El sexto informe del IPCC habla de un cambio climático sin precedentes

Se trata de la primera entrega de sexto informe de avaluación del IPCC (AR6), que se completará en 2022, en la cual han participado 234 científicos de 66 paises de todo el mundo.

Incendios cambio climático
El cambio climático está agravando las olas de calor y las sequías, que llevan a incendios catastróficos como los actuales de Estados Unidos o Grecia.

El IPCC (Intergovermental Panel on Climate Change) ha hecho pública la primera parte del informe que constituirá el sexto informe de avaluación del cambio climático (AR6), el cual se completará el próximo año.

Las conclusiones de los científicos participantes se basan en cuatro argumentos principales: la acción humana tiene buena parte de la responsabilidad en el calentamiento global, la mayoría de cambios observados no tienen precedentes en cientos de miles de años, alguna de estas circunstancias son irreversibles y una constatación de fenómenos atmosféricos mucho más extremos.

El estudio constata que nos dirigimos hacia un clima mucho más cambiante, extremo e irregular que supone un reto para los meteorólogos y un desafío para los servicios de protección civil de los países.

Hoesung Lee, la presidenta del IPCC, cuenta que este complejo informe servirá para influir en las negociaciones y en la toma de decisiones para hacer frente al calentamiento global.

Esa toma de decisiones para afrontar los efectos del calentamiento global deben de ser urgentes y rápidas, porque la reducción de gases de efecto invernadero tardaría 20 o 30 años en estabilizar las temperaturas a nivel global.

Calentamiento más intenso y fenómenos extremos más frecuentes

El documento constata indicadores que ya sabíamos, nos descifra conclusiones que no estaban del todo demostradas y nos aporta nuevos datos muy significativos:

  • La temperatura global superficial ha tenido el aumento más rápido desde 1970 de los últimos 2000 años.
  • Alcanzar un incremento de 1,5 ºC en la temperatura global es inmediato, rápido y a gran escala.
  • Los episodios de calor extremo son más frecuentes en las regiones terrestres desde 1950, mientras que los periodos de frío son menos frecuentes y menos intensos.
  • El Ártico es uno de los focos calientes del cambio climático: se está calentando más del doble que la media global.
  • Intensificación del deshielo del permafrost, pérdida de la cobertura nivosa, deshielo de los glaciares y ausencia total de hielo ártico en verano.
  • El nivel del hielo ártico entre 2011 y 2020 es el más bajo desde 1850 y el grosor de hielo veraniego es el más pequeño de los últimos 1000 años.
  • Intensificación y alteración del ciclo del agua, con lluvias torrenciales más frecuentes e inundaciones que se compatibilizan con intensas sequías en otras regiones.
  • La precipitación media global sobre la tierra se ha incrementado desde 1950, con un aumento más rápido desde 1980. Sin embargo, la lluvia tiende a disminuir en las zonas subtropicales.
  • Cambios en el comportamiento pluviométrico de los monzones: disminución de la precipitación entre 1950 y 1980, mientras que se percibe un aumento desde 1980 a la actualidad.
  • Mayor frecuencia de los ciclones tropicales en las últimas cuatro décadas.
  • Subida del nivel del mar en las zonas costeras de 0,20 m entre 1901 y 2018. Ese incremento provocará más inundaciones en las zonas costeras y regresión del litoral. En este sentido, los fenómenos costeros adversos podrán ocurrir cada año a finales de siglo, cuando antes tenían un período de retorno de 100 años.

Además, el estudio apunta que las concentraciones de CO2 en 2019 son las más altas de los últimos 2 millones de años y las emisiones de gases de efecto invernadero son los responsables del aumento de 1,1ºC en el período 1850-1900.

Estas conclusiones nos pueden dar las claves para contextualizar mejor los episodios meteorológicos extremos de los últimos años en nuestro país como el temporal Gloria o la borrasca Filomena.

El incremento de la temperatura a nivel planetario implica más evaporación, más energía potencial disponible y en efecto, lluvias torrenciales e inundaciones más frecuentes que no son excluyentes de sequías más fuertes ni de olas de calor más severas.

Estaremos muy atentos a la publicación final del sexto informe del IPCC que se hará efectiva durante el próximo año, para ver si la segunda fase de la investigación aporta algunas novedades o hace hincapié a los efectos del cambio climático sobre la corriente del Golfo o el corriente en chorro.