¿Cómo se recupera el suelo tras un incendio forestal?

¿Qué hay que hacer tras un incendio forestal? El espacio calcinado es uno de los mayores desafíos tras este desastre. ¿Hay que plantar inmediatamente? Aquí te ayudamos a aclarar las dudas.

planta autorregeneración
El suelo es la base de todo. Tras un incendio lo ideal sería hacer un análisis y evaluación de los daños


Estos últimos años están resultando los más cálidos desde que se tienen registros, sobre todo en los meses de verano. A nadie le tiene que extrañar que en paralelo exista una ola de incendios durante los meses estivales. Sin ir más lejos, el año pasado se quemaron 220.000 hectáreas en todo el territorio español. Después de este dato, ¿qué pasa con el territorio calcinado para que vuelva a ser útil?

Calentamiento global e incendios

La conexión entre calentamiento global e incendios es más que obvia, y también está acreditada y afirmada por la comunidad científica. A mayor variación de temperaturas, mayor es la intensidad y la extensión del fuego. También es “común” encontrarse algún que otro incendio en zonas que anteriormente estaban libres de fuego.

Según Greenpeace, los incendios contribuyen de tres maneras al cambio climático: con la liberación directa de dióxido de carbono, con el “carbón negro” u hollín que se deposita en el hielo del Ártico y evita que se refleje el calor del sol, y con la destrucción de los bosques.

Las primeras medidas

Como bien sabemos, el suelo es la base de todo. El viento y la lluvia arrastran las capas más superficiales que contienen la materia orgánica, y esto es muy problemático. Tras un incendio, lo ideal es hacer una evaluación de los daños. Primero se suelen talar los troncos quemados para aprovecharlos, poniéndolos a modo de barrera que evite la posible erosión y expansión de los sedimentos por el resto del ecosistema.

El análisis previo también sirve para determinar las decisiones a tomar a largo plazo. Por ejemplo, si el objetivo de una zona quemada es reducir el riesgo de incendio a futuro, lo mejor será proyectar la eliminación el sotobosque que actúa de mecha. También hay otras medidas que confían en eliminar los rebrotes para que los árboles y las plantas más grandes crezcan rápido y con más fuerza.

Regeneración del bosque, ¿fácil o difícil?

La recuperación de los terrenos calcinados es un gran desafío. Pese a eso, la naturaleza es muy sabia y tiene capacidad de autorregenerarse después de un incendio. Ahora bien, las zonas más desfavorables pueden no recuperar la vegetación autóctona del lugar nunca.

Los expertos señalan que los suelos suelen tardar entre 1 y 5 años en recuperarse aunque hay bosques que lo hacen mucho más lento. En cualquier caso, para que la regeneración sea rápida es necesario evitar la pérdida de suelo e introducir una diversidad de árboles y arbustos autóctonos, ya que de esta manera el bosque es mucho más eficaz y menos vulnerable. El mejor de los casos es que queden semillas o plantas vivas en las proximidades del desastre.

El caso de la cuenca mediterránea

En las zonas del mediterráneo, los bosques tienen una capacidad de regeneración fantástica pero, ¿cómo es posible? Pues se quema la parte aérea de las plantas y la leñosa durante un incendio pero la parte interior continúa viva y puede sobrevivir. Lo idóneo, sería dejar crecer y más adelante eliminar la madera muerta, una vez la especie ya ha crecido algo.

Pese a esta buena noticia, el ganado y los herbívoros silvestres pueden ser un claro rival para los nuevos rebrotes y las nuevas plantas. Si este riesgo existe será necesario acotar la zona al pastoreo. Otro error clásico, es repoblar las zonas quemadas con especies de rápido crecimiento pero altamente combustibles como es el caso del Pinus Halepensis o pino carrasco.