Tormentas severas y cambio climático

NASA Earth Observatory ¿Cómo podría afectar el calentamiento global a las tormentas severas?

CAPE: Energía potencial disponible convectiva
CAPE: Energía potencial disponible convectiva

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Cizalladura vertical del viento
Cizalladura vertical del viento
Días de ambiente de tormentas severeas
Días de ambiente de tormentas severeas

Aunque las tormentas son conocidas, familiares y aparentemente no amenazantes, las tormentas severas pueden llevar asociadas tornados, derechos, granizo y peligrosas supercélulas.

Las tormentas severas se definen como aquellas que generan en superficie vientos superiores a 93 kilómetros (58 millas) por hora o granizo inusualmente grande o tornado. Hay dos factores claves que propician su formación: la energía potencial disponible convectiva (CAPE) y la fuerte de la cizalladura del viento. La CAPE es una medida de cuánta energía está disponible para las tormentas; se relaciona con cuánto es de cálido, húmedo y la flotabilidad del aire en un área determinada. La cizalladura del viento es una medida de cómo la velocidad y dirección del viento cambian con la altitud.

"La CAPE puede proporcionar a las tormentas el combustible crudo para producir la lluvia y el granizo y cizalladura vertical del viento puede transformar y organizar a las tormentas dando lugar a los fuertes, vientos", explicó Harold Brooks, un meteorólogo en el laboratorio nacional de tormentas severas de la NOAA.

Los científicos tienen pruebas de que el calentamiento global debería aumentar la CAPE, calentando la superficie y poniendo más humedad en el aire por evaporación. Por otra parte, un desproporcionado calentamiento en el Ártico debe conducir a menos cizalladura del viento en las latitudes medias, zonas propensas a tormentas severas. Por lo tanto, un factor hace las tormentas más probable, mientras que el otro las hace menos.

Los investigadores han desarrollado modelos del clima muy detallados (resultados que se muestran arriba) con el objetivo de distinguir cuál de estos efectos o factores opuestos predominarán con los cambios climáticos. Un estudio, dirigido por Robert Trapp de la Universidad de Purdue, encontró que una duplicación de los gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentaría considerablemente el número de días que podrían producirse tormentas severas en los Estados Unidos meridionales y del este. Ciudades como Atlanta y Nueva York podrían ver una duplicación del número de días que podrían producirse tormentas severas.

Los mapas de arriba muestran los resultados de un modelo que compara el clima del verano en 2072–2099 con el clima de 1962–1989. La CAPE (mapa superior) se prevé subir lo suficiente como para abrumar o superar a una leve disminución de la cizalladura vertical del viento (mapa central), llevando a un incremento de tormentas severas (tercer mapa), especialmente en Missouri y las zonas costeras de Carolina del Norte y Sur. El modelo sugiere que el aumento en la CAPE será más fuerte en el sureste y la disminución de la cizalladura del viento más fuerte en el oeste de las montañas. El este de Estados Unidos verá más un aumento en los días favorables a la formación de tormentas severas que la parte occidental del país.

Lea el artículo de cómo serán las tormentas en un mundo con calentamiento para aprender más sobre el cambio climático y las tormentas: In a Warming World, Storms May Be Fewer but Stronger.

Referencias

Imágenes de la NASA Earth Observatory por Robert Simmon, adaptado por Trapp et al., 2007. Texto de Adam Voiland.

Instrumento: Modelo

Fuente: https://earthobservatory.nasa.gov/

Esta entrada se publicó en Noticias en 13 Abr 2013 por Francisco Martín León