Entrevista del mes: sobre Mariano Medina, el primer hombre del tiempo

El primer “hombre del tiempo” en la pequeña pantalla de TVE. Entrevista de septiembre de 2002. Recuperada el 28 de diciembre de 2013 con motivo del aniversario de su muerte. D. Mariano murió el 28 de diciembre de 1994.

Mariano Medina frente a las cámaras de TV. Fuente: RTVE

Para muchos aficionados jóvenes a la meteorología queda algo lejos la figura de Mariano Medina, el primer hombre del tiempo, que apareció en la pequeña pantalla, cuando TVE comenzó a emitir desde el Paseo de la Habana. Los más veteranos se acordarán de las apariciones de Mariano en una pantalla de blanco y negro con los métodos y técnicas de presentación que en su época se tenían. Su figura esta todavía presente, no sólo como el primer hombre del tiempo sino como gran divulgador de la meteorología en España. A sus cocimientos teóricos hay que añadir los prácticos y didácticos. Su libro “Meteorología básica sinóptica” es una referencia obligada para los amantes de la ciencia del tiempo.

Hoy tenemos con nosotros a Carmen (su mujer) y Mariano Medina (su hijo mayor) para respondernos a algunas preguntas sobre Mariano Medina.

¿Podríais recordarnos quién fue Mariano Medina?

Para nosotros un marido excelente y un padre ejemplar, que siempre tuvo en su familia su primera prioridad.

En lo profesional un trabajador incansable, estudioso permanente y pionero de la información meteorológica por televisión en España y en los medios de comunicación en general.

En lo personal, un hombre con las ideas muy claras, campechano, con sentido del humor y gustos sencillos.

¿Cómo empezó su afición a la meteorología?

Todo empezó por casualidad. Al terminar sus estudios universitarios como Licenciado en Ciencias Físico-Químicas opositó a una cátedra de instituto y no consiguió plaza. Estaba mirando con desilusión la lista de aprobados, en la que no figuraba, cuando un desconocido que se presentó como físico y meteorólogo entabló conversación con él y le animó a presentarse a oposiciones para Meteorología. Era la primera noticia que tenía sobre la existencia de tal profesión, pero hizo caso al desconocido y ganó las oposiciones con el nº 1. Nunca más volvió a saber de aquel buen consejero. Lo cierto es que a partir de entonces se volcó en la profesión y contribuyó de manera notable, tanto a su desarrollo científico como a situarla en posiciones de reconocimiento social que hasta entonces no tenía.

¿Cómo y cuándo entró a trabajar en TVE?

En octubre de 1956 TVE estaba a punto de iniciar sus emisiones diarias y solicitó al Servicio Meteorológico Nacional la designación de un meteorólogo para ocuparse de la predicción diaria del tiempo en televisión. Los jefes del SMN (Servicio Meteorológico Nacional) en aquella época encomendaron esa misión al joven meteorólogo Mariano Medina y así empezó, el 30 de octubre de aquel año. Al principio sin cobrar nada; más adelante empezó a cobrar unas pesetillas, según decía su primera “nómina”, en concepto de “gastos de limpieza” y luego, poco a poco, se fue regularizando su relación laboral hasta el punto de, bastantes años después, ser incluido en la Seguridad Social.

¿Os acordáis cómo fueron sus primeros mapas de tiempo que aparecieron en TVE?

Al principio la información la preparaba dibujando el mapa del tiempo en el propio estudio de TV. Sobre una gran pizarra, en la que se encontraba silueteado el mapa de Europa, él trazaba con tiza las isobaras, marcaba los anticiclones y las borrascas, escribía las presiones, temperaturas, etc.

Sus programas del tiempo eran seguidos masivamente por las gentes como lo son ahora.

Cuando empezó, según nos contaba, habría en España unos cuarenta televisores. Los precios eran bastante altos y el suministro escaso. Aunque yo tenía siete años, recuerdo que fuimos a verle debutar en televisión a una tienda, regentada por un conocido de la familia, que vendía televisores y otros aparatos electrónicos en la Gran Vía madrileña.

Lo que más contribuyó a su popularización fue la radio, que sí era seguida masivamente en aquellos tiempos. Especialmente el programa “Cabalgata fin de semana” de la SER con el popular presentador Boby Deglané, donde empezó a utilizar la denominación de “El hombre del tiempo”. Pero qué duda cabe que al final fue la televisión la que hizo su cara conocida en todos los rincones de España y la que propició el seguimiento masivo de sus pronósticos.

Algunos recuerdan que sus presentaciones eran como la de un didáctico profesor enseñando a sus alumnos

Puede ser. Desde luego, fue él quien inició a este país en los conceptos meteorológicos y supo combinar el rigor científico y profesional con la comunicación al alcance del gran público.

¿Cómo eran, cuánto duraban, cada cuánto tiempo se emitían, qué datos utilizaba, mostraba imágenes de satélite,...?

Al igual que ahora, la información del tiempo solía acompañar a las noticias del día. La mayoría de las veces formaba parte del propio telediario, aunque hubo épocas en que tuvo su espacio independiente. En los primerísimos tiempos del Paseo de la Habana, por ejemplo, tenía su propio espacio en la programación, que se presentaba bajo el título “Del observatorio a su receptor”. Un título bastante cursi a su juicio, pero donde había patrón no mandaba marinero.

Al poco tiempo lo cambiaron por el de “Tiempo probable”, lo cual tampoco acababa de convencerle pues le sonaba a “Boletín Oficial del Estado”.

El era más partidario de un título menos formal, que llegase mejor al público y, más al estilo de las televisiones americanas, sugirió “El hombre del tiempo”; pero no eran épocas propicias a tales frivolidades y aquello tardó en cuajar. Fue, como ya hemos comentado, la cadena SER la que recogió la idea y popularizó aquel nombre, que él registró como marca en el registro de la propiedad.

La duración de los programas del tiempo era parecida a los actuales, en unos pocos minutos había que contar el tiempo de las últimas 24 horas y la previsión para las 24 horas siguientes.

En los primeros tiempos de la televisión las emisiones empezaban al atardecer y duraban hasta alrededor de las 12 de la noche; de manera que sólo había un telediario, a las nueve o nueve y media de la noche y una información diaria del tiempo. La radio sí que emitía casi todo el día y a través de Radio Madrid él informaba a las 8,30 y a las 14,30 todos los días.

Años después comenzaron las emisiones matinales en televisión y se introdujo el telediario de las 3 de la tarde. Entonces se empezaron a dar dos informaciones del tiempo diarias, una en cada telediario. Más adelante se introdujo un último telediario justo antes del cierre, a las 12 de la noche, pero creo recordar que no incluía información del tiempo.

Al multiplicarse los espacios meteorológicos diarios, TVE empezó a incorporar a otros profesionales, como fueron Eugenio Martín Rubio, Fernando Medina, Pilar Sanjurjo y otros que siguieron.

Los datos básicos que utilizaba procedían del Servicio Meteorológico Nacional y posteriormente del Instituto Nacional de Meteorología, donde siempre continuó trabajando en diferentes destinos y responsabilidades, pero las predicciones elaboradas a partir de esos datos siempre fueron suyas.

En cuanto empezaron a estar disponibles imágenes de satélite en los años 60, aunque eran simples fotografías por aquel entonces, él las utilizó en sus programas como medio gráfico complementario.

En su larga vida del hombre del tiempo ¿Cómo evolucionó su forma de presentar el tiempo y con qué medios disponía en los primeros años y últimos?

Ya hemos comentado que, al principio, utilizaba una gran pizarra con la silueta del mapa de Europa sobre la que pintaba con tiza el mapa del tiempo.

Después pasó a utilizar mapas impresos en cartulina, editados por el Instituto Nacional de Meteorología, sobre los que dibujaba con lápiz blando o rotulador el mapa del tiempo.

Hubo una época en que sólo salía en pantalla su brazo señalando el mapa. Luego volvió a salir en imagen, normalmente de medio cuerpo.

Se fueron introduciendo algunas innovaciones, como la información invernal sobre el estado de las carreteras y puertos de montaña, más adelante la información sobre el estado de la mar y también los pronósticos para varios días.

En paralelo con todo ello evolucionó la propia tecnología de la televisión, que a partir de los primeros años 70, creo recordar, inició las emisiones en color.

Al poco tiempo de dejar él la televisión comenzaron a aparecer nuevos sistemas de presentación que nunca estuvieron a su disposición.

¿Nos podríais recordar algunas anécdotas de su vida como hombre del tiempo?

Hay una que siempre cuentan en televisión, aunque yo no recuerdo habérsela oído a él, y es aquella de los compañeros del telediario, con Pedro Macías a la cabeza, que aprovechando que sólo salía en pantalla de cintura para arriba, le gastaron la broma de bajarle los pantalones estando en plena actuación. El mantuvo el tipo como si nada y la audiencia ni se enteró.

Otra es que, durante la época en que sólo salía en pantalla su brazo, hubo algún periódico que lo aludía como “El brazo de Santa Teresa”.

Hay otra que me parece más simpática y se refiere a su participación, allá por 1963, en el programa de Nochevieja de TVE. El programa se grabó con bastante antelación y simulaba la típica fiesta de fin de año, en la que además de artistas, cómicos, etc, también tenían breves intervenciones algunos de los colaboradores habituales de la casa. Su intervención, presentada por Jesús Álvarez (padre), habría de consistir, según marcaba el guión, en hacer el pronóstico del tiempo para todo el año que comenzaba, ¡nada menos!. Ante tan disparatado compromiso, él optó por el tono humorístico y preparó un pronóstico en forma de soneto, que leyó vestido de esmoquin, con confeti y serpentinas por encima, copa de champán en la mano y que, imitando a Quevedo, decía así:

La predicción me manda hacer Violante

y en mi vida me he visto en tal aprieto,

vaticinar un año que es bisiesto

es cosa peliaguda ¡Qué diantre!.

Que en enero y febrero habrá escarchas y hielos

es cosa bien sabida y que yo espero;

marzo será ventoso y abril muy jarreante;

mayo y junio muy malos... para el mal estudiante.

En julio y en agosto hará un sol de justicia,

por San Ambrosio, amigos, hará un calor de espanto

y aflojará un poquito para San Agustín.

A septiembre se tiemble, que es propicio a la pifia,

el Otoño en la Corte será siempre un encanto

y el invierno, ay de mí, vendrá tras San Martín.

Si otoño es seco y al fin

llueve en el día de Santa Bibiana,

lo hará catorce días y una semana.

Pero la que más gracia nos hace a la familia y además no es conocida es la que se produjo cuando, en junio de 1981, el Rey invitó a mis padres a la multitudinaria fiesta que, con motivo del día de su santo, celebraba en el Palacio de Oriente. En los jardines los Reyes saludaban a los invitados, puestos en fila, y al llegar a mis padres les saludaron con simpatía, comentando el Rey: “Ha habido suertecilla con el tiempo, ¿eh don Mariano?”, recordando el aguacero que tuvieron que sufrir en la fiesta del año anterior, y la Reina dijo a mi madre : “ La primera vez que vi en España la televisión me encontré con la cara de su marido. Debe resultar como una carga tener un marido tan conocido como el suyo”, y mi madre respondió a bote pronto : “Pues Su Majestad debe saber bastante de eso, porque no parece que su marido sea un desconocido”, concluyendo la Reina entre risas: “Claro, qué tonta soy”.

¿Tenía ayudantes o presentadores durante el fin de semana o el lo “trabajaba todo”?

Durante muchos años no se daba información del tiempo en TVE los fines de semana, aunque por fin de semana se entendía el domingo, ya que los sábados fueron laborables a todos los efectos, que yo recuerde, hasta bien entrados los 70. Por tanto, durante muchos años estuvo haciendo un pronóstico y una emisión diaria, librando los domingos.

Cuando se multiplicaron los telediarios y se extendieron las informaciones meteorológicas a los fines de semana, TVE contrató más personal como ya hemos comentado.

Lo que sí tenía que hacer, en aquellos primeros tiempos, era buscarse él mismo un sustituto para el mes de vacaciones.

Para elaborar sus pronósticos contó siempre con la ayuda de un buen colaborador y amigo (a pesar de que siempre se trataron de usted) : Baldomero Ferrero, observador de meteorología destinado en Barajas, que se ocupaba de reunir los datos necesarios para la elaboración del mapa y comunicárselos puntualmente y con suficiente antelación a cada emisión de radio o TV. Una vez que disponía de esos datos básicos, él “se lo trabajaba todo”.


¿Llegó a realizar programas divulgativos del tiempo en TVE?

No, en TVE sólo realizó la predicción diaria del tiempo durante 29 años.


¿Qué diferencia hay entre M. Medina y los hombres y mujeres del tiempo actuales que aparecen en la pequeña pantalla?

Una diferencia clara está en los medios técnicos de presentación que hay ahora y que no existían antes. Ahora es todo más visual, las imágenes animadas y en tres dimensiones ayudan mucho a entender, por ejemplo, cómo avanzan los frentes o cómo se desarrollan las masas nubosas. Antes sólo se disponía del mapa con las isobaras y alguna foto estática del satélite, con lo que se hacía imprescindible la interpretación del mapa del tiempo a través de las palabras del profesional.

Antes, claro, tampoco se contaba con los medios de predicción numérica que hay ahora y las predicciones se basaban mucho más en los conocimientos científicos y en la experiencia personal del predictor.

Aunque no estoy seguro de que esto sea así en todos los casos, a mí me da la impresión de que la mayoría de los pronósticos que se dan ahora en TV son más fruto de un trabajo en equipo, que de una predicción elaborada personalmente por quien sale en pantalla. Digo esto porque, por ejemplo, hay algunas informaciones que llevan el sello de “información avalada por el INM” e incluso otras que citan directamente como fuente al Instituto. Y lo digo también porque, como es sabido, no todos los que informan del tiempo en TV ahora son meteorólogos, sino que algunos son periodistas o locutores de televisión. Y se nota la diferencia entre unos y otros; no es lo mismo la forma en que lo explica José Antonio Maldonado que la forma en que lo cuentan otros. Aunque habrá para todos los gustos, supongo.

Él fue profesor y formador de nuevos predictores en el antiguo S. M. Nacional, hoy en día el INM. Publicó una gran cantidad de libros. ¿Qué figura perdura o perdurará más: la del hombre del tiempo o su aspecto divulgativo científico-práctico?

A nivel popular, qué duda cabe que la figura de “El hombre del tiempo” es la que más perdura. La gente de la calle, en general, no conoce sus libros. Entre los profesionales de la meteorología, además de la figura del pionero de la información del tiempo en los medios de comunicación, supongo que se valorarán también y quizás más sus aportaciones científicas y académicas.

De los libros que publicó ¿Cuál ha sido el más popular?

Sin duda el primero que escribió, allá por 1964, que se publicó inicialmente con el título de “El tiempo es noticia”. Se reeditó años después con algunos retoques como “Iniciación a la Meteorología” y va ya por la 8ª edición con este título.

Es el más sencillo, el más divulgador, el de menor aparato matemático, el más conceptual. Lo cual no quita para que haya sido empleado como libro de texto en alguna de nuestras Universidades.

Existe un libro titulado “La mar y el tiempo” publicado por él. Era Mariano aficionado al mundo de la vela y al mar o simplemente era parte de su trabajo en predicción marítima.

Le gustaba nadar en el mar y pasear por la playa observando las nubes y las olas; pero no era aficionado a la navegación, de hecho una vez le invitaron a dar un paseo en yate y lo pasó fatal a causa del mareo.

Su intención al escribir ese libro supongo que sería la de poner sus conocimientos al servicio de los aficionados a la navegación deportiva y los pescadores, previniéndoles con argumentos científicos de que echarse a la mar no es ninguna tontería. Esa intención queda patente cuando en su prólogo pone énfasis en el siguiente mensaje que resume el propósito del libro: “Preocúpese del tiempo antes de hacerse a la mar y déjese de alegres improvisaciones”.

¿En la familia ha habido nuevos Medinas dedicados directa o indirectamente a la rama de la meteorología o del tiempo ?

Su hermano Fernando, hoy jubilado, también se dedicó a la meteorología y a la predicción del tiempo, siendo asimismo colaborador de TVE y otros medios.

Indirectamente, su hermana Mª Teresa, que también trabajó en el INM como administrativo, casó con el meteorólogo Luis Sánchez Muniosguren.

Los hijos, sin embargo, no hemos seguido su senda, aunque todos somos “de ciencias”. De los diez que somos, hay dos físicos, aunque se dedican a la informática , una médico, un veterinario, un informático, una técnico en sonido e imagen y cuatro, la mayoría, que somos ingenieros de telecomunicación.

Nuestros primos, los hijos de mi tío Fernando, tampoco han seguido la saga y en su caso les ha dado más por “las letras”, ya que la mayoría son abogados, algún juez, periodistas; en definitiva más humanistas que nosotros.

Y los nietos, tampoco parecen apuntar de momento por esa vía.

¿Queréis añadir algo más?

Gracias por brindarnos la oportunidad de recordar la figura de Mariano Medina.

Redacción de la RAM. Desde la RAM queremos agradecer a la familia Medina por la atención que han tenido con nosotros y traernos a la actualidad la figura de Mariano Medina. Los aficionados a la meteorología en España sabrán apreciar y disfrutar este reportaje. Nosotros así lo hemos sentido.

Os adjuntamos un breve resumen biográfico y bibliográfico de la persona que nos ocupa hoy.

Resumen biográfico de Mariano Medina

Nace en 1922 en Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo). Contando dos años, su familia se traslada a Toledo capital y allí es donde realiza los primeros estudios. En 1943 termina la licenciatura en Ciencias Físico-Químicas en la Universidad de Madrid. Ingresa con el nº 1 de su oposición en el Cuerpo Facultativo de Meteorología en diciembre de 1945 , iniciando su andadura profesional como agregado en diversos destinos en Madrid. En octubre de 1947 es destinado al aeródromo de San Pablo (Sevilla). En 1949 pasa a la oficina meteorológica del aeropuerto de Barajas.

Es en la década de los 50 y 60 cuando entra en plena formación científica, combinando los conocimientos prácticos que va adquiriendo en sus destinos con las nuevas teorías emergentes de la meteorología. Es una época de nuevos desarrollos meteorológicos: aparecen las primeras imágenes de satélites (americanos de la serie TIROS), la aviación esta en auge, se observan y analizan con detalle las corrientes en chorro de la alta troposfera, etc..

Los primeros informativos meteorológicos radiofónicos de M. Medina se realizan por el año 1957, "Cabalgata Fin de Semana", así como las predicciones en prensa escrita.

Al cabo de los pocos días de las primeras emisiones de TVE desde el Paseo de la Habana (Madrid), Mariano Medina se incorpora como el primer "Hombre del Tiempo", nombre que es registrado. Las actividades en TVE no le privan a Mariano de comenzar una labor divulgadora de alto nivel. En 1964 publica su primer libro “El tiempo es noticia” con ilustraciones de Manuel Summers. Obtiene el doctorado en Ciencias Físicas por la Complutense en 1966, con su tesis "La correlación entrópica y su aplicación al experimento físico" dirigida por Manuel Castans.

En el antiguo Servicio Meteorológico Nacional, SMN, asume la dirección de la sección de Meteorología Marítima. Crea la "Revista de Meteorología Marítima”.

La década de los 70 es la más fecunda de Medina. Durante el periodo de 1971-1978 es nombrado Jefe del Centro de Análisis y Predicción. Es profesor de Meteorología sinóptica y dinámica, formando a gran cantidad de futuros meteorólogos y predictores.

Aparte de sus obras “Meteorología teórica” y “La atmósfera y sus fenómenos”, publicadas en 1972, en esa década salen también las primeras ediciones de sus libros : “Iniciación a la meteorología” (1973), "La mar y el tiempo" (1974) y "Meteorología básica sinóptica" (1976). Entrada la década de los 80, el INM publica su "Teoría de la predicción meteorológica" (1984). La mayoría de estos libros son de uso práctico y teórico en la actualidad. En 1985 deja TVE. Su último libro es "La predicción del tiempo basada en teoremas de la vorticidad" (1988). Innumerables son los trabajos que publica en varias revistas.

Mariano Medina fallece en 1994, dejando un legado bibliográfico que ha servido y sirve de referencia en la meteorología en España y en muchos países americanos. En esta herencia se conjugan las ideas teóricas que aprendió y desarrolló con las prácticas que él vivió y adaptó de una forma simbiótica y muy útil para el lector.

Bibliografía de Mariano Medina:

• El tiempo es noticia. Ediciones Cid. 1964 (1ª ed.)

• Iniciación a la meteorología. Ed. Paraninfo.1980 / Salvat Editores. 1994 (8ª ed.)

• La mar y el tiempo (meteorología náutica para aficionados, navegación deportiva y pescadores). Ed. Juventud. 1999 (2ª ed.)

• Meteorología básica sinóptica. Ed. Paraninfo. 1976 (1ª ed.)

• Teoría de la predicción meteorológica.

Instituto Nacional de Meteorología. 1984 (1ª ed.)

• La predicción del tiempo basada en teoremas de la vorticidad.

Instituto Nacional de Meteorología. 1988 (1ª ed.)

Esta entrada se publicó en Entrevistas en 28 Dic 2013 por Francisco Martín León