Unos científicos de EE. UU. consiguen una “pastilla de ejercicio” capaz de engañar al cuerpo para quemar grasa

¿Y si el futuro del ejercicio no estuviera en el gimnasio, sino en una pastilla? Un innovador compuesto desarrollado por científicos en Estados Unidos promete revolucionar la forma en que entendemos el esfuerzo físico.

Hombre haciendo ejercicio
Unos científicos han desarrollado un compuesto que ejerce el mismo resultado que al hacer ejercicio físico

¿Y si pudieras obtener los beneficios del ejercicio sin moverte del sofá? Esa idea, que parece sacada de una película de ciencia ficción, podría estar más cerca de la realidad de lo que creemos.

Un nuevo compuesto llamado SLU-PP-332 ha sido desarrollado por investigadores en Estados Unidos, y según los estudios más recientes, puede activar en el cuerpo las mismas rutas metabólicas que se encienden durante el ejercicio físico, sin necesidad de levantar un solo peso.

Más que un quemagrasas

Este avance, publicado en 2023 por la revista ACS Chemical Biology, demuestra que el SLU-PP-332 actúa sobre los receptores ERR, piezas clave en la regulación del metabolismo energético. La activación de estos receptores aumenta la eficiencia de las mitocondrias y promueve una mayor quema de grasa.

En pruebas con ratones, los resultados fueron sorprendentes: los animales tratados con este compuesto corrieron un 70% más de tiempo y recorrieron un 45% más de distancia, sin entrenamiento previo. Estos efectos están relacionados con cambios en la musculatura, como el aumento de fibras tipo IIa, comunes en atletas de resistencia.

Los beneficios del SLU-PP-332 no se limitan a una mejora en la resistencia. En 2024, otro estudio publicado en Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics reveló que este compuesto podría ser una herramienta poderosa contra la obesidad y el síndrome metabólico. Ratones obesos que recibieron el tratamiento durante un mes perdieron hasta el 12% de su peso corporal, redujeron significativamente su grasa acumulada y mejoraron su sensibilidad a la insulina, sin cambiar su dieta ni su nivel de actividad física.

Mujer midiéndose el abdomen
Este compuesto podría ser una herramienta poderosa contra la obesidad y el síndrome metabólico

Además, investigaciones presentadas en la reunión anual de la American Chemical Society indicaron que este tipo de compuestos también podrían fortalecer el corazón en casos de insuficiencia cardiaca y ofrecer protección neuronal, lo que abre una puerta interesante para enfermedades como el Alzheimer.

¿En cuánto tiempo podría desarrollarse?

A pesar del entusiasmo, hay que ser prudentes. Por ahora, el SLU-PP-332 solo se ha probado en animales. Como señala Thomas Burris, investigador principal del proyecto, “llevar esto a humanos toma su tiempo”. Antes de que llegue a las farmacias, se deben realizar más estudios sobre seguridad, eficacia, forma de administración (actualmente se inyecta) y, por supuesto, ensayos clínicos en humanos. El desarrollo completo podría tardar hasta una década.

Para acelerar el proceso, se ha fundado una startup llamada Pelagos Pharmaceuticals, que está trabajando en versiones mejoradas del compuesto y en pruebas para distintas enfermedades.

¿El fin del ejercicio físico?

Si finalmente se aprueba, este medicamento podría suponer un avance enorme para personas con obesidad, diabetes o movilidad reducida. Entre sus posibles beneficios están el aumento de la quema de grasa y del gasto calórico basal, la prevención de la pérdida muscular en personas inactivas y los efectos positivos sobre órganos vitales como el corazón y el cerebro.

Sin embargo, también existen limitaciones importantes. Por ejemplo, no mejora la salud ósea ni articular, y aún no se sabe si puede replicar los beneficios emocionales del ejercicio, como el alivio del estrés o el bienestar mental.

Persona midiéndose el nivel de azúcar en sangre
Esta investigación podría suponer un avance enorme para personas con obesidad, diabetes o movilidad reducida

Y aquí es donde aparece el debate social. Si se popularizara como una solución “mágica”, podría generar una falsa percepción de que ya no hace falta hacer ejercicio, debilitando la cultura del deporte y favoreciendo el aumento del sedentarismo. Además, existen riesgos de uso indebido en el ámbito del deporte competitivo, como ya ha ocurrido con otras sustancias que mejoran artificialmente el rendimiento.

En definitiva, esta “pastilla de ejercicio” tiene el potencial de cambiar vidas, pero por ahora, la mejor receta sigue siendo moverse… hasta que la ciencia diga lo contrario.

Referencias de la noticia

Billon, Cyrielle; Schoepke, Emmalie; Avdagic, Amer; Chatterjee, et al. (2024). A Synthetic ERR Agonist Alleviates Metabolic Syndrome. Pharmaceutical and Administrative Sciences Faculty Publications. 44.

Cyrielle Billon; Sadichha Sitaula; Subhashis Banerjee et al. (2023). Synthetic ERRα/β/γ Agonist Induces an ERRα-Dependent Acute Aerobic Exercise Response and Enhances Exercise Capacity. ACS Publications.