Polémica por las ciudades esponja: China no pasó la prueba de las lluvias extremas

Las recientes inundaciones catastróficas en Beijing ponen a prueba la efectividad de las “ciudades esponja” y abren el debate: ¿realmente serán capaces de reducir los impactos del cambio climático?

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La semana pasada 33 personasmurieron en China por las inundaciones.

China ha invertido miles de millones de dólares en la creación de ciudades esponja para protegerse contra las lluvias extremas después de que una inundación en 2012 dejó 79 muertos en Beijing. Pero el creciente número de víctimas luego de las últimas tormentas, abrió el debate sobre la efectividad real de estas medidas.

Las inundaciones mataron al menos a 33 personas, destruyeron decenas de miles de hogares y cerraron el segundo aeropuerto más transitado de China, que recientemente había sido inaugurado con la clasificación de “aeropuerto esponja”.

Las ciudades esponja son un concepto de desarrollo urbano que se basa en la idea de que las ciudades deben ser capaces de absorber y almacenar agua de lluvia, en lugar de canalizar y drenar rápidamente. Esto se hace utilizando una variedad de técnicas, como:

  • Jardines de lluvia: se trata de áreas de tierra cubiertas de vegetación que pueden absorber y almacenar agua.
  • Techos verdes: son techos cubiertos de vegetación que pueden absorber y almacenar agua.
  • Calles permeables: las calles se construyen con materiales que permiten que el agua de lluvia se filtre al suelo.
  • Parques y humedales: se crean áreas de tierra abiertas hacia donde escurre el agua y se almacena.
  • Tanques subterráneos: se crean estructuras de almacenaje debajo de la superficie.

Pero incluso con la nueva infraestructura, China no pudo hacer frente a las torrenciales lluvias.

Un largo camino

El Gobierno fue cuestionado sobre si estas inversiones eran las adecuadas teniendo en cuenta que el aumento de temperaturas globales potencia los eventos de lluvias más intensas y cada vez es más difícil para las ciudades mantenerse al día con los repentinos cambios en el clima.

Pero la respuesta de los expertos y gobiernos es contundente. Estos problemas muestran que, en lugar de abandonar el proyecto de la ciudad esponja, China y Beijing deben redoblar esfuerzos y mejorarlos. También aclaran que los beneficios serán a largo plazo, ya que en la actualidad la mayor parte de la ciudad todavía es de concreto, y solo el 1% o el 10% puede considerarse ciudad esponja. El objetivo del gobierno es alcanzar un 20% para 2030.

Además, consideran que vale la pena construir ciudades esponja “no solo porque controlan las inundaciones, sino también porque ayudan frente a las sequías y rellenan los suministros de agua subterránea”.

Un beneficio de las ciudades esponja es que pueden retener más agua en los ríos, la vegetación y el suelo en lugar de perderla por evaporación, lo que significa que son más resistentes a la sequía.

Uno de los problemas con este desarrollo es que necesitan áreas que actúen como esponjas y otras que sean diseñadas para la descarga de agua. “Era un plan bastante bueno cuando se inició, porque quiere tener un enfoque holístico para abordar los problemas de gestión del agua urbana, incluido el control de la contaminación, la gestión de aguas pluviales y la mitigación de inundaciones”, dijo el investigador Hongzhang Xu, "pero ignora los eventos extremos y los desastres como la inundación repentina“.

¿Cuál es su efectividad?

Un estudio único en su tipo utilizó inteligencia artificial para clasificar siete ciudades importantes según su "esponjosidad"; en este caso, la cantidad de espacio natural que tienen para absorber fácilmente el agua de lluvia. La IA compara los árboles y lagos de las ciudades con la cantidad de asfalto que tienen, para medir su capacidad de responder a los impactos climáticos.

Los investigadores midieron en siete ciudades (Nueva York, Londres, Singapur, Mumbai, Auckland, Shanghai y Nairobi) qué parte estaba cubierta por "infraestructura azul y verde" que incluía césped, árboles, estanques y lagos, y cuánto estaba cubierto por "infraestructura gris" como hormigón, pavimento y edificios. También analizaron el tipo y la textura del suelo urbano para evaluar la cantidad de agua que podría contener, así como la cubierta vegetal que ayuda a retener el agua y evitar la escorrentía.

Cada una recibió un porcentaje de "esponjosidad" de 1 a 100%. Las ciudades con calificaciones más altas son las que pueden absorber más agua durante las lluvias. Auckland, en Nueva Zelanda, ocupó el primer lugar con una calificación de esponja del 35%, en gran parte gracias a sus sistemas de aguas pluviales, muchos campos de golf, parques verdes y jardines residenciales de buen tamaño.

Le siguió Nairobi con un 34 %, mientras que Nueva York, Bombay y Singapur ocuparon el tercer lugar con un 30 %, y Shanghái el cuarto con una calificación de ciudad esponja del 28 %. En último lugar se ubicó Londres, con un 22 %, principalmente debido a los altos niveles de asfalto y la pobre absorción del suelo.