¿Ha finalizado la estación de huracanes en el Atlántico de 2017?

Lógicamente no. Oficialmente termina el 30 de noviembre pero la quietud a finales de octubre hace que algunos se hagan esta pregunta, después de unos meses anteriores tan activos con varios huracanes de cat.5 y Ophelia visitando las aguas y costas europeas.

Distribución mensual de frecuencias para la formación de ciclones tropicales, huracanes y huracanes mayores en un año. NOAA-NH.

Los meses más activos (agosto y septiembre) quedan atrás, también los inicios de octubre que han sido movidos. Tras el paso de Ophelia por las cercanías de las islas Azores y zonas marítimas de España, y con el post-Ophelia golpeando a Irlanda y Gran Bretaña, se ha entrado en un momento de quietud, pero nada más lejos de la realidad. Falta oficialmente más de un mes para que la estación finalice; finales de octubre y noviembre suelen ser meses con cierta actividad de ciclones tropicales.

Siguiendo a la NOAA, la cuenca del Atlántico muestra un pico de actividad desde agosto hasta octubre, con un 78% de días de tormenta tropical, 87% de días de huracanes (categorías 1 y 2 en la Escala de Vientos de Saffir-Simpson) y un 96% de días de huracanes intensos (Categorías 3, 4, 5 de Saffir-Simpson). La actividad máxima ocurre desde el comienzo hasta mediados de septiembre. Además, puede que ocurra alguna vez cada un par de años, un ciclón tropical "fuera de temporada" -primordialmente en mayo o diciembre-. 

Hay que ir a las zonas donde las aguas permanecen algo más cálidas, como el Caribe, para encontrar el posible desarrollo de una depresión tropical o una tormenta tropical para finales de mes y noviembre. De hecho el Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha marcado una parte del Caribe occidental con potencial de desarrollo tropical a cinco días vista

Anomalías de la temperatura del agua del mar en la segunda decena de octubre de 2017 (NOAA) -izquierda-. Posible zona de formación de una tormenta tropical a 24 de octubre de 2017 para los 5 próximos días. NHC -derecha-.


Las temperaturas oceánicas continúan entre 1-3 ºC  por encima del promedio, como se observa en la mayor parte del Mar Caribe, donde aún la cizalladura del viento es baja. Ambos parámetros sirven de gran apoyo para el crecimiento y el desarrollo de tormentas tropicales.

Como resultado, se ha formado un área amplia de baja presión cerca de la costa noreste de Nicaragua, que podría organizarse lentamente durante los próximos días mientras se desplaza hacia el norte, según el NHC.

A medida que la temporada avance, las aguas más cálidas en la cuenca del Atlántico retrocederán hacia el Caribe, el Golfo de México y el Atlántico occidental, y la cizalladura del viento y el aire seco aumentarán en toda la cuenca. Todo ello creará un ambiente más hostil para los desarrollos de ciclones tropicales.

No hay que bajar la guardia en estos meses finales de la temporada. Huracanes importantes (Sandy, Otto, etc.) y tormentas tropicales (Delta, a finales de noviembre en las cercanía de Canarias) se han formado en uno y otro lado del Atlántico.