La central de Fukushima registra una gran fuga de 5,5 toneladas de agua radiactiva

La fuga de agua radiactiva se produjo debido a un fallo en las operaciones de mantenimiento de la central nuclear. Sin embargo, los expertos afirman que por ahora no hay indicios de contaminación.

Central nuclear de Fukushima, fuga agua radioactiva
La central nuclear japonesa de Fukushima pierde agua radiactiva, pero de momento no hay señales de contaminación. Crédito: Kyodo/REUTERS.

Otra polémica más de la central nuclear de Fukushima, en Japón. El hecho es que el pasado miércoles 7 de febrero, alrededor de 5,5 toneladas de agua radiactiva se filtraron de la central nuclear después de que se dejaran válvulas abiertas durante los trabajos de mantenimiento. La fuga se detectó en una zona de la central que procesa agua contaminada.

En marzo de 2011, un enorme tsunami azotó la central de Fukushima. El agua que inundó el lugar sobrecalentó los reactores nucleares de la central, que explotaron, provocando una contaminación radiactiva a gran escala. El fenómeno dejó 18000 muertos y provocó uno de los peores desastres nucleares de la historia.

La información fue confirmada por Tokyo Electric Power (TEPCO), la empresa que opera las obras en el lugar. Sin embargo, las autoridades japonesas afirman que no hay indicios de contaminación en el entorno exterior de la central.

Aguas residuales tratadas almacenadas en tanques elevados en la central de Fukushima
Aguas residuales tratadas almacenadas en tanques elevados en la central de Fukushima. Crédito: EFE/Archivo/Nicolas Datiche/POOL.

El agua que se filtró contiene 22000 millones de becquerels, la unidad de medida de la radiactividad; pero, según TEPCO, no se detectaron cambios significativos en los puestos de control de radiactividad alrededor de la central ni en las lecturas del monitor de agua en los canales de su interior.

Polémicas anteriores

En agosto del año pasado el gobierno japonés comenzó a verter al océano Pacífico agua radiactiva tratada procedente de la central, aunque bajo muchas protestas.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), organismo vinculado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha aprobado el vertido y garantizado que no hay riesgo para la población ni el medio ambiente. El agua se verterá gradualmente -un máximo de 500 000 litros al día- a través de una tubería submarina de un kilómetro.

El agua radiactiva de la central ha sido tratada para eliminar los materiales radiactivos, excepto el tritio. Todavía no existe una tecnología que pueda eliminarlo, pero las autoridades japonesas afirman que el agua se diluirá en gran medida y se liberará lentamente en el océano a lo largo de décadas.

El gobierno japonés también afirma que el agua se ha filtrado para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos, a excepción del tritio, un isótopo del hidrógeno difícil de separar del agua.

Los residentes de los países vecinos y los propios pescadores locales han expresado su preocupación, advirtiendo de las amenazas que suponen estos residuos para el medio marino y la salud pública. China, por ejemplo, condenó el plan e incluso restringió las importaciones de productos japoneses por temor a la contaminación. Pekín, la capital china, que es el mayor comprador de marisco de Japón, ya ha registrado un descenso del 30% en sus compras.

De hecho, el Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, grabó un vídeo en agosto del año pasado comiendo pescado capturado en la costa de Fukushima para demostrar que era seguro comerlo. "Está muy bueno. Seguro y delicioso", dijo en la grabación.

Fumio Kishida
El Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, comiendo pescado de Fukushima para demostrar que es seguro ingerirlo. Crédito: YouTube/Oficina del Primer Ministro de Japón.

A finales de octubre del año pasado, dos empleados de la planta que trabajaban en ella fueron hospitalizados tras entrar en contacto con agua radiactiva. El accidente se produjo cuando una manguera de drenaje que elimina el líquido de limpieza contaminado se soltó de un tanque receptor. Afortunadamente, sin embargo, no resultaron heridos y TEPCO ha anunciado que ha reforzado la seguridad de sus operaciones.

Así que este caso de fuga no hace sino aumentar los temores sobre la seguridad del proceso de vertido de aguas residuales tratadas al océano Pacífico.