Qué es la NAO u Oscilación del Atlántico Norte

La meteorología no es tan caótica como parece, y hay patrones que condicionan su comportamiento. Uno de los más conocidos es la Oscilación del Atlántico Norte: aquí explicamos sus impactos en España.

índice NAO
La NAO ayuda a prever los patrones de lluvias en el Atlántico norte.

Aunque a simple vista pueda dar la impresión de que la meteorología es caótica e impredecible, en realidad el comportamiento del clima está influido por patrones bien definidos que se repiten y dejan su huella en extensas regiones del planeta. Entre ellos destaca la Oscilación del Atlántico Norte, conocida por sus siglas en inglés como NAO (North Atlantic Oscillation).

La NAO es una de las piezas clave para comprender por qué unos inviernos en Europa son fríos y secos, mientras que otros resultan suaves y lluviosos. Su análisis no solo permite interpretar mejor la variabilidad climática, sino también mejorar las predicciones a medio y largo plazo.

¿Qué es la NAO?

La Oscilación del Atlántico Norte (NAO) se trata de una teleconexión o patrón climático que sirve como herramienta fundamental para anticipar el comportamiento de la troposfera, la capa de la atmósfera donde se desarrollan la mayoría de los fenómenos meteorológicos y donde se manifiesta de forma más clara la interacción entre masas de aire, frentes y sistemas de presión.

Este fenómeno climático describe las variaciones en la diferencia de presión atmosférica entre dos grandes centros de acción del Atlántico Norte: el anticiclón de las Azores, situado en el Atlántico subtropical, y la baja presión de Islandia, localizada en el Atlántico norte subpolar.

La relación entre ambos actúa como un “termómetro” dinámico que regula buena parte de la circulación atmosférica en el hemisferio norte. La interacción entre estos dos sistemas determina en gran medida la intensidad y dirección de los vientos del Atlántico norte, modulando el paso de borrascas y la distribución de frentes.

Como consecuencia, influye directamente en la temperatura, las precipitaciones y la circulación atmosférica en amplias regiones: desde Europa occidental y el Mediterráneo, hasta Norteamérica y el norte de África.

¿Cuáles son sus efectos en el tiempo y en el clima?

El índice NAO tiene dos fases: la positiva y la negativa, cada una con efectos muy distintos sobre el tiempo y el clima, así como en la circulación atmosférica en el Atlántico Norte y las regiones circundantes.

En la fase positiva, la diferencia de presión entre el anticiclón de las Azores y la baja de Islandia se intensifica. Esto refuerza los vientos del oeste y desplaza las borrascas hacia latitudes más altas. Ello no excluye que puedan descolgarse bolsas de aire frío en altura en nuestro entorno.

Con NAO+, las altas presiones del sur hacen subir el chorro polar hacia el norte. Crédito: Maggie Nelson.

Como resultado, el norte de Europa suele experimentar inviernos más húmedos y templados, mientras que el sur del continente y la cuenca mediterránea tienden a registrar un tiempo más seco y cálido de lo habitual.

En la fase negativa, los centros de acción se invierten, lo que permite que las borrascas circulen hacia latitudes más bajas. Bajo este patrón, Europa meridional y la península Ibérica suelen recibir más precipitaciones, con inviernos más fríos y húmedos, mientras que el norte de Europa experimenta condiciones más secas y frías. En este escenario, España suele experimentar un aumento de las lluvias.

El episodio de calor canicular de esta semana está asociado a un patrón de NAO+, con el ascenso de la dorsal subtropical sobre España.

Estas oscilaciones no solo determinan el tiempo a escala regional, sino que también repercuten en sectores clave como la agricultura, la gestión del agua, la energía y el transporte, convirtiendo a la NAO en un indicador fundamental para anticipar riesgos y planificar actividades sensibles a la variabilidad climática.