Las Ferias de Hielo de Londres: la parte lúdica de los grandes fríos

Durante la Pequeña Edad de Hielo se celebraron varias ferias sobre las aguas congeladas del Támesis a su paso por Londres. En esas Ferias de Hielo no faltaron las actividades lúdicas.

Feria de Hielo de 1783-84
Grabado de la Feria de Hielo de Londres del invierno de 1783-1784 elaborado por Walter Thornbury y publicado por Cassell, Petter & Galpin, London, en 1873. Fuente: Wikimedia Commons

Las Ferias de Hielo de Londres han quedado inmortalizadas en grabados y pinturas, que permiten hacernos una idea de las múltiples actividades lúdicas que se llevaron a cabo sobre las aguas congeladas del río Támesis cuando la capa de hielo era lo suficientemente gruesa para soportar el peso de personas, puestos y carruajes, que durante algunos crudos inviernos ocupaban un tramo del río a su paso por la capital británica.

Entre 1400 y 1841 (año en que el antiguo puente medieval de Londres fue demolido y reemplazado por el actual Tower Bridge) un total de 26 inviernos se llegó a congelar el Támesis, si bien en dicho periodo sólo se llegaron a celebrar cinco ferias de hielo -todas ellas entre principios del siglo XVII y principios del XIX-, coincidiendo con algunos de los inviernos más crudos de la Pequeña Edad de Hielo. La primera feria tuvo lugar en 1608, por iniciativa de los barqueros del Támesis, que vieron en dicha circunstancia una oportunidad para obtener unos ingresos extras.

La Gran Helada del invierno de 1683-1684

La segunda Feria de Hielo de Londres tuvo lugar durante el invierno de 1683-1684 y fue la más extraordinaria de todas ellas por la magnitud que alcanzó el frío. Se empezó a manifestar con crudeza el 20 de diciembre de 1683. El Támesis permaneció congelado hasta el 6 de febrero de 1684, llegando a alcanzar la capa de hielo 28 cm.

El río se convirtió en un espacio nuevo de la ciudad, en el que se construyó una ancha calle que cruzaba desde Temple (en la City de Londres) hasta Southwark, instalándose en ella tenderetes. Era atravesada por carruajes y se celebraban sobre la costra helada todo tipo de espectáculos y demás atracciones.

Documentos de Ferias de Hielo
Izquierda: Portadilla de una publicación impresa en Londres en 1608, con motivo de la primera Feria de Hielo de 1608. Crédito: © Harvard University. Derecha: Hoja suelta de una publicación impresa sobre el Támesis congelado durante la Feria del Hielo del invierno de 1683-1684. Crédito: © The National Gallery.

La crudeza invernal no afectó solo a las Islas Británicas. Otras zonas de Europa experimentaron también los grandes fríos de la Pequeña Edad de Hielo, celebrándose también muchas actividades recreativas. En los Países Bajos, donde los canales también se congelaban muchos años, se celebraban festivales y carnavales de invierno, tal y como atestiguan las pinturas de paisajistas holandeses como Hendrick Avercamp (1585-1634) o Jan van Goyen (1596-1656), entre otros.

Gran Helada de 1739
El Támesis durante la Gran Helada de 1739. Pintura de Jan Griffier el Joven (c. 1645-1718). © Guildhall Art Gallery, Londres.

El escritor y jardinero inglés John Evelyn (1620-1706) dejó escritas detalladas descripciones de todas las actividades que tuvieron lugar en la Gran Feria de Hielo de 1683-1684, como carreras de trineos, de caballos, títeres, bailes carnavalescos y los puestos en los que se vendían todo tipo de cosas.

También se refirió a las terribles consecuencias del frío tan extremo que se vivió aquel invierno, en el que “Las aves, los peces y los pájaros, y todas nuestras plantas y verduras exóticas perecen universalmente. Muchos parques de ciervos fueron destruidos (…) Londres, debido a la excesiva frialdad del aire que obstaculizaba el ascenso de humo, estaba tan lleno de vapor fuliginoso [lleno de hollín] del carbón de mar (…) que difícilmente se podía respirar.”

Impresiones sobre el Támesis congelado

Si algo se puso de moda en las Ferias de Hielo fue la venta de recuerdos, en particular de tarjetas impresas sobre la capa helada del Támesis. Muchos grabadores londinenses obtuvieron importantes beneficios a través de la venta de dibujos, retratos, poemas y, sobre todo tarjetas personalizadas con el nombre grabado del comprador. El que apareciera escrito “impreso en el río Támesis” era un reclamo al que pocos visitantes de la Feria se resistían.

Tarjeta impresa
Tarjeta impresa sobre el río Támesis helado el 31 de enero de 1684, dedicada al Rey Carlos II y su séquito, con motivo de la visita del monarca a la Feria de Hielo de ese crudo invierno de 1683-1684. Crédito: © British Museum

En el invierno de 1813-1814 tuvo lugar la última Feria de Hielo del Támesis, entre el puente de Blackfriars y el puente de Londres. Comenzó el 1 de febrero y duró cuatro días. En aquella feria se celebraron banquetes, bailes y destacan dos extravagancias: la primera, el elefante que caminó sobre el río pasando por debajo del puente de Blackfriars, y la segunda un libro de 124 páginas titulado “Frostiana o una historia del río Támesis en un estado congelado”, que una impresora llamada George David compuso e imprimió en su puesto de la feria.

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