Ciarán estrenará un período de borrascas colosales en el Atlántico y España se verá afectada por estos fenómenos

El mes de octubre va a acabar con la península envuelta de borrascas pero habrá un golpe de timón en sus características, al abandonar los matices subtropicales y abrazar, sobre todo, los polares marítimos. Podríamos decir que estas sí serán depresiones más típicas de nuestras latitudes, con núcleos fríos y grandes frentes nubosos que se extenderán desde su seno. Esas características ya las presentará la borrasca Ciarán, recientemente bautizada por la Met Office y prevista para mediados de la próxima semana. Su radio de acción será enorme.

Lejos de Aline o Bernard, que presentaron núcleos cálidos y un tamaño bastante pequeño, aunque los fenómenos asociados llegaron a ser catastróficos, los efectos de las próximas borrascas podrán notarse desde Islandia hasta el Estrecho de Gibraltar. Destacarán sobre todo los temporales de viento y marítimos, fruto de la gran profundización de esos ciclones, cuyo proceso en algunos casos será “explosivo”.

¿Por qué se llama "Ciarán", no tocaba "Domingos"?

Ya hemos tachado del listado de nombres de borrascas para esta temporada a las mencionadas Aline y Bernard; también a Celine, esta última cortesía de Météo-France. El nombramiento muchas veces corre a cargo del Grupo Suroeste europeo, en el que participan, además de los Servicios Meteorológicos Nacionales de España y Francia, los de Portugal (IPMA), Bélgica (RMI) y Luxemburgo (MeteoLux).

Esta relación, sin embargo, entra en competencia con otras como la del servicio británico, que en este caso se ha anticipado por verse más directamente afectado. “Domingos” tendrá que esperar (será la próxima de “nuestro grupo”).

Aunque Celine ya ha adquirido en las últimas horas un tamaño importante, de tal modo que ya podría entrar en ese cupo de grandes borrascas, la nueva que saldrá mañana de Nueva York promete tener una envergadura mucho mayor. Entre el martes y el miércoles se moverá sobre el océano rápidamente de oeste a este, empujada por un enérgico chorro polar.

Ciarán será una borrasca muy profunda fruto de una ciclogénesis explosiva

En apenas 24 horas la presión mínima se desplomará, pasando de 992 hPa a 963 hPa. Eso supone un descenso de 29 hPa, una cifra que supera sobradamente el umbral de las ciclogénesis explosivas en nuestra latitud (18-20 hPa en 24 horas). Así el sistema irá creciendo y extendiendo una lengua de aire polar por su flanco trasero, el occidental. En el delantero se extenderá un frente frío muy activo.

Esa línea de nubosidad dejará precipitaciones generosas en muchas regiones españolas el jueves a su paso, esto según nuestro modelo de referencia. Si bien es cierto que todo apunta a que en conjunto los acumulados ya no serán tan importantes como los recientemente vividos, porque las nubes no tendrán el extra de episodios pasados donde el aire subtropical más cálido era un mejor portador de la humedad. A orillas del Mediterráneo serán igualmente escasas, ahí no habrá cambios.

Rachas de viento de 100 km/h en muchas regiones

En detrimento de las precipitaciones, sí será más general el temporal de viento y marítimo. Habrá rachas de viento cercanas a los 100 km/h en muchas regiones españolas, pero también en Francia, las islas británicas o en Países Bajos. Después también en gran parte del Mediterráneo occidental. Esta será la consecuencia más directa de esa ciclogénesis tan abrupta. El oleaje será cosa del Atlántico y el Cantábrico, quizá con crestas de hasta 8 o 9 metros.

En la jornada del viernes parece que habrá una tregua pero será corta porque, tal y como mencionábamos, es tiempo de grandes borrascas y el sábado podría llegar otra similar al noroeste de Europa que también nos salpicará.