetros en los que se exploran las galerías inferiores, ricas en arte paleolítico (huellas, pinturas y restos óseos) así como en fauna, pues este conjunto calizo-dolomítico del Cretácico Superior alberga 190 especies de invertebrados (115 terrestres y 75 acuáticos), 16 de los cuales son únicos en el mundo.

Un lugar de gran interés natural y arqueológico

Ojo Guareña fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970, debido a su riqueza y diversidad arqueológica, así como a la excepcionalidad de algunos de sus yacimientos, permitiendo esta figura de protección la conservación de su valor cultural y arqueológico. Más tarde, en 1991, fue considerado un Bien de Interés Cultural (BIC).

En 1996 llegó la declaración de Monumento Natural al tratarse de un complejo kárstico excepcional. De hecho, en su interior se encuentra un complejo sistema fluvial, conformado por los ríos Guareña y Trema, y el arroyo de Villamartín. De hecho, muy cerca de la entrada al complejo se encuentra el sorprendente Ojo del Guareña, un espectacular sumidero por el que se introducen bajo tierra las aguas del río que da nombre a este gran complejo kárstico.