Alerta: termitas dopadas por el calentamiento global. Y el clima, por ellas

El calentamiento global provocará una expansión de las zonas infectadas por termitas en las próximas décadas. Se trata de una invasión problemática, ya que estos insectos invasores tienen un impacto significativo en el aumento de la temperatura... ¡Es un círculo vicioso!

Termitas invasión de madera hormigas blancas
Si el clima se calienta un grado, la superficie apta para las termitas, también conocidas como hormigas blancas, ¡podría multiplicarse por 4.000!

Es un poco la paradoja del huevo y la gallina: ¿las termitas alimentan al calentamiento global, o es al revés? Ambas cosas. Estos insectos invasores verán multiplicada su superficie ideal a medida que aumenten las temperaturas, lejos de los trópicos. Al mismo tiempo, la previsible explosión de su número repercutirá en las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que las termitas emiten metano.

Insectos voraces a los que les gusta el calor

Las termitas, insectos que se alimentan de madera, también conocidas como "hormigas blancas", son esenciales para los ecosistemas tropicales, ya que descomponen y reciclan la madera muerta en las selvas tropicales. Sólo el 4% de las especies causan daños a los seres humanos (sobre todo en los hogares).

Según un estudio publicado en la revista Science, en el que un equipo internacional de investigadores evaluó el impacto de la temperatura y la humedad en la descomposición de la madera, resulta que las termitas sobreviven y permanecen activas incluso en madera seca. Esta es una gran diferencia con respecto a los hongos microscópicos o las bacterias, que necesitan tanto calor como humedad para mordisquear la madera y mantenerse con vida.

A las termitas, que son muy sensibles a la temperatura, les gusta el calentamiento global. Estas "locas del calor" han visto cómo su número se disparaba en Australia, una zona muy afectada por episodios cálidos, llegando incluso a comer asfalto y plástico... Los investigadores han descubierto que cuando la temperatura sube 10 grados, las termitas degradan la madera 7 veces más rápido.

Esta velocidad puede explicarse por las enzimas de descomposición que segregan, más activas a temperaturas más altas. La otra explicación sería la prolongación de su periodo de crecimiento con el calor y, en consecuencia, de su capacidad para procrear.

En un futuro próximo, el área de distribución de las termitas se ampliará mucho más allá de los trópicos.

Por tanto, las termitas se regulan por el calor, potenciado o incluso favorecido por el calentamiento global, lo que significa que, a largo plazo, nuevas zonas menos frías serán explorables para estos insectos. Ya bien establecidas en las sabanas tropicales, los bosques monzónicos y los desiertos subtropicales, las termitas podrían ver ampliada su área de distribución mucho más allá de los trópicos, hacia los polos.

¿Veremos termitas en los polos?

Con un calentamiento medio adicional de un grado, la superficie apta para la supervivencia y el establecimiento de colonias de termitas se multiplica por... ¡4000! Así, en un futuro muy próximo, podrían observarse termitas en la Patagonia, Canadá, Finlandia e incluso Groenlandia, regiones en las que hoy no sobrevive ni una sola termita, ya que esta "hormiga blanca" aborrece el frío.

El metano, motor de un preocupante círculo vicioso

Sabemos que el calor aumenta la actividad de las termitas. Pero hay otra consecuencia en cuanto a la extensión de su territorio y su presencia. Como el ganado, las termitas expulsan gases... Ya liberan CO2 cuando respiran, pero también metano, a través de sus flatulencias. Y si tenemos en cuenta que hay 25 veces más termitas que mamíferos en nuestro planeta, hay que preocuparse...

Sin embargo, el impacto de las ventosidades de termita sobre el clima es aún incierto. Las investigaciones sobre el tema no han hecho más que empezar, y prometen ser complejas. Se trata ciertamente de medir el CO2 y el metano que expulsan las termitas, pero también de saber cuánto carbono entierran en el suelo... Según la investigadora estadounidense Amy Zanne, "las termitas podrían marcar la diferencia" en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Así pues, estos insectos, dopados por el calentamiento climático, podrían ser también el combustible.

¿La expansión de las termitas reforzará el calentamiento global que ya se está produciendo inexorablemente? Los investigadores ya vigilan este círculo vicioso, y algunos ya hablan del "efecto masivo" de estos insectos sobre el ciclo del carbono. La conquista del mundo por las termitas sería, pues, una muy mala noticia.