Embalses en septiembre: ¡continúan perdiendo agua pese a las lluvias!

Con un mes más húmedo de lo normal en muchas regiones, lo lógico sería que la reserva de agua hubiera empezado a recuperarse pero no, ha continuado descendiendo. Seguimos con cuencas por debajo del 30% de su capacidad. Veamos a continuación cómo han evolucionado nuestros embalses en septiembre.

Embalse de Salime, en la provincia de Asturias, en la cuenca del Cantábrico occidental.
Embalse de Salime, en la provincia de Asturias, en la cuenca del Cantábrico occidental, está sufrido un enorme desembalse y es uno de los que más agua ha perdido durante septiembre.

Varios han sido los episodios de precipitación durante septiembre, que principalmente han afectado al sur y al este peninsulares, además de las islas Baleares. En lo que llevamos de mes y para observatorios principales, la máxima cantidad de agua recogida, hasta el momento, son los 218 l/m2 del aeropuerto de San Sebastián. Aunque hay estaciones que, debido a las lluvias torrenciales de las dos danas sufridas durante septiembre, han medido cantidades más elevadas. 

En la otra cara de la moneda hay algunas áreas peninsulares, en especial del sureste, que se han encontrado a la sombra de las perturbaciones y donde las precipitaciones han sido escasas. Con todas estas particularidades, podemos considerar a septiembre un mes muy húmedo en el conjunto de la Península.

En este mes, solo las altas temperaturas han sido un factor adverso para nuestros embalses.

Las temperaturas se están manteniendo por encima de la media, sobre todo los valores nocturnos, aunque en todos los casos se están normalizando. Y, por otro lado, las rachas de viento han estado ligadas a las tormentas, por lo que han sido bastante locales. En el resto del mes el viento no ha sido tan fuerte como en otras ocasiones. El otro factor a tener en cuenta es la humedad relativa, que ha mostrado valores muy superiores a los normales.

Por tanto, de las principales condiciones meteorológicas para la evaporación, solo las temperaturas están siendo adversas para nuestros embalses

Las lluvias han incrementado las reservas solo en algunos casos

Este mes ha tenido varios momentos importantes de precipitaciones. Para la reserva hídrica, los más destacados fueron los registrados entre los días 6 y 10 en el extremo norte peninsular, en especial en el oeste de Galicia; las precipitaciones del 21 al 22 en el área levantina, y del 23 al 24 en el suroeste de la Península.

Los embalses que más se deberían haber beneficiado de esta situación tenían que ser los de las cuencas de Galicia, Tajo, Júcar y Tinto, Odiel y Piedras, aunque muchas de esas precipitaciones, principalmente del levante, no han llegando muy tierra a dentro.

Aunque ha llovido bastante junto al Mediterráneo, las precipitaciones no hay llegado muy tierra adentro y los embalses no se han beneficiado como podríamos esperar.

De todos los pantanos de estas cuencas, el que más ha aumentado es el de Valdecañas, en la provincia de Cáceres, con una subida del 24%. Este embalse de uso variado, terminado en 1964, tiene una superficie máxima de ocupación de 7.300 ha, es alimentado por el río Tajo y está situado a pocos kilómetros de la sierra de Gredos, por lo que sí ha podido recoger parte de las lluvias. La cuenca que más ha aumentado ha sido la de Tinto, Odiel y Piedras, con una subida cercana al 2,0%.

Embalse de Valdecañas, en la provincia de Cáceres, en la cuenca del Tajo. En la imagen el denominado “dolmen de Guadalperal”.
Embalse de Valdecañas, en la provincia de Cáceres, en la cuenca del Tajo, uno de los que más ha aumentado este mes. En la imagen el denominado “dolmen de Guadalperal”, monumento megalítico que data de finales del V y el III milenio a.C y que suele estar bajo las aguas de este pantano.

La radiación solar y el factor humano son los principales culpables de las pérdidas

Como sabemos, el problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Los factores que más influyen en ella son la temperatura, el viento y la radiación solar; en este mes de septiembre el más negativo ha sido este último. Aunque ha ido disminuyendo, todavía hemos pasado por uno esos tramos con más horas de Sol.

Debemos mantener la vigilancia en varios pantanos donde el factor humano ha trastocado su evolución, sufriendo grandes desembalses durante los últimos meses, principalmente en las cuencas del Duero y del Ebro. El de Ricobayo en Zamora ha sido vaciado hasta el escaso 11% de la actualidad y el de Mediano, en Huesca, ha perdido en los últimos meses algo más del 50%, estando en la actualidad a tan solo el 17% de su capacidad.

El 'vaciado' se ha convertido en uno de los principales enemigos de embalses como el de Ricobayo y Mediano, en Zamora y Huesca.

Una de las zonas donde las precipitaciones están siendo "normales" es el área cantábrica. Esto, unido a los factores humanos, hace que la cuenca más perjudicada en este mes sea precisamente la del Cantábrico occidental, con una pérdida ligeramente superior al 13%. Y cuidado porque ahora están vaciando uno de los pantanos principales de esta cuenca, el de Salime, que casi ha perdido el 40% de su capacidad durante estos últimos meses.

Conclusiones

Ya hemos pasado el verano y pese a las precipitaciones de septiembre aún hemos perdido algo más del 2% en el agua embalsada, que en estos momentos está al 40,32%, un 4% inferior a la misma fecha del año pasado. Además, nos encontramos por debajo de la media de los diez últimos años, algo más de un 12%.

En situación atmosférica normal, ya concluido el verano, deberíamos empezar a tener temporales atlánticos. De todas maneras, hay que seguir vigilando mucho la situación de nuestros embalses, principalmente en el sur peninsular, ya que la cuenca del Guadalquivir es la peor de todas con tan solo un 27,09% de su capacidad