Unos científicos confirman el nacimiento en Castilla y León del primer pigargo, un águila extinguida en el siglo XIX
El pigargo, considerado el águila más grande de Europa y desaparecido de la península desde el siglo XIX, ha vuelto a criar en libertad. El nacimiento de su primer pollo en Castilla y León supone un acontecimiento histórico para la fauna ibérica.

Hace más de un siglo que el pigargo europeo desapareció de la península Ibérica, víctima de la persecución humana y la pérdida de su hábitat. Ahora, esta poderosa rapaz de envergadura colosal ha vuelto a nacer en libertad en Castilla y León, marcando un hito histórico para la conservación de la fauna española.
El nacimiento pertenece a la primera cría de pigargo en más de cien años. El hallazgo ha llenado de optimismo a biólogos y naturalistas, que ven en este acontecimiento una oportunidad única para recuperar a una de las aves más emblemáticas de Europa.
El águila más grande de Europa
El pigargo (Haliaeetus albicilla) es el águila más grande del continente, con alas que alcanzan hasta 2,5 metros. Su desaparición en España a finales del XIX parecía definitiva, pero los esfuerzos de conservación han logrado revertir esa historia.
La pareja formada por Pimiango y Mansolea, dos ejemplares liberados en la cornisa cantábrica dentro de un programa de reintroducción, fue la protagonista de esta hazaña. Tras semanas de incubación, el pollo nació en primavera y pronto fue marcado con GPS para su seguimiento.
El joven macho pesaba ya 3,5 kilos en su primera revisión, mostrando fuerza y buen estado. Su localización exacta se mantiene en secreto para evitar molestias y garantizar la tranquilidad del nido.
Proyecto Pigargo: una apuesta ambiciosa
El nacimiento es fruto del “Proyecto Pigargo”, iniciado en 2021 con la liberación de 25 aves procedentes de Noruega en Asturias y Cantabria. La iniciativa, impulsada por GREFA y apoyada por el Ministerio para la Transición Ecológica, buscaba asentar de nuevo la especie en la península.

Con los años, varios ejemplares formaron parejas estables y comenzaron a reproducirse. Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de polémicas. Algunos colectivos advirtieron de posibles efectos negativos sobre la pesca y otras especies autóctonas, lo que llevó a que Asturias y Cantabria se desligaran de la iniciativa en 2023.
¿Deben recuperarse especies extinguidas?
En este escenario, el éxito registrado en Castilla y León adquiere un valor doble: no solo confirma que el pigargo puede adaptarse, sino que demuestra que la comunidad ha sabido ofrecer un entorno seguro para su desarrollo. La Junta colaboró en el marcaje y en las tareas de vigilancia para asegurar la viabilidad del nido.
El pollo de pigargo se convierte ahora en símbolo de un debate abierto: ¿debemos traer de vuelta especies que desaparecieron hace más de un siglo? Los defensores señalan que es una oportunidad para restaurar ecosistemas y reparar errores del pasado. Los críticos, en cambio, advierten de conflictos con las actividades humanas y piden más estudios antes de seguir adelante.
Mientras tanto, la cría crece bajo el amparo de sus progenitores en un enclave protegido, con un seguimiento cercano para garantizar su supervivencia. Su futuro será decisivo: si logra llegar a adulto y formar pareja, abrirá la puerta al regreso definitivo del pigargo a los cielos ibéricos.

El nacimiento del primer pollo de pigargo en Castilla y León tras más de cien años es más que un dato biológico. Representa un acto de resiliencia de la naturaleza y un recordatorio de que la conservación puede cambiar el destino de las especies.