¿La carne roja es buena o mala para la salud? ¿Deberíamos dejar de consumirla? Esto es lo que dicen los expertos

Descubre en este artículo el complejo equilibrio entre los beneficios nutricionales y los riesgos para la salud asociados al consumo de carnes rojas.

Carne roja
¿Deberías reducir tu consumo de carnes rojas o simplemente suspenderlo?

La carne roja, tema recurrente de debate en el mundo de la nutrición, despierta tanto admiración por sus cualidades nutricionales como preocupación por sus potenciales efectos sobre la salud.

El objetivo de este artículo es analizar en profundidad los argumentos de ambas partes, basándose en los resultados de estudios recientes y en las opiniones de expertos en la materia.

La carne roja es útil

El zinc es un nutriente esencial presente en cantidades notables en las carnes rojas. Desempeña un papel crucial en el desarrollo muscular, la función cerebral saludable y la construcción de un sistema inmunológico sólido. Una porción de carne roja del tamaño de la palma de la mano, consumida tres veces por semana, puede satisfacer las necesidades diarias de zinc.

Además, la carne roja es una rica fuente de vitamina B, incluida la vitamina B12, esencial para un sistema nervioso sano, y la vitamina B6, importante para el sistema inmunológico. La niacina y la riboflavina, también presentes, favorecen la buena digestión y contribuyen a la salud de la piel y los ojos. Algunas carnes rojas magras contienen ácido oleico, que es beneficioso para el colesterol.

Efectos sobre la salud: ¿son fiables los estudios?

Evaluar los efectos de la carne roja sobre la salud es complejo, ya que los estudios en el campo de la nutrición a menudo enfrentan desafíos metodológicos. Los estudios aleatorios doble ciego, considerados el estándar de oro en la investigación médica, son difíciles de realizar en el campo de la nutrición.

Por lo tanto, la mayoría de los estudios sobre dietas son observacionales y se basan en los autoinformes de los participantes. Estos estudios pueden sufrir diversas limitaciones, como errores de memoria o sesgos de deseabilidad social.En definitiva, es difícil establecer vínculos confiables de causa y efecto entre el consumo de carne roja y sus impactos en la salud.

Consumo de carnes rojas: ¿qué dice la OMS?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la carne roja puede ser un componente beneficioso de una dieta equilibrada, particularmente debido a su riqueza en hierro altamente biodisponible y vitamina B12.

Sin embargo, el consumo excesivo se asocia con mayores riesgos para la salud, incluidos cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Los métodos de cocción a alta temperatura, como asar y freír, pueden aumentar la producción de compuestos nocivos. Además, el consumo de carnes ultraprocesadas puede aumentar los riesgos para la salud más allá de los asociados con las carnes rojas en general.

¿Reducir su consumo para proteger el planeta?

También es fundamental considerar el impacto ambiental de la producción de carne roja. La cría de rumiantes es responsable de importantes consecuencias ambientales, como las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso intensivo de agua y tierra y la pérdida de biodiversidad.

vacas en una llanura de pastoreo
Aproximadamente el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura a nivel mundial son atribuibles a la producción de carne roja y leche.

La producción de carne roja y leche representa alrededor del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura mundial.

En conclusión, el consumo de carnes rojas tiene importantes beneficios nutricionales, pero debe moderarse para evitar mayores riesgos para la salud. Además, reducir el consumo de carnes rojas a escala global reducirá significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.