
Para los que no tenemos la suerte de disfrutar de la playa cerca, tenemos que conformarnos (y no es poco) con ir a la piscina más cercana. Confiamos en que todos los tratamientos sean adecuados y, entre ellos, pensamos especialmente en el cloro. Pero, ¿qué pasa cuando la piscina huele mucho “a cloro”? ¿Es peligroso?