Una dorsal anticiclónica de récord dirigirá el chorro polar a la península

Las altas presiones dominarán al norte del continente y tendrán una dorsal muy robusta que las sustente en todos los niveles. El chorro polar se verá forzado a rodearlas con el consecuente descenso de latitud de las masas de aire frío y las borrascas.

Las temperaturas inusualmente suaves y la advección de polvo sahariano de estos días añadirán un contraste adicional al episodio de bajas temperaturas que comenzará a partir del miércoles.

Un potente anticiclón irá ganando protagonismo en el Atlántico norte, desplazándose hacia el norte de las Islas británicas y afectando a un área extensa situada entre Islandia y la península escandinava. Este escenario que desde hace días se considera probable, es ya una realidad que empieza a tomar forma y que, según los modelos, condicionará durante la segunda mitad de esta semana las condiciones meteorológicas de todo el continente.

Este sistema de altas presiones estará, además, acompañado de una potente dorsal en altura que garantizará su estabilidad y persistencia en este sector el Atlántico norte oriental. Actualmente, todos los modelos de predicción insisten en ello en casi todo su alcance a medio y largo plazo, lo que garantiza que este escenario será persistente y se extenderá en el tiempo abarcando también la semana que viene.

Sin embargo, empiezan a apreciarse más detalles importantes. No sólo se trata de un anticiclón de bloqueo estable e intenso, sino que podría tratarse del más intenso observado en estas fechas en ese sector concreto del Atlántico. Desde hace varios días, tanto la salida determinista como la predicción por conjuntos del IFS de ECMWF, nuestro modelo de referencia, sitúa las anomalías de temperatura en niveles medios y geopotencial en la zona de la dorsal por encima del récord del modelo, que se remonta a casi medio siglo de observaciones y análisis.

¿Qué significa un anticiclón de bloqueo tan fuerte?

Hay que tener en cuenta, no obstante, que el pronóstico de este sistema está sujeto a pequeñas variaciones al tratarse de un plazo de predicción de más de 5 días, que será cuando alcance su máxima intensidad. Sin embargo, estos grandes sistemas meteorológicos son muy fáciles de predecir y es, por tanto, posible afirmar que se tratará de una dorsal extraordinariamente fuerte, con percentiles de temperatura a 850 hPa y geopotencial a 500 hPa superiores a 99 en áreas extensas al norte de las Islas Británicas. Esto traerá unas consecuencias importantes en todo el continente desde este mismo miércoles, cuando se empiece a gestar.

Anticiclón
De confirmarse este gran anticiclón entre las islas británicas y Escandinavia, el centro y sur de Europa quedará expuesto a las borrascas y el aire frío.

El chorro polar se verá obligado a bordear esta enorme dorsal por el norte, mientras que otro ramal descenderá por el sur aislándola y permitiendo que las masas de aire frío viajen hasta el área mediterránea y la península ibérica. Al encontrarse en latitudes más bajas con masas de aire templadas, se generará un fuerte gradiente térmico que constituirá un buen caldo de cultivo para las borrascas. Cabe esperar, por tanto, que los sistemas de bajas presiones afecten al sur del continente y en especial al Mediterráneo occidental, la península ibérica y el noroeste de África.

La incertidumbre sigue siendo elevada en la Península

Aunque a escala sinóptica el escenario está definido a medio y largo plazo, las fechas se acercan y la incertidumbre no se reduce lo suficiente como para elaborar predicciones detalladas. Los sistemas de bajas presiones que se formarán en nuestro entorno serán mucho más difíciles de predecir que el comportamiento de la dorsal de bloqueo y su influencia a escalas menores, de decenas o cientos de kilómetros, una incógnita por ahora.

Sí que se sabe, no obstante, que los cambios empezarán a notarse el jueves desde primera hora por el norte peninsular con la llegada de un frente frío por el norte y que durante el fin de semana una borrasca podría formarse en el Mediterráneo occidental favoreciendo la entrada de vientos del norte y noreste, fríos y con posibles nevadas en zonas montañosas del norte y este en cotas relativamente bajas.