¿Cómo ganarse la vida cazando tormentas?

La afición a la meteorología y las tormentas en España se encuentra bastante extendida sobre todo en el tercio este de la Península Ibérica. Para todos sería un sueño poder trabajar en un adrenalínico oficio como el de cazatormentas, ¿pero es esto posible en nuestro país?

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Cazatormentas de @StormChasersSP en plena acción frente a la tormenta. Fotografía de Joan Boscà

El del cazatormentas es un oficio nómada, impredecible y de éxito incierto. Así, cada vez que sales hacia una zona favorable para un episodio de tormentas vives una aventura en la que dependes de multitud de factores; tanto meteorológicos como del entorno por el que te desplazas: tráfico, caminos, visibilidad y múltiples obstáculos e imprevistos que pueden surgir por el camino.

Por todo ello, los múltiples cazadores de tormentas que por afición salen en nuestro país tras la tempestad, lo hacen cuando tienen el suficiente tiempo libre que les dejan sus respectivos trabajos y eligiendo bien el episodio y zona hacia la que salir. En este contexto desde @StormChasersSP nos sentimos realmente afortunados de la oportunidad que la empresa Meteorage SAS nos ha brindado de poder desarrollar profesionalmente nuestra pasión y el apoyo extra que hemos recibido de Tiempo.com.

Ser cazatormentas en España

En Europa en general y en España en particular, muy pocas empresas tienen la necesidad y poderío económico para poder reunir todo el material técnico necesario para poder recoger datos de una tormenta contratando a especialistas en la materia.

Por lo que respecta a nuestro país, solo Aemet y Meteorage tienen una red de detectores de rayos. Desde la Agencia Estatal no constan campañas de grabación de caídas de rayos y por parte de Meteorage, una vez hayamos adquirido toda la información requerida por su parte, tampoco necesitarán a ningún cazatormentas en nuestro entorno para que con los videos y datos recogidos de las descargas puedan calibrar su red de detectores. Con este panorama se puede deducir que el de cazatormentas es uno de los trabajos más raros y curiosos en nuestro país.

Camara superlenta de Meteorage en plena acción hace unos meses en el mirador de Tous (Valencia)

Fuera del mundo de las entidades con detectores de rayos el margen para hacer negocio a costa de entender y documentar in situ el desarrollo de una tormenta decae mucho. Constan investigaciones a nivel científico por parte de la Universidad Politécnica de Cataluña hace algunos años, aunque se echa de menos un mayor interés en general para conocer in situ la dinámica y desarrollo de las tormentas en nuestro país. Analizando a nivel económico las pérdidas y destrozos que se dan en multitud de ocasiones, resulta muy curiosa dicha falta de interés en esta temática.

La situación en Estados Unidos

En Estados Unidos la situación es muy diferente, allí el oficio de cazatormentas está plenamente implantado. La investigación científica e incluso los trabajos de ‘stormchasers’ para diferentes televisiones y seguros entre otros sectores están remunerados. Bien es cierto que las tormentas en dicho país suelen ser mucho más severas e incluso se ven afectados por huracanes, cuya superficie de destrucción es muy amplia; pero todo esto no es más que un ejemplo de cómo invirtiendo dinero en investigación científica y trabajo de campo se puede mitigar un problema para la sociedad.

Así pues si usted está pensando en dedicarse profesionalmente a la caza de tormentas, dada la situación actual, la mejor solución es cruzar el charco.