¿Afecta el cambio de hora a la salud? Esto es lo que dicen unos expertos de Stanford

¿Te cuesta adaptarte cada vez que cambian la hora? No estás solo. La ciencia lo confirma: ese simple gesto de mover las agujas tiene efectos reales en tu cuerpo. ¿Cómo afecta el cambio horario a tu salud?

La madrugada del 25 de octubre al 26 volverán a alterarse los relojes para atrasarlos una hora y adecuarlos al horario de invierno

Dos veces al año, el cambio de hora altera el ritmo de vida de millones de personas en todo el mundo. La madrugada del 25 de octubre al 26 volverán a retrasarse los relojes una hora y adecuarlos al horario de invierno. Lo que comenzó como una medida para aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía, hoy se considera una práctica obsoleta con efectos negativos sobre la salud.

Un reloj biológico desajustado

El cuerpo humano funciona según un ciclo interno de unas 24 horas conocido como ritmo circadiano, que regula funciones esenciales como el sueño, la temperatura corporal, el metabolismo y la secreción hormonal. Este sistema se sincroniza principalmente gracias a la exposición a la luz natural.

Cuando se cambia la hora, especialmente al inicio del horario de verano, se altera esa sincronización entre el reloj biológico y la hora social, generando un desajuste temporal que afecta al descanso, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo.

Un estudio de la Universidad de Stanford ha analizado el impacto de tres políticas horarias: el cambio bianual, el horario de verano permanente y el horario estándar permanente. Los resultados muestran que mantener un horario fijo es siempre más saludable que cambiarlo dos veces al año, y que el horario estándar, equivalente al de invierno, es el que produce un mejor alineamiento entre el cuerpo y el ciclo solar.

Obesidad
Evitar el cambio horario podría reducir millones de diagnósticos de obesidad

Según las simulaciones, esta política podría prevenir cientos de miles de casos de ictus y reducir millones de diagnósticos de obesidad cada año al mejorar la regularidad del sueño y la sincronización circadiana.

Evidencia de laboratorio y simulaciones de luz

Los efectos del cambio horario también han sido observados en estudios de simulación circadiana. Una investigación publicada en Scientific Reports ha modelado cómo se adaptan los ritmos biológicos al adelanto o retraso del reloj. En ese sentido demuestra que el cuerpo necesita entre cinco y diez días para ajustarse al horario de verano. Las personas con cronotipos tardíos son las que más sufren este desfase.

Además, la exposición a la luz natural tiene un papel clave. Aumentar la luz diurna y reducir la nocturna acelera la adaptación. Actividades como caminar por la mañana o evitar luces intensas por la noche ayudan significativamente. En cambio, la iluminación artificial constante, común en oficinas y hogares, agrava los efectos negativos en el sueño y el metabolismo.

El caso español

El debate sobre la salud y el cambio de hora también ha llegado a Europa. En el caso de España, los expertos añaden una particularidad y es que el país mantiene un desfase con respecto a su hora solar real. Por motivos históricos, España utiliza el mismo huso horario que países situados más al este, lo que implica que la población viva “adelantada” respecto al sol.

Persona durmiendo
España mantiene un desfase con respecto a su hora solar real

Los especialistas en cronobiología advierten de que este desfase favorece hábitos más nocturnos, reduce el descanso y contribuye al aumento de la llamada “deuda de sueño”. En consecuencia, incluso con el horario estándar, España se mantiene parcialmente desalineada con su ciclo solar natural.

Además de eliminar el cambio estacional, sería recomendable ajustar el huso horario a la posición geográfica real del país, alineándose con Portugal y Reino Unido.

En última instancia, los científicos coinciden en que cuanto más alineada esté nuestra vida con la luz del sol, más saludables serán nuestros ritmos biológicos. El desafío, tanto en Estados Unidos como en Europa, consiste en traducir esta evidencia en una política horaria estable que priorice la salud por encima de la costumbre.

Referencias de la noticia

Bai, N. (2025). Study suggests most Americans would be healthier without daylight saving time. Stanford Medicine.

Cooman, A. I. M., Ma, X., Zhao, W., Oosterman, J. M., et al. (2024). Model-based strategies to mitigate the health impact of daylight saving time transitions. Scientific Reports, 14, Article 10777.

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