Así es "Starline", el proyecto de metro gigante de alta velocidad que promete acabar con los vuelos de corta distancia

Trenes 1 - Aviones 0: el juego está cambiando. Conoce el ambicioso proyecto de metro de muy alta velocidad que quiere reinventar los viajes en el continente europeo.

Starline
Llega el futuro con este proyecto. Foto: 21ª Europa

Imagina subirte a un tren en Lisboa por la mañana y bajarse horas más tarde en el corazón de Roma, Berlín o Helsinki. Todo ello sin tener que enfrentarse al caos de los aeropuertos, ni a esos vuelos en los que apenas pestañeas y tienes que decir adiós a los líquidos de más de 100 ml. ¿Suena a ciencia ficción? Pues hay quien se toma esta idea muy en serio.

Presentamos "Starline", un ambicioso -y, reconozcámoslo, bastante atrevido- proyecto que quiere transformar nuestra forma de viajar por el viejo continente. Lanzado por el think tank danés 21st Europe, el plan pretende conectar 39 ciudades europeas con una red ferroviaria de alta velocidad que parece sacada de una película futurista... pero con paradas muy reales.

"Concebido como un sistema de metro, Starline cambia la forma en que los europeos ven su propio continente: no como un conjunto de capitales distantes, sino como una red única y rápida en la que todas las conexiones, ya sean para personas o mercancías, son fácilmente accesibles", afirman los responsables del proyecto, citados por “Euronews”.

Una especie de «metro europeo

La idea es simple, pero revolucionaria: crear una red de trenes de muy alta velocidad, de entre 300 y 400 kilómetros por hora, que funcione como un sistema de metro a escala europea, informa Euronews. Madrid, Lisboa, Burdeos, Lyon, Milán, Roma, Zagreb, Atenas, Bucarest, Kiev y muchas otras ciudades podrían conectarse de forma diaria.

¿El objetivo? Ser un competidor directo del transporte aéreo.

"El sistema está diseñado para funcionar a entre 300 y 400 kilómetros por hora, con el objetivo de crear conexiones de tres horas o menos, a precios significativamente más bajos que los vuelos de corta distancia y los servicios ferroviarios existentes", explica “NiT”.

Starline
El mapa del proyecto. Foto: 21st Europe

Pero este "tren del futuro" no sólo conecta capitales. La propuesta incluye 22.000 kilómetros de líneas ferroviarias, que unirán países desde Escandinavia hasta el Mediterráneo, pasando por los Balcanes e incluso Ucrania. Y también hay sitio para el Reino Unido y Turquía. No está mal para un "metro", ¿eh?

"Un sistema ferroviario verdaderamente integrado ya no es sólo una cuestión de comodidad, es una necesidad estratégica para la resiliencia de Europa en el siglo XXI", afirma Europa XXI.

Adiós, clases. Hola, experiencias

Si te imaginas los típicos vagones divididos en primera y segunda clase, piénsatelo otra vez. Starline quiere suprimir esta antigua separación ofreciendo vagones organizados por ambientes y necesidades.

¿Quieres trabajar? Hay zonas tranquilas. ¿Viaja con la familia? Hay espacios pensados para los más pequeños.

Los colores tampoco se han dejado al azar: los trenes serán de un azul oscuro fácilmente reconocible, un guiño al tono de la bandera de la Unión Europea.

Estaciones con alma (y mucho más)

Y como un viaje empieza (y acaba) en la estación, también éstas se reinventarán. Olvídate de las terminales frías y grises.

El plan consiste en construir estaciones fuera de los centros urbanos, pero conectadas a las redes locales, con espacios culturales, tiendas, restaurantes, museos e incluso salas de conciertos.

En lugar de limitarte a coger el tren, puedes disfrutar de una cena, ver un espectáculo o visitar una exposición. Todo en el mismo espacio.

Menos emisiones, más conexiones

En un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente, Starline se presenta también como una alternativa mucho más ecológica a los vuelos de corta distancia. Según los promotores del proyecto, un tren de alta velocidad puede emitir hasta un 90% menos de CO₂ que un avión. No está mal para los que quieren seguir viajando, pero con la conciencia tranquila.

Para la 21ª Europa, Starline es "la mejor oportunidad de Europa para lograr emisiones netas cero en 2050".

¿Para cuándo podría estar listo?

Ahora viene la parte en la que todos pensamos: "Esto suena bien, pero ¿es realmente posible?". La 21ª Europa cree que sí, e incluso apunta a 2040 como el año en que podríamos ver los primeros trenes de la red en funcionamiento. Pero no ocultan que hará falta una enorme dosis de voluntad política, una financiación sólida (léase: muchos ceros) y una coordinación sin precedentes entre los países de la Unión Europea.

Starline
Los vagones no se dividirán en clases, sino en espacios para diferentes necesidades. Foto: 21ª Europa

"La plena realización de Starline requeriría probablemente una mayor voluntad política, una coordinación más profunda entre los Estados miembros y un organismo central que supervisara las normas, las inversiones y las operaciones", admite Kaave Pour, fundador del think tank.

Además, se creará una Autoridad Ferroviaria Europea para garantizar que todo funcione como un reloj suizo, desde los horarios a los billetes, pasando por el mantenimiento y la formación del personal.

¿Un sueño con raíles?

Lo cierto es que, a pesar de sonar utópico, el proyecto no es el único. En los últimos años se han multiplicado las iniciativas para mejorar las conexiones ferroviarias en el continente. Países como Francia y Austria ya han empezado a limitar los vuelos internos cuando existen alternativas en tren. La voluntad está en el aire... o mejor dicho, en los raíles.

Starline puede ser un sueño ambicioso, sí. Pero también es una clara señal de que Europa se está replanteando cómo nos movemos, cómo nos conectamos entre nosotros... y cómo queremos viajar en el futuro.

¿Cambiarías el avión por un tren que te lleve de Madrid a Roma en pocas horas, con menos emisiones, más comodidad y cero estrés aeroportuario? Si todo va bien, quizá no tengas que esperar hasta 2040 para saberlo.