Aline, Bernard... ¿cómo se llamará la próxima gran borrasca que afecte a España? Tenemos la respuesta

En este artículo científico, te llevaremos en un fascinante viaje desde la ciencia detrás de las borrascas hasta los nombres que les damos y cómo se eligen. Así que, agarra tu paraguas y prepárate para adentrarte en el emocionante mundo de las tormentas.

¿Por qué les ponemos nombre a las borrascas?

La respuesta nos lleva a una misión fundamental: concienciar a la población sobre los riesgos vinculados a estas condiciones meteorológicas.

El Grupo Suroeste Europeo, una alianza conformada por los Servicios Meteorológicos Nacionales de Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo, y España desde 2017-2018, desempeña un papel crucial en asignar nombres a estas tormentas. Esta iniciativa regional busca coordinar la identificación y seguimiento de las tormentas, convirtiéndose en una estrategia conjunta para enfrentar los desafíos meteorológicos.

¿Cuándo es una borrasca de gran impacto y por qué?

No todas las borrascas reciben el honor de un nombre, deben ganárselo. Para merecer un nombre, una borrasca debe alcanzar proporciones importantes que representen un riesgo significativo para la población. ¿Cómo determinamos el impacto de una borrasca? Aquí es donde entra la ciencia.

Las borrascas, o depresiones, son ciclones extratropicales que se forman entre las latitudes medias, normalmente entre 30 y 60 grados de latitud. El principal criterio es superar umbrales críticos de velocidad del viento, especialmente en España, donde rachas superiores a 90, 100 o 110 km/h, según la zona, activan avisos de nivel naranja o rojo.

Otros factores, como la intensidad de las precipitaciones y los avisos de viento amarillos en áreas específicas, también son considerados.

Nombres con impacto: temporada 2023-2024

La temporada actual, la novena de denominación de borrascas profundas europeas (2023-2024), arrancó con el anuncio de los nombres de las tormentas el 1 de septiembre de 2023, cubriendo los eventos hasta el 31 de agosto de 2024.

Asignar un nombre a una borrasca va más allá de ser un simple gesto simbólico. Cumple funciones cruciales al facilitar el seguimiento y la difusión de información sobre la ubicación y la situación actual de la tormenta. Además, se convierte en una herramienta esencial para concientizar al público sobre los riesgos asociados con condiciones meteorológicas extremas.

¿Qué borrascas hemos tenido en 2023 y cuál será la siguiente?

La temporada de tormentas 2023-2024 ha comenzado con fuerza, destacando la presencia de Aline y Bernard, dos borrascas que han dejado un impacto significativo en diferentes regiones de España.

Aline

La primera borrasca de la temporada, Aline, hizo su entrada con estruendo, desencadenando lluvias intensas y estableciendo cuatro récords de precipitación en Madrid, incluyendo dos absolutos.

Se registraron más de 260 incidencias en Galicia, con caídas de árboles e inundaciones puntuales. También dejó su huella en el sur peninsular, donde se coordinaron más de 1550 incidencias en Andalucía y subrayando la necesidad de anticipación y preparación ante eventos meteorológicos extremos.

Bernard

La borrasca Bernard recientemente azotó la Península Ibérica, cobrándose la vida de dos personas y generando extensos daños en Andalucía. El fuerte temporal causó tragedias en Córdoba y Huelva, con un hombre fallecido por un golpe de una placa metálica en Córdoba y un fatal accidente de tráfico en Huelva. Las caídas de árboles y el colapso del muro de una vivienda dejaron siete heridos de poca gravedad. Más de 2700 incidencias se registraron en Andalucía, destacando la magnitud de los estragos causados por Bernard.

Próxima en la Lista: Celine

La siguiente borrasca de gran impacto de la temporada que afectará a España, si cumple con las características necesarias, se denomina Celine, según el Grupo Suroeste Europeo. Aunque aún no se puede precisar la fecha exacta de su llegada, Celine será la tercera en la lista de tormentas significativas. Mantente alerta y bien informado para enfrentar las futuras condiciones meteorológicas desafiantes.