Investigación en marcha por el raro tsunami tras la erupción en Tonga

La violenta erupción del volcán submarino de Hunga Tonga provocó un meteotsunami en las costas japonesas, a más de 8000 km de distancia. La ola llegó dos horas antes de lo esperado y se incrementó con la distancia, al contrario de lo normal.

Volcán Tonga
Erupción del volcán de Honga Tonga a vista del satélite Himawari.

La gran erupción del volcán submarino Hunga Tonga, en el Pacífico Sur, desató un meteotsunami en las costas orientales de Japón. A pesar de que este país ha sido golpeado por tsunamis años atrás, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) expone que nunca antes se había observado nada parecido. El meteotsunami llegó dos horas antes de lo previsto y las olas alcanzaron una altura superior a la esperada. ¿Cuáles fueron las causas de este sorprendente fenómeno?

La llegada del tsunami a Japón

El volcán submarino Hunga Tonga entró en erupción el pasado día 15 a la una del mediodía (hora local de Japón). Seis horas después de la violenta erupción, pasadas las siete de la tarde, la JMA anunció que podrían darse fluctuaciones en el nivel del mar, pero sin mayores consecuencias para las zonas costeras del país. Solamente una hora después, los cambios en el nivel de mar comenzaron a observarse de manera repentina, y antes de las doce de la noche llegó a las costas japonesas una ola de más de un metro de altura.

Los sistemas de alerta temprana de tsunamis, puestos en marcha cuando se espera la llegada de olas que rondan el metro de altura, no se activó a tiempo debido a que los sistemas no detectaron dicho fenómeno. La Agencia Meteorológica de Japón explicó que este “misterioso” tsunami reaccionó de maneras muy diferentes en comparación a los tsunamis provocados por terremotos ordinarios y que, debido a ello, los aparatos de medida no pudieron detectarlo a tiempo.

Sus peculiaridades

Este tsunami excepcional tuvo dos características poco comunes respecto a los tsunamis habituales. Una de ellas fue el escaso tiempo que necesitó la onda para propagarse y la otra alcanzar zonas costeras lejanas.

Aunque la velocidad a la que se propaga un tsunami provocado por un terremoto depende, principalmente, de la profundidad media del mar, es casi siempre la misma y queda entre los 800 km/h en mar adentro a 25 km/h en el litoral. Según estos datos, y teniendo en cuenta la distancia a la que se encontraba Japón de la zona de erupción (unos 8000 km), el tsunami debería haber tardado unas 10 horas en alcanzar sus costas. Sin embargo, este tsunami llegó unas dos horas antes de lo previsto.

La otra gran característica de este tsunami, fue el incremento de la altura de ola con la distancia. Generalmente, el tsunami causado por un terremoto es más alto en la costa más cercana al lugar de ocurrencia. Sin embargo, esta vez, el nivel de la marea cambió de 10 cm a 30 cm en las islas de Micronesia, cerca de Tonga, pero alcanzó alrededor de 1 metro en las de Japón.

Entonces, ¿cuáles son las posibles razones de cada uno? Los expertos están prestando atención al hecho de que se observaron cambios repentinos en la presión atmosférica cerca de Japón.

Cambios repentinos en la presión atmosférica en Japón

La erupción fue tan explosiva que ocasionó fuertes vibraciones en el aire creando ondas atmosféricas. Unas 7 horas después de la erupción, estas ondas alcanzaron Japón y elevaron su presión atmosférica unos 2 hPa en 30 minutos. Este cambio repentino de la presión, empujó el nivel del mar hacia abajo unos 2 cm antes y después de que se observara la primera ola del Tsunami. Por estas razones, los científicos consideran que este tsunami pudo haber llegado antes a las costas japonesas porque fue provocado por las ondas atmosféricas, y no por un terremoto a consecuencia de la erupción volcánica, como se sospechaba al inicio del estudio.

Por otro lado, la elevación en la altura de ola próxima a las costas de Japón también fue asociada a las ondas atmosféricas provocadas por la erupción. Según observaron los expertos tras un exhaustivo estudio, 80 años después de la erupción de 1883 del Krakatota, en Indonesia, propusieron una nueva teoría: cuando ocurre una erupción tan explosiva, la resonancia de la superficie del mar hace que la altura de ola del tsunami se eleve con la distancia.

A pesar de todos los nuevos descubrimientos, los tsunamis asociados con la actividad volcánica son raros y extremadamente difíciles de predecir, por lo que no existe un sistema de monitoreo especial. A consecuencia de los nuevos acontecimiento y para evitar situaciones “inesperadas”, será necesario considerar un mecanismo de monitoreo y transmisión de información que capte los eventos lo antes posible.