Una nube de polvo sahariano ha engullido al este peninsular y Baleares

El polvo en suspensión está dejando un martes de cielo pálido en el este peninsular, que además está derivando en algunos chubascos con abundante barro. Este panorama continuará al menos hasta el sábado acompañando a la ola de calor.

Calima en Valencia
Imagen aérea de esta mañana donde se observa la calima sobre la ciudad de Valencia. Foto M. Nieves Sánchez.

En las últimas horas una enorme nube de polvo del Sahara ha llegado hasta el este peninsular y el archipiélago balear, dejando un cielo muy turbio y blanquecino, hasta el punto de afectar a la visibilidad horizontal. Esta calima ha sido dispensada por un anticiclón cuyo centro está en el norte de Argelia. Desde allí, bombea viento del sur que ya extiende hasta nosotros una masa de aire subtropical y será el detonante de la inminente ola de calor.

Ayer, avanzada la tarde, las imágenes de satélite evidenciaron la semilla de esta jornada calimosa, a través de una polvareda que salía de las inmediaciones de Alger camino del mar. En ese momento, el polvo en suspensión albergaba una opacidad similar a la mostrada por las nubes que lo flanqueaban por los costados, tomando un característico color marrón. Con el paso de la noche y la madrugada todas esas partículas se han extendido por gran parte del Mediterráneo occidental, alcanzando mayor densidad en la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana y Baleares.

Hoy las partículas con un diámetro inferior a los 10 micrómetros, las conocidas como PM10, han alcanzado en el aire una concentración moderada que, previsiblemente, acabará arrojando una media diaria cercana a los 50 microgramos por metro cúbico (50 µg/m3) en zonas del sureste peninsular. Mañana irá más allá hasta alcanzar los 100 µg/m3 en zonas del este de Andalucía, de la provincia de Albacete o Murcia. De confirmarse este pronóstico del modelo europeo, en estas regiones las concentraciones de PM10 duplicarán el umbral considerado de riesgo para la salud por la OMS (precisamente los 50 µg/m3). El polvo en suspensión también se apreciará a simple vista en el resto de la mitad oriental peninsular y de nuevo en el archipiélago.

El polvo en suspensión amortiguará la insolación y podría rebajar algo las temperaturas extremas previstas en días venideros. De momento, nuestra previsión sigue anticipando registros superiores a los 45 ºC en el valle del Guadalquivir entre el viernes y el domingo.

En la jornada del viernes la extensión de la calima será mayor, llegando ya a gran parte del país. Las concentraciones ya no serán tan extremas aunque sí suficientes (75 µg/m3) para seguir superando el citado umbral en el cuadrante sureste peninsular: desde el Estrecho hasta Menorca, llegando incluso a Cataluña. En la jornada del sábado decrecerá un poco más.

¿Cómo afecta a la salud?

Las partículas de polvo en suspensión pueden llegar a resecar las vías respiratorias, afectando especialmente a niños, ancianos y personas con enfermedades como asma o la enfermedad obstructiva crónica (EPOC). En estos días, es aconsejable que los colectivos de riesgo eviten salir a la calle, permaneciendo en lugares húmedos donde tengan acceso a una buena hidratación y evitando los esfuerzos físicos. Esto último también se puede aplicar al resto de la población en las áreas de riesgo.