Cuidados de la buganvilla, la reina del color en la primavera: consejos de experto para que florezca todo el año

Si has dado un paseo por las calles de la ciudad y una mancha de color morado, rosa, naranja o blanco te hizo voltear, es muy probable que te hayas encontrado con una buganvilla o bugambilia (Bougainvillea), una de esas plantas que no se olvidan, intensa, escandalosa y siempre llamativa.

Una planta con una energía muy alegre y que se ha ganado el corazón de quienes quieren darle vida a sus jardines, patios o paredes. Y es que a esta planta no le importa si vives en el campo o en la ciudad, se adapta como si nada. Y aunque es originaria de Sudamérica, está extendida por muchas zonas del mundo.

Algo curioso es que lo que nosotros pensamos que son flores en realidad son hojas modificadas llamadas brácteas. Las verdaderas flores son pequeñas, de color blanco, muy discretas y vienen en diferentes colores, se enredan, trepan, caen en cascada o hasta son capaces de hacer un espectáculo en nuestros jardines sin mucho esfuerzo.

La buganvilla, el clima y otros secretos

Algo importante que hay que tomar en cuenta es el hecho de que la bugambilia es una planta amante del sol. Así, mientras se encuentre en un lugar en donde reciba la luz constante y de manera directa se sentirá mucho mejor, pero si la tienes en un espacio con sombra o luz indirecta es posible que sobreviva pero no va a florecer en todo su esplendor.

Es por eso que el espacio en donde la tengas es el primer punto clave para que se mantenga en floración durante todo el año, sin importar demasiado si la tienes en tu jardín, tu balcón o incluso en forma de bonsái o en alguna maceta. Sí o sí deberá de tener por lo menos seis horas de sol al día: el sol es su vitamina y sin él, no da lo mejor de sí.

Y no te preocupes si no vives en una zona de clima cálido, porque también es bastante resistente al frío moderado, aunque, eso sí, suele sufrir mucho cuando las heladas son frecuentes. En áreas donde las temperaturas bajan mucho, te recomendamos protegerla o incluso tenerla en maceta para poder moverla al interior de tu hogar.

Debes de saber que la buganvilla puede vivir feliz en una maceta o creciendo en el suelo. Cuando está en jardín puede extenderse más, enraizar mejor y desarrollar toda su potencia. Pero si solo tienes espacio en macetas no hay problema, solo procura que el recipiente sea lo suficientemente grande, profundo y, sobre todo, que tenga buen drenaje.

Aunque la buganvilla no es muy exigente, es necesario alimentarla, por lo que aplicar nutrientes de vez en cuando ayudará mucho. Para ello puedes usar un fertilizante rico en fósforo, que es el elemento que estimula la floración. Y evitar fertilizantes con mucho nitrógeno, porque la planta se concentrará solamente en desarrollar hojas y nada de flores.

Pautas de poda y riego

El error más común que siempre cometemos con las plantas es que las regamos de más, y la buganvilla es más resistente a la sequía de lo que pensamos, así que si se te olvida regarla unos días no pasa nada. De hecho, si la riegas mucho podrías estar impidiendo su floración, por lo que lo ideal es dejar que la tierra se seque bien entre riegos.

Durante el invierno o épocas de frío, debemos de disminuir la cantidad y frecuencia del riego aún más. En esas fechas la planta entra en una especie de descanso y no necesita tanto, así que con regarla una vez por semana con poca agua será suficiente para que no se seque por completo.

Para que la floración sea espectacular, la poda es el secreto de todo: no tengas miedo de meter tijera. De hecho una buena poda estimula la floración, es como cuando te recomiendan cortar las puntas de tu cabello para que te crezca más sano y bonito. Por eso la poda es básica para mantenerla bonita y en forma.

La mejor época para realizar esta poda siempre será al final del invierno o al inicio de la primavera, momentos antes de que empiece la temporada fuerte. Solo cuida de no cortarla en la época de floración porque puedes quitarle los botones que apenas van saliendo, y eso evitara por completo que vivamos la belleza de sus colores.

Sol, poco riego, podas bien hechas y algo de alimento, eso es lo que necesita la bugambilia. No es difícil y una vez que le coges el truco ya no hay vuelta atrás: te vas a volver fan de ella. Recuerda que al final, cuidar una buganvilia no se trata de seguir reglas estrictas, sino de irla conociendo, observando y aprendiendo con ella.