El efecto Foehn, los vientos de la locura

En los artículos anteriores sobre el viento hemos tratado al aire en movimiento de manera global, ahora toca bajar al terreno más cercano y que más nos puede afectar en el día a día. Hoy hablamos de los vientos de la locura.

Cascada de nubes
Cascada de nubes en la ladera de sotavento debida al efecto Foehn. Autor: DiscoverTenerife.

La naturaleza del flujo atmosférico se ve modificada de sus trayectorias teóricas por todas las variaciones que tiene la superficie terrestre: discontinuidades océano-tierra, diferen­cias de altitud, bosques, ciudades, etc.; provocando la existencia de los vientos locales, que aunque no suelen afec­tar a grandes extensiones de terreno, suelen ser más predomi­nantes en ciertas zonas que el flujo general.

Efecto Foehn (Föhn)

Son vientos fuertes, secos y cálidos que se de­sarrollan en las laderas del lado contrario de donde sopla el viento o de sotavento de las grandes cordilleras. Es un nombre genérico que se ha adoptado del viento del Sur que sopla sobre la vertien­te norte de los Alpes. La palabra “Föhn” procede del nombre del dios romano que encarnaba el viento del Oeste, Favonio/us  o “Favorable” y en alemán actual incluso se utiliza para nombrar a los secadores de pelo.

Este fenómeno se produce cuando una masa de aire en movimiento se encuentra con una barrera montañosa que la obliga a elevarse y por tanto a enfriarse. Si el enfriamiento es suficiente, se produce la condensación, la formación de las nubes y la precipi­tación. Esto sucede en la ladera expuesta al viento o de barlovento, con lo cuál en la masa de aire se reduce la cantidad de agua para el posterior descenso por sotavento.

Tras cruzar la cima de las montañas e iniciar la bajada, el aire comien­za a calentarse produ­ciéndose la evaporación de las gotitas nubo­sas, pero la masa de aire tiene menos cantidad de agua que en el ascen­so y no puede contrarrestar dicho calen­tamiento, esto pro­voca que la base de la nube a sotavento este más alta que a barlo­vento.

Por debajo del nivel de la nube, el viento continúa calen­tándose rápidamente. Al llegar al llano, el aire tiene una temperatura supe­rior a la que tenía antes de fran­quear la montaña. Esto es debido al intercambio de calor que se produce con las precipi­taciones y que se ha quedado en el aire al cruzar el obstáculo montañoso, por eso el viento que llega al lado de sotavento es cálido y seco. No todas las veces que se produce viento de montaña se da el efecto Foehn, debe producirse la formación de la nube y darse precipitación

Efecto Foehn
Efecto Foehn. Fuente: Wikipedia.

Cuando se produce el efecto Foehn aparecen algunos signos muy característicos, como la nubosidad que se estanca en la vertiente de barlovento y se deshace enseguida al pasar la montaña; que la zona de sotavento esté despejada con una atmósfera muy limpia y seca y, por último, la formación de nubes con aspecto lenticular que se observan mas o menos paralelas a la cordillera.

Vientos de las brujas o vientos de la locura

Según sea la orografía y las características físicas del viento antes de cruzar la cordillera, la masa que llega al valle, por la ladera de sotavento, ha elevado bruscamente la temperatura en valores del orden de 10 ºC en unas horas y hasta 15º o 20 ºC en unos días, si el fenómeno persiste. Es el enemigo de los esquiadores, porque produce tempera­turas altas en breves períodos de tiempo, con rápidos deshie­los. En la zona de las montañas Rocosas estos vientos son conocidos por el nombre de Chinook y tienen el record de cambio de temperatura por este efecto, registrado en enero de 1972 en Loma, estado de Montana, cuando en 24 horas la temperatura pasó de -48 ºC a 9 ºC.

Conocidos como vientos de las brujas o vientos de la locura, esta clase de vientos alteran tanto física como psíquicamente a las personas meteoro-sensibles, ya que si este fenómeno meteorológico se prolonga durante muchas horas, se pueden producir efectos nocivos, como insomnio, dolores de cabeza, agotamiento psicofísico, tendencia depresiva, llegándose a alcanzar conductas agresivas y violentas. El fenómeno es de tal importancia que en algunas zonas del entorno de los Alpes, el efecto Foehn es considerado un atenuante por la legislación penal en el caso de la comisión de determinados delitos.

El efecto Foehn será más acusado cuando el viento obligado a ascender sea ya por sí cálido y seco. Esta situación se produjo en 1941 cuando un fuerte viento cálido del sur ayudó en la propagación del incendio que destruyó gran parte de la ciudad de Santander.