Los 5 megatsunamis ocurridos en España... y los que podrían suceder

En vísperas del Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, establecido por la Asamblea General de la ONU en 2015, recordamos los grandes tsunamis sufridos en España y las zonas más propensas a sufrirlos en un futuro.

Tsunami es una palabra de origen japonés formada por dos términos: tsu, que significa “puerto” o “bahía”, y nami “ola”; e indica un maremoto en un puerto.

Un tsunami es una sucesión de olas gigantes asociada a una perturbación bajo el agua, generada principalmente por terremotos que ocurren en el fondo del océano o por posibles erupciones volcánicas, derrumbes costeros, deslizamientos de tierras submarinas o incluso del impacto de un meteorito en el océano.

Las olas formadas por los tsunamis son enormes paredes de agua, de hasta decenas de metros de altura, con un alto poder destructivo. Indonesia junto a Japón, son, por desgracia, los países del mundo más azotados por este tipo de fenómenos. De ahí, que la creación del Dia Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis fuera una idea originaria de Japón, debido a su reiterada y amarga experiencia a lo largo de los años.

El Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis 2021 enfatiza la necesidad de mejoras sustanciales en la cooperación internacional con los países en desarrollo a través de un apoyo adecuado y sostenible.

En los últimos cien años se han registrado 58 tsunamis en el planeta: 260.000 muertes superando, con creces, a cualquier otro desastre natural. El mayor número de muertes se registró en el de 2004, en el océano Índico, con más de 227.000 fallecidos en los 14 países afectados.

Megatsunamis en España

Aunque los tsunamis son un peligro a menudo subestimado en el mar Mediterráneo y partes de Europa, con la reciente erupción del volcán en la isla de La Palma son muchos los que se plantean si es posible la formación de un tsunami de manera inminente en las inmediaciones del archipiélago canario.

Desastre ocasiones en Japón en 2011 a consecuencia de la llegada de tsunami a sus costas.

Los expertos afirman que en el presente no es probable que ocurra, debido a que las condiciones necesarias para la formación de estos fenómenos requieren una sismicidad y una producción de energía mucho más fuerte e intensa de la que se ha registrado hasta ahora.

Aún así, no se descarta que en un futuro geológico exista la posibilidad de ocurrencia de este tipo de fenómenos, al igual que ocurrió en el pasado, cuando las grandes erupciones de hace muchos miles de años provocaron deslizamientos del terreno y tsunamis en las islas.

Concretamente, han sido cinco los megatsunamis que se han producido en Canarias durante el último millón de años, precedidos de gigantescos deslizamientos de tierra y de erupciones volcánicas explosivas. Uno de esos tsunamis que afectó a Gran Canaria llegó a generar olas de hasta 290 metros en Agaete. Cada uno de estos cinco grandes tsunamis tuvieron origen en el edificio volcánico de Tenerife en el Pleistoceno Medio, alguno posiblemente relacionado con el Teide.

Y la nueva zona propensa que se ha descubierto

Un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que la falla activa de Averroes, situada en el Mar de Alborán, tiene más potencial para generar tsunamis costeros de lo que se creía hasta ahora.

Señal de alerta de tsunami en Japón; sistema de altavoces junto con la dirección de zona segura.

Según una simulación del equipo de investigadores, un nuevo episodio sísmico en la falla formaría olas que alcanzarían e inundarían la costa sur de España y el norte de Marruecos. Estas olas podrían alcanzar los seis metros de altura y tardarían en llegar a la costa entre 21 y 35 minutos.

Estas olas gigantes pueden representar una amenaza para las poblaciones costeras, dañar infraestructuras marinas y terrestres, y provocar una crisis económica y medioambiental. Es por ello, que el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis pretende mentalizar a la población y dar un impulso a las administraciones para mejorar las medidas de planificación encaminadas a la mitigación del impacto de un posible evento de este tipo.