Más bonita que la buganvilla y casi indestructible: resistente al sol, requiere poco riego y decora cualquier rincón

Sí, existe una planta trepadora ideal para terrazas y jardines secos con todas estas cualidades: aguanta en espacios asolanados, apenas necesita cuidados y regala flores espectaculares durante meses. Una alternativa elegante y sorprendente a otras opciones más conocidas.

Flores espectaculares, pocas necesidades hídricas y bajo mantenimiento, ¿qué más se puede pedir?

Si buscas una planta trepadora resistente al sol, de bajo mantenimiento y con una floración espectacular, existe una opción que no puedes pasar por alto. Más refinada que la buganvilla y sorprendentemente adaptable, esta planta es perfecta para transformar cualquier espacio exterior en un rincón lleno de vida y color.

Así es la clemátide (Clematis spp.): su combinación de belleza, resistencia, bajo requerimiento hídrico y poca demanda de cuidados, la convierten en una opción sobresaliente. Así que te contamos todo lo que necesitas saber si quieres hacer de esta trepadora la gran protagonista de tu jardín o terraza.

Belleza en múltiples formas y colores

Una de las cualidades más valoradas de esta planta ornamental son sus llamativas flores. También su capacidad para cubrir muros, rejas, pérgolas o celosías.

El género clematis engloba más de 300 especies y decenas de híbridos que ofrecen una gama impresionante de formas, tamaños y colores que van desde el blanco hasta el púrpura intenso, pasando por rosados suaves y azules profundos.

Además, a diferencia de otras plantas trepadoras para jardín, como la popular buganvilla, la clemátide tiene flores más delicadas, por lo que es ideal para quienes buscan una estética más elegante sin comprometer la resistencia.

Una planta amante del sol

Otra de las grandes ventajas de la clemátide es su capacidad de adaptación. Esta trepadora aguanta muy bien en espacios soleados, eso sí, necesita que su base esté fresca y sombreada.

Para conseguirlo, se pueden colocar piedras o plantas tapizantes alrededor de su pie. De este modo, se mantendrá la humedad sin necesidad de realizar riegos frecuentes.

La clemátide es ideal para adornar espacios mediterráneos.

Por eso, la clemátide es una buena opción para quienes viven en zonas con escasez de agua o apuestan por crear un jardín sostenible ya que, cuando la planta ya está establecida, tolera bastante bien los períodos secos siempre que el suelo esté bien drenado.

Esto la convierte en una excelente alternativa a otras trepadoras más exigentes como la buganvilla o el jazmín.

Perfecta para cubrir estructuras

Dependiendo de la variedad escogida, la clemátide puede alcanzar entre 3 y 5 metros de altura. Su capacidad para trepar y cubrir estructuras la convierte en una elección muy recomendable para crear sombraje natural o dividir espacios.

Por su bajo consumo de agua, versatilidad y espectacularidad, la clemátide es ideal para jardines secos, verticales o patios mediterráneos. Su presencia aportará un toque natural, romántico y elegante a cualquier espacio exterior.

No contar con un jardín en casa tampoco es un obstáculo para disfrutar de esta planta, ya que también se adapta muy bien al cultivo en macetas grandes, así que es posible colocarla en terrazas y balcones soleados.

Floración prolongada y fácil mantenimiento

Respecto a sus cuidados y mantenimiento, la clemátide solo necesita una poda anual para estimular una floración abundante.

A la hora de realizar esta tarea es necesario tener en cuenta la variedad, ya que algunas clemátides florecen en tallos del año anterior y otras en brotes nuevos.

Existen más de 300 variedades de clemátide de bellísimos colores.

Por eso, te aconsejamos consultar en el vivero donde la adquieras los aspectos importantes sobre esta cuestión.

La floración de la clemátide es prolongada y puede ir desde finales de la primavera hasta bien entrado el otoño.

Plagas y enfermedades

En cuanto a las plagas y enfermedades, esta trepadora es bastante resistente, pero conviene evitar el exceso de humedad para prevenir hongos. Esto se soluciona con sustrato de calidad bien aireado y un buen drenaje, que harán que tu clemátide se mantenga sana y vigorosa durante años.

Los patógenos y las plagas suelen atacan a las plantas debilitadas, por lo que es muy importante prevenir desde el principio eligiendo la variedad de clemátide más adecuada para tu región.