¿Cuándo volverán los trenes nocturnos a España? Es la gran apuesta por la sostenibilidad en Europa y ya hay fecha

Imagínatelo: recorrer Europa mientras descansas cómodamente entre destino y destino, reduciendo la huella ecológica ya un precio razonable. Y es que ya es posible viajar en trenes nocturnos de nueva generación a las ciudades más importantes de Francia , Alemania , Austria , Italia , Suiza o Países Bajos .

Si los planes siguen lo previsto, España formará parte muy pronto de esta 'nueva' y extensa red que no ha parado de crecer por todo el continente y que se configura como una opción práctica, ecológica y renovada de recorrer largas distancias.

Una red que se extiende y que incluye Barcelona

Hace ocho años, el operador ferroviario ÖBB (Austria), se asoció con SNCF (Francia), DB (Alemania) y CFF (Suiza) para poner en marcha el NightJet, una red de trenes nocturnos que circulan a una velocidad de hasta 230 kilómetros. por hora y ya conectan trece ciudades europeas.

El proyecto, que se ha ido desarrollando por fases, comenzó con las líneas Viena-Múnich y Zúrich-Colonia-Ámsterdam. Posteriormente, se puso en marcha la de Zúrich-Milán-Roma. El año pasado también quedaron conectados Viena, Berlín, Bruselas y París.

A finales de este 2024, se espera que comience a operar una nueva línea entre Barcelona y Zúrich, desde donde se podrán hacer trasbordos hacia Ámsterdam, Venecia o Roma, entre otros destinos.

Todas las comodidades y precios enormes.

Con capacidad para 254 pasajeros, los trenes se distribuyen en cabinas individuales, familiares o para grupos de hasta seis personas, que cuentan con un lavabo (e incluso ducha).

Además, ofrecen servicio de restaurante a la carta o despertador, lo que resulta equiparable a la clase preferente de otras compañías ferroviarias, pero a un precio más barato: desde 30 euros.

Viajar en tren-cama también evita las prisas en los aeropuertos o el problema de los retrasos y las cancelaciones de vuelos. Y reduce gastos porque el vagón es tu hotel y porque al aparecer en el centro de una ciudad, puedes tomar el transporte público, lo que resulta más ecológico y barato.

28 veces más sostenible que viajar en avión

Afortunadamente, cada día crece el número de personas que son conscientes de la necesidad de reducir la huella de carbono de los viajes en avión a través del continente. El tren es una opción fantástica para minimizar su impacto en el medio ambiente.

Un viaje en avión para recorrer los poco más de mil kilómetros que separan París de Berlín genera hasta 0,29 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Hacerlo en tren, sólo 0,01.

La industria de la aviación es responsable de un 2% de las emisiones de CO2 y otros contaminantes que contribuyen al calentamiento global. Su crecimiento constante podría agravar el problema del cambio climático y la degradación del medio ambiente.

Así que no es de extrañar que muchos consumidores estén optando por alternativas de transporte más sostenibles. Y, entre ellas, para viajar por Europa, el tren se configura como ideal para aprovechar la noche y disfrutar de altas prestaciones y una magnífica atención al cliente.

España suspendida en trenes nocturnos

El Trenhotel era un servicio ferroviario nocturno operado por Renfe que entró en funcionamiento en 1991 para sustituir el anterior servicio Talgo Camas. Permitía realizar rutas entre ciudades de España y Portugal, en trenes con asientos y camas, compartimentos para dos y cuatro personas y habitaciones independientes con aseo y ducha.

En 1997, Renfe comenzó a suprimirlos. En mayo de 2020, en plena pandemia de COVID-19, la operadora pública española decidió suspender el servicio de todos sus Trenhotel de manera indefinida alegando razones económicas. Estas son algunas de las rutas desaparecidas:

Trenhotel Rosalía de Castro

Salía de la estación de Barcelona Sants a las 20:20 horas y llegaba a la de A Coruña San Cristovo a las 11:14 del día siguiente.

El viaje tenía una duración total de 14 horas y 54 minutos y realizaba doce paradas, entre ellas, en Astorga, Monforte de Lemos o Santiago de Compostela. Se suspendió en 1997.

Trenhotel Antoni Gaudí

Con salida en la estación de Madrid Chamartín a las 23:00 horas, llegaba a las 07:58 horas del día siguiente a Barcelona Sants, tras casi nueve horas de viaje y parar en ciudades como Guadalajara, Calatayud, Lleida, Reus o Tarragona.

Este tren fue suprimido en el año 2005.

Trenhotel Rías Gallegas

Partía a las 22:14 horas de Madrid Chamartín y finalizaba su recorrido en la de Pontevedra a las 09:33 horas del día siguiente. La duración del viaje era de 11 horas y 19 minutos.

Este tren tenía sus paradas principales en Ávila, Medina del Campo, Zamora u Orense. Se suprimió en 2006.

Trenhotel Atlántico

Durante 12 horas y 11 minutos, recorría el trayecto entre la estación Madrid Chamartín, de donde salía a las 22:14 horas, hasta Ferrol, donde llegaba a las 10:25 horas del día siguiente, tras parar en Palencia, León, Lugo o La Coruña.

Trenhotel Lusitania

Comenzaba su recorrido en Madrid Chamartín a las 21:43 horas y entraba en la estación de Lisboa Santa Apolónia a las 07:30 horas del día siguiente. La duración del viaje era, aproximadamente, de 10 horas y 47 minutos. En su recorrido, paraba en estaciones como Salamanca, Ciudad Rodrigo, Guarda, Santa Comba Däo o Coimbra.

Trenhotel Surexpreso

Salía de Irún 18:45 horas y llegaba a Lisboa a las 07:30 horas del día siguiente tras 12 horas y 45 minutos de viaje. Sus principales paradas eran las de San Sebastián, Vitoria, Burgos, Salamanca o Fátima.

De momento, la presión social y política ha conseguido que Renfe acceda a la recuperación del Trenhotel Galicia, entre Barcelona y Vigo, con paradas, durante las 15 horas y 21 minutos que dura el trayecto, en Tarragona, Lleida, Zaragoza, Logroño, Burgos, Palencia, León o Ponferrada, entre otras.

Mucho nos tememos que, finalmente, será el único superviviente, lo que contrasta con el impulso a la red de trenes nocturnos que están liderando a otros operadores europeos. Una alegría para los amantes de este medio de transporte que nació hace casi dos siglos. Y uno de esos viajes que hay que hacer, al menos, una vez en la vida.