Miles de antorchas iluminan la Borgoña para salvar las viñas

En los últimos días se han hecho virales las imágenes de miles de antorchas iluminando las viñas de la Borgoña. ¿Qué utilidad tiene este método? Aquí te lo contamos.

El mes de marzo se despidió en Europa con récords de calor en bastantes zonas del continente, como consecuencia de una potente advección de aire subtropical que arrancó desde el norte del continente africano. Sin ir más lejos, en algunas estaciones de Francia se superaron los 25 ºC, una temperatura más propia de verano.

No obstante, con la llegada de abril el aire cálido dejó paso a una irrupción fría de procedencia ártica, y volvieron a batirse efemérides, pero por todo lo contrario. Estos cambios tan bruscos suponen un gran trastorno para frutales y cultivos, y precisamente en los últimos días los viñedos de la Borgoña, en el centro de Francia, han sido noticia por este motivo.

Encender antorchas entre los cultivos en noches muy frías es una técnica ancestral, elevando la temperatura 3-5 ºC en el entorno, que puede marcar la diferencia entre las pérdidas millonarias y salvar la cosecha.

Las noches de esta semana han sido de infarto para los viticultores de Chablis y de otras muchas localidades. Las temperaturas han llegado a situarse por debajo de los -5 ºC, y si no se hubieran tomado medidas estaríamos hablando de una catástrofe aún mayor para estas viñas tan preciadas. ¿Cuál ha sido la solución? Una técnica ancestral: encender miles de antorchas por la noche.

El aire cálido que generan puede elevar la temperatura del entorno hasta 3-5 ºC, que no puede parecer mucho a simple vista, pero que puede marcar la diferencia entre perder millones de euros o salvar la cosecha. A pesar de ser un espectáculo cautivador para los curiosos, muchos viticultores franceses llevan noches sin dormir, y desgraciadamente las pérdidas han sido muy importantes, ya que en algunos sitios las temperaturas nocturnas han sido anormalmente frías para esta época del año.

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