Oriéntate con la Astronomía (II)

Estamos en el campo o en la montaña y miramos al cielo estrellado con fascinación. También podemos verlo como una ayuda para guiarnos. Te contamos cómo hacerlo.

Orión y Sirio
La constelación de Orión y la estrella Sirio, la más brillante del firmamento, nos van a ayudar a orientarnos.

En los artículos anteriores de orientación, tanto en la meteorológica como en la astronómica, hemos visto cómo guiarnos con elementos naturales de nuestro entorno durante el día. Ahora vamos a utilizar la Luna, los planetas y las estrellas para encontrar los puntos cardinales cuando es de noche.

La Luna nos despista

La Luna nos permite guiarnos tanto de día como de noche, mucho mejor en la fase de los cuartos y siempre teniendo en cuenta que nuestro satélite es “mentiroso” porque cuando está en creciente su forma es una “D” y cuando es menguante (decreciente) es una “C”. En el primer caso sus cuernos mirarán hacia el Este y en el segundo caso hacia el Oeste.

Teniendo en cuenta que nuestro satélite, así como el Sol, recorren aproximadamente 15º en una hora y recordando una serie de equivalencias entre nuestra mano y distintas medidas angulares podremos calcular el tiempo de luz solar que nos queda, algo muy importante si estamos perdidos.

Para ello estiraremos el brazo, según sea la distancia del disco solar al horizonte podremos hacer el cálculo. La anchura del dedo meñique es , la del pulgar , juntos el índice, el corazón y el anular son , el puño cerrado 10º y la palma de la mano completamente abierta desde el pulgar al meñique serían unos 20º.

Orientación durante la noche

Los planetas también nos pueden indicar la dirección este – oeste, ya que en su movimiento respecto del fondo inmóvil de las estrellas recorren la línea imaginaria llamada eclíptica, que también es la recorrida por el Sol. Recordemos que podemos diferenciar un planeta de una estrella porque no titilan. Además, Venus es o bien el lucero del alba o bien el lucero vespertino, por tanto, si no muy lejos del horizonte vemos un punto muy brillante será este planeta y ahí tendremos uno de esos dos puntos cardinales.

Finalmente ya solo nos falta localizar la estrella polar. Para ello vamos a utilizar un “asterismo”, que es un conjunto de estrellas que vistas desde la Tierra parecen formar una figura pero que a diferencia de la constelación no tienen un reconocimiento oficial por parte de la comunidad científica.

Dos de los más conocidos son los que usaremos en nuestra orientación, el “carro o cazo” de la constelación de la Osa Mayor y la “W” o la “M” de la de Cassiopea. Tienen la ventaja que en el hemisferio norte siempre vamos a poder ver con facilidad uno de ellos en la búsqueda de la estrella polar.

Constelaciones de la Osa Mayor y de Cassiopea
Las constelaciones de la Osa Mayor y de Cassiopea, nos ayudan a encontrar la Estrella Polar. Fuente: Stellarium.org

Si nos guiamos por la Osa Mayor, trazaremos una línea imaginaria entre las dos estrellas exteriores o posteriores del carro y la prolongaremos unas CINCO veces hasta encontrar una estrella más brillante, que será la Polar. Si usamos a Cassiopea dos son las opciones que tenemos, en el primer caso uniremos la estrella más abierta del palo de la “W” con la primera estrella del “carro”, aproximadamente a la mitad estará el sol que estamos buscando. Y en el segundo caso uniremos la estrella de en medio de Cassiopea con la cuarta del mango del cazo y también a mitad de distancia estará el Norte.

La Mitología griega nos orienta

En caso de tener problemas para poder ver la parte de la bóveda celeste donde se encuentran alguno de estos asterismos, también podemos usar, principalmente en la época invernal, las constelaciones de Orión y del Can Mayor, ambas muy características por tener la primera el denominado “cinturón” y por estar en la segunda la estrella más brillante que se puede observar, Sirio.

Según la mitología griega tenemos al cazador Orión ayudado por sus dos perros de caza, Can Mayor y Can Menor, en su lucha con el Toro o en la caza de la Liebre, gracias a todas estas representaciones celestes vamos a poder obtener una aproximación de la dirección Sur.

Para ello utilizaremos otro “asterismo”, el denominado triángulo de invierno, una de las figuras que más resaltan en el cielo invernal del hemisferio norte. Está formado por las estrellas más brillantes de las constelaciones del Can Mayor, del Menor y de Orión, es decir, Sirio, Procyon y Betelgeuse, respectivamente y en el sentido de las agujas del reloj.

Estrellas Procyon, Betelgeuse y Sirio, junto a la costelación de Orión
Con triángulo de invierno podemos encontrar el SUR en el hemisferio norte. La elipse marca la constelación de Orión. Stellarium.org

Así que las líneas que partiendo de las estrellas superiores, Procyon y Betelgeuse, convergen en Sirio nos indicarán el suroeste y el sudeste, estando el Sur justo en medio de ambas.

Esperamos que con estos tres artículos sobre la orientación una salida al campo sea mucho más segura y podamos disfrutar de las maravillas de la Naturaleza en todo su esplendor y sin
preocupaciones.