Ciclogénesis explosiva, DANA y medicane, así inundaron nuestras vidas

De repente, inundaron nuestro salón a través de la televisión, la radio y la prensa, y desde entonces aparecen de forma intermitente para ponernos en guardia. Hemos buscado el origen de estos fenómenos de gran impacto que hoy son tan mediáticos.

Inundación
Un día salieron de la televisión, la radio y los periódicos e inundaron nuestras vidas.

Con el transcurso de los últimos años, la revolución tecnológica y comunicativa ha provocado la incorporación de un gran número de palabras y conceptos a nuestro día a día que hasta hace relativamente poco eran impensables. En este caso, la causa, sobre todo, está en el avance científico que ha permitido poner nombres a elementos o procesos que siempre nos habían acompañado pero cuya existencia no estaba constatada o bien explicada. De estos últimos hay unos cuantos en el ámbito de la meteorología, como las ciclogénesis explosivas, las danas y los medicanes.

Bien es cierto que estos fenómenos estaban en el ámbito especializado mucho antes de 'inundar' nuestras vidas, pero han requerido de un detonante, en ocasiones de catástrofes, para meterse en el discurso periodístico y así en nuestros salones.

Ciclogénesis explosiva

Las ciclogénesis explosivas, cuya explicación es fácil si nos paramos a pensar en su etimología (génesis explosiva de un ciclón), se asentaron en los medios de comunicación a partir de febrero del año 2010. Entre los días 25 y 28 de aquel mes, una profunda borrasca de origen atlántico afectó primero a Canarias y después a la Península Ibérica con rachas de viento huracanadas así como lluvias intensas.

Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco fueron las comunidades más afectadas por aquel ciclón de formación súbita. En 24 horas la presión mínima de la borrasca experimentó una caída superior a 20 hPa, que es el umbral que define a este fenómeno. Su capacidad para alterar nuestra rutina fue clave en la introducción del concepto ciclogénesis explosiva en los mass media. También ayudó la innegable carga dramática que destila.

DANA en google
Búsquedas en Google de 'DANA' desde el año 2004. Se observa el gran impacto que tuvo el episodio de septiembre de 2019.

DANA

La entrada en escena de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) es mucho más reciente. A pesar de figurar en los ensayos desde hace años, su implantación en el imaginario colectivo data de septiembre del año pasado, con las inundaciones de la Vega Baja, en Alicante, y Murcia. Hasta entonces, las lluvias torrenciales en el Mediterráneo ligadas a un embolsamiento de aire frío en las capas medias y altas de la troposfera se conocían popularmente como ‘gota fría’. Aquel diluvio desbordó el río Segura y el fango recubrió las calles Orihuela del mismo modo que enterró, aún parcialmente, el concepto más añejo.

Medicane

Por último, el medicane (MEDIterranean hurriCANE) en España necesitó dos episodios. El primero entre los días 12 y 13 de octubre de 2010, cuando uno de estos centros de baja presión, con un aspecto similar al de los huracanes, afectó a la Comunidad Valenciana dejando lluvias superiores a los 100 litros por metro cuadrado y olas de hasta cuatro metros; el segundo fue en septiembre de 2018, en las inmediaciones de Grecia. Este último tuvo una repercusión internacional sobresaliente bajo el nombre de Zorbas o Jenofonte.

medicane zorbas
Imagen del satélite Terra/MODIS (NASA) con el medicane Zorbas como protagonista (28 de septiembre de 2018).

El problema a la hora de bautizar a los medicane es que no existe un organismo que proponga una lista oficial de nombres. Por eso, cuando aparecen, adquieren diversos apelativos según el país y la institución que tengan de referencia. En este caso griego convivieron en los titulares Zorbas y Jenofonte, un lío del que solo sacamos en claro que se trataba de un ‘mediterranean tropical-like cyclone’ (es el otro nombre técnico que adquieren estos sistemas) extraordinario. El medicane llegó a presentar una presión mínima de 989 hPa, con vientos sostenidos de hasta 74 km/h y ráfagas de 100 kilómetros por hora en el Peloponeso.

¿Cuáles serán los próximos conceptos meteorológicos que se añadirán a la lista mediática? Podríamos apostar por chorro polar o 'jet stream', y también río atmosférico, sí.