Los tornados en Cataluña. Parte II: Estudio de algunas situaciones

Oriol Rodríguez Ballester [[email protected]]. Palabras clave: tornado, manga, fiblons, severo, Fujita, vientos, rachas, climatología. Nota de la RAM. El trabajo original realizado por Oriol Rodríguez Ballester se ha dividido en varias partes. En la primera parte se hace un análisis general de los tornados en el periodo 2001-2008 y ya fue publicado por la RAM En la segunda se centra en situaciones particulares de algunas situaciones tornádicas.

3 Análisis de situaciones

3.1 Tornado en l’Espluga de Francolí (31 de agosto de 1994)

3.1.1 Análisis sinóptico

En la situación sinóptica del día 31 de agosto a las 0:00UTC (2:00 hora local) podemos ver cómo estaba el anticiclón de las Azores al oeste de la Península Ibérica, ocupando gran parte del océano Atlántico con presiones superiores a los 1020hPa y otro situado hacia Rusia, con presiones de 1025 en 1030hPa en su centro enviando un área extensa de altas presiones hacia toda la Europa Oriental y Central, con aire más cálido en todos los niveles inhibiendo la convección. Entre ambos anticiclones hay una apertura, un pasadizo por donde las bajas presiones pueden bajar de latitud, y con ellas, el aire frío. Así como encontramos una pequeña depresión situada en el sur de las Islas Británicas y oeste de Francia, con presiones de menos 1010hPa y un surco frío asociado, llegando por el oeste de la península y situándose, en aquel momento, en Galicia y Portugal avanzando hacia el este.

También podemos apreciar que las isobaras se encuentran bien separadas en el Mediterráneo Occidental, es decir, que el gradiente bárico (diferencia de presión atmosférica entre dos puntos) es inapreciable, por lo tanto, no encontramos vientos generados directamente por los centros de acción (anticiclones y depresiones). Al ser un mes estival, tenemos que pensar que ésta es una situación muy buena para encontrar terrales o calma matinales (vientos débiles que van del interior hacia la costa en horas nocturnas) y marinadas (vientos que van de mar hacia tierra en horas diurnas), generados, todos estos vientos locales, por el contraste térmico entre el agua del mar y la temperatura de la superficie terrestre. En altura, sin embargo, podemos observar cómo dominaban los vientos del suroeste, provocados por el surco frío.

Figura 7: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 31/08/1994 a las 0UTC. Fuente:

Podemos apreciar como a 700hPa (unos 3000 metros de altura) había una masa húmeda asociada a la parte delantera del surco frío que iba avanzando y acercándose hacia Cataluña. Hay que decir que esta capa no es excesivamente húmeda: estaríamos hablando de humedad del 50 al 70%, no más. Eso nos hace pensar que, en caso de que en capas bajas y en capas altas hubiera bastante humedad, esta zona seca sería favorable para producir tormentas severas (ver figura 8).

Figura 8: Mapa de geopotencial, en decímetros, y humedad  relativa, en %, a 700hPa del 31/08/1994 a las 0UTC. Fuente

Al mirar los mapas correspondientes a las 12:00UTC (las 14:00 hora local), veremos cómo el surco frío se acerca más y ya se encuentra justo en medio de la península, y la baja se sitúa un poco más en el este. El anticiclón de las Azores genera vientos del norte y noroeste ayudando a la inyección de aire frío en altura, y el surco se ve obligado a cruzar toda la península a causa de la disposición de ambos centros de altas presiones, impidiendo que suba hacia el norte y, prácticamente, que avance hacia el este, haciendo que su movimiento sea más lento. En altura continúan los vientos de “garbí” (sur-oeste) (ver figura 9).

Figura 9: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 31/08/1994 a las 12UTC.

Si analizamos los mapas de temperaturas a 850hPa (unos 1500 metros de altura aproximadamente) y a 500hPa (en torno a los 5500 metros), podremos apreciar un hecho importante para el desarrollo de nubes de tormenta (cúmulos y cumulonimbus), que es el notable gradiente térmico entre la superficie y los 500hPa. A ras de suelo, aquel día había entre los 30º a 37º, es decir, unas temperaturas altas, habituales para la época. Si miramos las temperaturas a 850hPa veremos cómo la isoterma de +15º nos afectaba de lleno. De hecho, estábamos bajo la influencia de las isotermas de +17º a +18º. Vemos como en 1500 metros tenemos una diferencia de 18 en 20º (cogiendo los datos de temperatura en superficie del interior, donde eran más altas), un gradiente muy importante, pero no suficiente ya que se trata de capas bajas y medias de la atmósfera. Si subimos a más altura, a 500hPa, podemos apreciar perfectamente el surco frío en sí. Se ve cómo se encuentra al oeste de la península Ibérica, con una isoterma de -15 º casi tocando la costa cantábrica. En Cataluña teníamos en aquel momento entre -10 º y -12 º a 5500 metros de altura, unas temperaturas bajas para ser finales de agosto. Por lo tanto, estamos viendo que la diferencia de temperaturas entre los 850hPa y los 500hPa alcanzaba los 31º a 34º, y respecto de la superficie hasta casi 45º de diferencia en 5500 metros, cuando teóricamente (cogiendo la adiabática seca: -0,6º por cada 100 metros que ascendemos) la diferencia en estos 5500 metros sería de 33º (ver figuras 10 y 11).

Figura 10: Mapa de temperaturas y geopotencial a 500hPa del 31/08/1994 a las 12UTC.

Figura 11: Mapa de temperaturas y geopotencial a 850hPa del 31/08/1994 a las 12UTC.

Todos estos elementos, junto con los índices de inestabilidad adecuados, mucha humedad en todos los niveles (con la capa seca en 700hPa), la notable cizalla (ya que encontramos vientos marítimos en superficie y del suroeste en altura), además de la vorticidad que era muy marcada y el ámbito o entorno geográfico (muy importante en el caso de Cataluña) hacen posible la formación de tormentas capaces de generar granizo, piedra, ventoleras considerables y, en el caso de l'Espluga de Francolí, el tornado.

http://www.ncdc.noaa.gov/gibbs/

El día 1 a las 0:00UTC (2:00 hora local) se puede ver claramente cómo el eje del surco lo teníamos a tocar, bien cerca de Cataluña, con un contraste térmico muy marcado y con flujo de suroeste con tendencia a girar a oeste y noroeste posteriormente. Además, se formó una baja relativa hacia las Islas Baleares, impulsando vientos con ligero recorrido marítimo, aportando cierta humedad en superficie y ayudando a la formación de tormentas que aquella noche fueron muy fuertes en algunos puntos del territorio (ver figura 12).

Figura 12: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 01/09/1994 a las 0UTC.

La tarde de aquel miércoles aparecieron numerosas tormentas por las comarcas del interior de Tarragona y sur de Lérida, provenientes del sur del Sistema Ibérico (montañas de Castellón, Teruel y Ports de Tortosa-Beseit), un área muy productiva con respecto a tormentas, un "nido de tormentas". Éstas avanzaban de suroeste en nordeste, impulsadas por los vientos “llebeig” en altura, generado por la aproximación de un frente por el oeste (de hecho, de un surco de aire frío). Estas tormentas eran, en su mayor parte, severas, y provocaban lluvias de moderada a fuerte intensidad y localmente muy fuertes, acompañadas de notable actividad eléctrica y granizadas, algunas de ellas muy importantes, con piedras de hasta 4 a 6 centímetros (del tamaño de huevos de gallina). Incluso consta que hubo una persona herida a La Pobla de Cérvoles a causa de la granizada.

3.1.2 Análisis del tornado de l’Espluga de Francolí

Figura 13: Recorrido del tornado de l’Espluga de Francolí.

Tabla 2: Datos del tornado de l’Espluga de Francolí.

Hacia las cinco menos cuarto de la tarde (aunque algún testigo afirma que se formó hacia las cuatro y media) apareció un tornado en l'Espluga de Francolí (Conca de Barberà). Éste tocó tierra a poco más de 1 km al sureste del pueblo y se fue desplazando hacia el noroeste lentamente bajando una pequeña colina dañando los campos de cultivo por donde pasaba y tumbando paredes o arrancando partes de los cobertizos de las granjas de la zona. “El Molí dels Frares” fue la granja más afectada (era de construcción débil). Al cruzar el río Francolí cambió de dirección y avanzó hacia el norte-nordeste arrancando vegetación de ribera y de cultivo. Entonces cruzó la carretera y las vías del tren cambiando otra vez de dirección y avanzando hacia el oeste / oeste-noroeste. El tornado subió sobre otra colina que queda al este de la población, esta vez, sin embargo, mucho más cerca del pueblo (a escasos 200 metros de las casas) y siguió una línea eléctrica donde causó estragos ya que arrancó los palos y rompió los cables. Allí fue bastante estacionario y tumbó pinos aparte de destrozar una caseta de campo que se encontraba encima de la montaña. Al continuar su recorrido cruzó por segunda vez las vías del tren tumbando palos de la catenaria y pasó por unos campos y granjas donde hizo graves destrozos. Sin acabar de llegar a entrar al núcleo urbano, dañó considerablemente algunos edificios de las afueras de la parte norte de la villa (alguna fábrica y granjas o corrales) haciendo daños importantes en fachadas y arrancando tejados. Un kilómetro más al oeste el tornado se disipó y desapareció.

Figura 14: El tornado afectando los alrededores del pueblo.Recorregut del tornado de l´Espluga de Francolí i les destrosses ocasionades.

Figura 15: Los daños causados por el tornado en una de las granjas.

El tornado fue, en la mayor parte de su recorrido, un F2, aunque hay tramos en que los destrozos serían más propios de un F1, por lo que da a entender que las velocidades del viento alcanzadas se encontrarían entre la banda alta del primer grado y la baja del segundo de la escala Fujita (aproximadamente entre 150 y 190 km/h en la mayor parte del trayecto).

Con respecto al diámetro del embudo parece que podría haber estado de la orden de los 100 a 150 metros, aunque en los trozos donde su anchura fue mayor estaríamos hablando de hasta 200 metros.

La duración del fenómeno no queda del todo clara. Como ya hemos comentado, el tornado se habría formado hacia las 16:45 (hora local), pero hay testigos que explican haber visto el fenómeno incluso un cuarto de hora antes, es decir, a las 16:30h. Las imágenes de vídeo empiezan a ser registradas a las 17:00h y acaban a las 17:13h. Hace pensar que el tornado duró 20 minutos, aproximadamente, aunque parece que podría haber durado hasta 40 minutos.

Figura 16: El tornado afectando l’Espluga de Francolí.

Por lo tanto, estamos hablando de uno de los tornados más fuertes que han pasado por Cataluña y de los más duraderos y anchos. Tuvo mucha resonancia mediática y se han hecho numerosos estudios como por ejemplo los de J. Arús, en los cuales nos hemos basado para la elaboración del mapa del recorrido del tornado así como para la descripción de los daños y los datos del fenómeno.

3.2 Episodio de tiempo severo y tornados en la costa central (5 a 8 de septiembre de 2005)

3.2.1 Análisis sinóptico

El día 5 a primeras horas, teníamos un potente anticiclón en el Océano Atlántico, con un centro de más 1030hPa, y otro hacia Europa Oriental. El primero, con unas masas de aire más cálido en altura hacía desviar las perturbaciones hacia el norte, así como también lo hacía el otro. Entre ambas zonas de altas presiones encontrábamos un espacio por donde se escoló un embolsamiento de aire frío asociado a una baja en superficie de 1012 en 1015hPa, situada en aquel momento en el sur de Irlanda (ver figura 17).

En Cataluña nos encontrábamos en tierra de nadie, es decir, que no nos afectaban directamente ni los anticiclones ni las depresiones, y al encontrarnos en el mes de septiembre, se podían formar nubes de tormenta a media mañana que descargaban por la tarde en comarcas interiores. En altura (a 5500 metros) teníamos circulación de noroeste a sureste, girando a lo largo del día de suroeste a nordeste.

A decir que teníamos temperaturas altas en superficie, ya que en 850hPa (unos 1500 metros) nos afectaba plenamente a la isoterma de +18º.

Figura 17: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 05/09/2005 a las 0UTC.

El día 6 ya se veía que la situación iba evolucionando (ver figura 18), y se daban condiciones favorables para la formación de más tormentas que el día anterior, y es que los anticiclones perdieron fuerza (la presión en su centro bajó ligeramente, unos 5hPa) y dejaron abierto un pasadizo directo hasta la Península Ibérica por donde se iba acercando el embolsamiento de aire frío en altura y con una borrasca con reflejo en superficie, mientras que entre Valencia y las Baleares se gestaba una pequeña baja que implicaba vientos de levante en superficie, aportando humedad, a la vez que en altura teníamos vientos del suroeste que originaban una cizalla marcada. Por otra parte a 500hPa empezaba a entrar aire frío, aproximadamente teníamos -13º, mientras que a 850hPa la temperatura era de +14º/+15º. Este contraste térmico ayudaba a que las masas de aire más cálido de la superficie subieran con fuerza y, por lo tanto, que los cúmulos crecieran con más empuje.

Figura 18: Imagen IR a las 18 UTC, superior, y mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie, inferior, del 06/09/2005 a las 0 UTC.

El día 7, sinópticamente, era perfecto para la aparición de tormentas virulentas, aguaceros y fenómenos severos (ver figura 19). La borrasca que estaba en el sur de Irlanda hacía dos días, ahora se había situado justo en medio del triángulo Barcelona-Valencia-Mallorca, con presiones de 1007 en 1009hPa y vientos elevados en superficie. A pesar de tener la depresión en este sector, el núcleo frío se situaba más en el noroeste, hacia el área de Cantabria y Castilla y León. Se podía apreciar perfectamente en la animación del satélite ya que las nubes giraban en sentido antihorario en torno al embolsamiento de aire frío.

Además, en altura los vientos del sur y sur-sureste eran los principales dominantes, generando una cizalla muy marcada que ayudaba a que las tormentas pudieran tener cierto movimiento rotatorio que, si las condiciones son favorables, pueden desencadenar alguna manga o tornado.

Figura 19: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 07/09/2005 a las 0UTC.Mapa de geopotencial a 500hPa i pressió en superfície del 06/09/2005 a les 0UTC

A 500hPa teníamos entre -14 º y -16 º, a 850hPa entre +11º y +12º, y en superficie valores de 20º a 24º (en horas diurnas) que, junto con el mar cálido, daban lugar a un contraste térmico muy importante, detonante para la convección y la aparición de núcleos convectivos. Estaríamos hablando, en el caso extremo, de una diferencia entre los 5500 metros de altura y la superficie de hasta 40º, cuándo lo "normal" son 33º.

En todo eso se le tiene que sumar que todas las capas estaban casi saturadas de humedad: rondaban el 70 a 90%, ayudante a un mayor desarrollo vertical (ver figura 20).

Figura 20: Mapa de humedad a 700hPa del 07/09/2005 a las 0UTC.

El día 8 la situación continuaba muy complicada aunque con el paso de las horas iría a menos (ver figura 21). La bolsa fría se encontraba al este de la Península, impulsando vientos de “xaloc” (sudeste) en altura y levante en superficie, situándose el núcleo de la baja en superficie en las Islas Baleares. Sin embargo, el embolsamiento de aire frío se iba debilitando sin desaparecer, haciendo disminuir la inestabilidad. De hecho, las tormentas se iban haciendo más locales aunque eran intensas en algunos sectores.

Figura 21: Mapa de geopotencial a 500hPa y presión en superficie del 08/09/2005 a las 0UTC.

Durante la tarde, la parte fría de la perturbación nos cruzó, y dio lugar a chubascos dispersos pero de cierta intensidad, con un movimiento ciclónico de las células convectivas, girando en el sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del área más fría.

Las temperaturas en superficie bajaron, y a niveles medios y altos se mantenían y, por lo tanto, el gradiente térmico, todo y ser marcado, disminuía. Un factor que ayudó a la convección fue la elevada humedad, y es que fue superior a la del día anterior a todos los niveles.

Todo esto sucedía porque el anticiclón atlántico y el europeo se unieron por el norte, generando un cinturón de altas presiones y temperaturas altas a niveles medios y altos, y cortaron la circulación que había (más bien de norte), impidiendo que cualquier inyección de aire frío pudiera realimentar este embolsamiento.

3.2.2 Análisis del tornado de Port Ginesta

Figura 22: Recorrido del tornado de Port Ginesta.

Tabla 3: Datos del tornado de Port Ginesta.

El primer tornado apareció cuando faltaban 10 minutos para las siete de la tarde, afectando, exclusivamente, Port-Ginesta, al Garraf. Dentro del mar se formó una manga que a medida que se iba acercando hacia la población se hacía mayor y su diámetro aumentaba (ver figuras 23 y 24). Se iba acercando y el viento a ras de playa aumentaba y una vez el tornado tocó tierra a unos 100-150 metros en el nordeste del puerto, la arena de la playa era succionada y volaba por todas partes. Se iba adentrando y el viento superaba los 120 a 140 km/h destrozando un "xiringuito" que había, llevándose las mesas y las sillas, tumbando las paredes y arrancando el techo. Seguidamente entró al núcleo urbano atravesando la vía del tren rompiendo las catenarias y dejando sin tensión todo un tramo cosa que impedía la circulación de trenes. El fuerte viento tumbó árboles, hizo volar tejas y placas de chapa o uralita de algunas edificaciones y, además, dañó gravemente un restaurante que había a primera línea de mar: las paredes cayeron, el techo salió volando y las ventanas se reventaron.

Figura 23: La manga marina a punto de entrar en Port Ginesta. Foto de Chi Wang Chiu.

Figura 24: El tornado afectando a Port Ginesta. Foto de Manuel Moreno.

Unos metros más allá se disipaba ya justo en medio de la población haciendo algunos destrozos más como la rotura de ramas de los árboles, señales de tráfico tumbadas o contenedores volcados. Sin embargo, se tiene constancia que el mismo tornado volvió a tocar tierra en las montañas del pueblo tumbando pinos y dando algunos sustos. Este tornado recorrió unos 500 metros por el pueblo, pero no se sabe con certeza el recorrido que hizo por las montañas del norte del Garraf. No fue muy violento, se trataba de un F1 en la escala Fujita (vientos de 118 a 181 km/h), pero era bastante fuerte como para hacerse notar (ver figuras 25 y 26). Por suerte no hubo ninguna víctima mortal, pero sí algún herido leve.

Figura 25: Los daños provocados por el tornado en Port Ginesta. Foto de Manel M Conde.

Figura 26: Los destrozos en las montañas del Garraf por el mismo tornado. Foto de Manuel Moreno.

Continuará

La primera parte de este reportaje la puedes ver en:

http://www.tiempo.com/ram/5270/los-tornados-en-catalua-parte-i-anlisis-de-los-tornados-entre-2001-2008/

Esta entrada se publicó en Reportajes en 10 Sep 2009 por Francisco Martín León