¡Más caliente que el Sol!

¿Se pueden alcanzar en la Tierra temperaturas más altas que en la superficie del Sol? Sí pero, ¿dónde? Descubre a continuación la génesis de uno de los fenómenos más impactantes del planeta. 

Rayos
Rayos nube-tierra en San Francisco, EE.UU. Fotografía de Emi Jarfelt.

El aire de los meses cálidos, cargado de humedad, se puede elevar en la atmósfera y posteriormente enfriarse. Cuando el ascenso es suficientemente significativo (generado por la llegada de un frente, una borrasca, una vaguada en altura, etc.), entonces las parte de las gotas de agua subfundida pasan al estado sólido, en forma de nieve granulada, cristalitos de hielo y granizo pequeño y blando. Gotas de agua subfudidas y sólidas coexisten en un sube y baja continuo e intenso.  

En efecto, unas suben y otras bajan por el efecto de la gravedad, las corrientes ascendentes y descendentes en las nubes de desarrollo vertical (convectivas). Los hidrometeoros en el seno de la nube chocan, se frotan entre sí, cargándose con cargas negativas y positivas. En dicho proceso se genera una separación de cargas, creando electricidad estática que va aumentando con el tiempo. La energía cinética, potencial y eléctrica se van transformando y acumulando en la nube de tormenta.

El proceso es el mismo que realizamos en pequeña escala con los calcetines de lana o un bolígrafo de plástico al frotarlo contra la alfombra o contra la ropa. Las cargas se separan y la energía electrostática se genera y se acumula. Lo mismo pasa en la nube, pero a gran escala. Por simpatía aparecen cargas opuestas en el suelo respecto a la base de la nube o en diferentes partes de la nube. Y entonces, cuando la diferencia de potencial eléctrico es muy elevado, ¡zas! Aparece la descarga nube-nube o nube-tierra, llamada rayo.

En el canal de descarga de los rayos la temperatura puede alcanzar momentáneamente los 30.000 ºC.

Toda la energía acumulada en una zona de la nube aparece ante nosotros, por ejemplo, en forma de un rayo (descarga nube - tierra) donde el calor, la luz y el sonido en un instante muy corto se dan la mano. La atmósfera se ve entrecortada por las descargas luminosas que neutralizan cargas opuestas en la nube o en la tierra.

El calor liberado es inmenso y la temperatura en la zona o canal de la descarga se eleva a valores únicos e instantáneos. Los 5.500-6.000ºC de la superficie del Sol se quedan lejos de los 30.000ºC o más, que se alcanzan en el canal de las descargas, afortunadamente durante un periodo muy corto de tiempo. El proceso sigue en otras partes de la tormenta hasta que la energía eléctrica queda eliminada por las descargas. El efecto mágico de los rayos desaparece.