Olas de frío y temporales de nieve en Cantabria en los últimos cien años. Parte III

Tanto este temporal como el siguiente de enero y febrero de 1935 se enmarcan en los severos inviernos que tuvieron lugar durante los lustros 1931-35 y 1941-45; ya el mes de febrero de 1932 dejó una temperatura media en Santander capital de 5.8ºC, quedando como el segundo mes de febrero más frío del siglo sólo superado por el histórico record de febrero de 1956

Foto 1.- Olas de frio y temporales de nieve en Cantabria en los últimos cien años - Parte III

¿Un síntoma de cambio climático?

Parte III
José Manuel Puente Fernández
Licenciado en Geografía e Historia
Universidad de Cantabria
[email protected]

EL TEMPORAL DE DICIEMBRE DE 1933

Tanto este temporal como el siguiente de enero y febrero de 1935 se enmarcan en los severos inviernos que tuvieron lugar durante los lustros 1931-35 y 1941-45; ya el mes de febrero de 1932 dejó una temperatura media en Santander capital de 5.8ºC, quedando como el segundo mes de febrero más frío del siglo sólo superado por el histórico record de febrero de 1956; con la llegada de diciembre de 1933 se registró un temporal entre los días 15 y 20, que dejó una estampa blanca en la provincia santanderina y la aparición de la nieve en la capital aunque sin llegar a cuajar 23

Hacía el día 13 el Observatorio Meteorológico Central informaba de “altas presiones en el Atlántico y el norte de Azores. Varios núcleos de presiones débiles sobre el occidente de Europa y en el Mediterráneo. En España dominan vientos variables con poca fuerza y bastante nubosidad”. Para el día 14: “bajas presiones en el Cantábrico y en el Golfo de Génova. Altas sobre Suecia y desde Islandia a las Azores.” El día 15 se inicia el temporal con vientos predominantes del NO y chubascos generalizados.

El día 17 ya nos informa de ello la prensa regional:

A dos grados sobre cero. No llegó a cuajar la nieve en la ciudad. En la provincia nieva intensamente. Un día de abrigo el de ayer, ya de madrugada se dejó sentir una fuerte depresión atmosférica y toda la mañana se sucedieron las granizadas, llegando a caer la nieve en grandes copos. La temperatura no superó los 4-5 grados. Por la tarde alrededor de las cinco el frío fue más intenso, cayendo una copiosa nevada, que blanqueó las calles durante un cuarto de hora, al término del cual se deshizo la nieve. A dicha hora el termómetro registró una baja muy sensible llegando a los dos grados sobre cero”.

La situación en la provincia era de intensa nevada y de problemas con las comunicaciones a través de los puertos que nos unen con la meseta, retraso en los trenes, etc. La nieve ya vemos por la información de prensa que llega a la capital el día 16, cuajando de forma esporádica y desapareciendo al detenerse la nevada; también nevará el día 17 aunque con menor intensidad.

A partir del día 20 se tienen noticias de una mejoría muy rápida del tiempo, así el día 22 aparece en el Diario Montañés una información llegada de Ampuero en la que se dice “sólo en las partes altas de las montañas que circundan nuestra villa quedan vestigios de las intensas nevadas del sábado y domingo últimos, que dieron a todo este valle una encantadora tonalidad blanca. Ayer primer día del invierno hizo un tiempo primaveral, luciendo un sol espléndido, produciéndose con tal motivo un considerable desnieve”. (A. Céspedes, cronista)

ENERO – FEBRERO DE 1935

La nevada caída entre los últimos días de enero y la primera decena del mes de febrero de 1935 se desencadenó dentro de una gran ola de frío del NW que por aquellas fechas castigaba toda la geografía española y que fue una de las más importantes de los años treinta; la nieve apareció en la franja costera de forma reiterada durante los últimos días de enero y los primeros de febrero 24 y cubrió el resto de la geografía provincial sin práctica solución de continuidad durante una veintena de días.

El temporal se inicia hacia el día 27 de enero para ceder luego a partir de los días 2/3 de febrero y arreciar nuevamente hacia el día 8. Nos informaba el Diario Montañés del siguiente modo el día 29 de enero:

Desde las primeras horas de la mañana del domingo (día 27), las nevadas caídas en los puertos altos de la provincia fueron arreciando en intensidad llegando a alcanzar las capas de nieve considerable altura. La incomunicación consiguiente que ha traído aparejada este fenómeno nos ha impedido la llegada de las crónicas postales, en las que según referencias telefónicas nos dan cuenta de los efectos del temporal de nieves en las respectivas zonas. Además del cierre de los puertos del Escudo y Reinosa, según noticias transmitidas a última hora del domingo por el Patronato Nacional del Turismo, a mediodía del día referido quedó cortada la comunicación ferroviaria en el trayecto comprendido entre Bárcena de Pie de concha y Alar del Rey, pues la nevada en la zona citada adquirió tales proporciones que los trenes que se encontraban en tráfico por aquellos puntos han quedado sitiados y sin posibilidad de movimiento a pesar de los esfuerzos del personal de ruta, y de la sección de Vías que han trabajado sin descanso intentando dejar expedita la vía”.

Durante los trabajos de las máquinas exploradoras dotadas de lanzanieves, que por lo intenso de la nevada se llevan a cabo con bastante lentitud y dificultad, al mediodía de ayer descarrilaron dos de estas máquinas en las inmediaciones de la estación de Pozazal, pues los bloques de nieve amontonados en las vías eran de tal proporción que impidieron el paso a las máquinas citadas”.

En vistas de que la intensidad del temporal persiste y lejos de ceder va en progresión constante se acordó en la tarde de ayer suprimir la salida del tren correo de las nieve de la noche y aguardar las noticias de los puntos más afectados por el temporal sobre la situación del material bloqueado por la nieve”.

La situación se mantiene hasta los primeros días de febrero momento en el cual el temporal de nieve tiende a remitir aunque será de forma momentánea.

Día 2 de febrero: “En la última jornada se ha logrado dar un avance considerable a los trabajos para dejar por completo expedita la vía en el trozo comprendido entre Bárcena de Pie de concha y Alar del Rey. A esto ha contribuido de manera principal la temperatura que ha reinado durante el día de hoy que ha sido bastante más bonancible que la registrada en jornadas anteriores y el haber dejado de caer nieve, con lo que las brigadas de obreros empleados en el espaleo de la vía férrea y de las carreteras, han podido desarrollar gran actividad y no han visto neutralizados sus esfuerzos por nuevas inclemencias del temporal (...) De no registrarse un cambio brusco en la tendencia del tiempo a la franca mejoría, es de suponer que serán horas solamente lo que se tarde en dejar libre la vía y restablecer la comunicación directa de Santander con Madrid”.

La situación en Reinosa 25 viene reflejada en las informaciones del propio Diario Montañés del día 2 y correspondientes a la situación durante el día 31 de enero:

Ayer la temperatura llegó a ser de más de seis grados bajo cero. Desde el pasado domingo la ciudad ha estado incomunicada completamente con el resto del mundo. La fuerte nevada, que no cesó un solo momento, llegó a alcanzar enorme altura en las calles, y además el fuerte viento, que motivó que la nieve llegase en determinados lugares a alcanzar una altura cercana a los primeros pisos de algunas casas. Hoy han logrado pasar ya por esta estación siete máquinas exploradoras, lo que hace suponer que en breve quedará normalizada la circulación de trenes. Desde luego, la temperatura ha decrecido bastante aunque en estos últimos momentos no nieva, luciendo el sol”.

Reinosa ha estado y está incomunicada con los demás pueblos de los alrededores. Se tienen noticias de brigadas de obreros que han salido en busca de pienso para el ganado, suponiendo una verdadera hazaña el andar por la nieve en parajes muy peligrosos”.

LOS GRANDES FRÍOS DEL INVIERNO 1937-1938

Un temporal de nieve generalizado azota Cantabria entre los días 13 y 20 de febrero de 1938, sin embargo ya durante el mes de diciembre de 1937 había habido fuertes nevadas en las zonas altas de la región en especial en Campoo y los valles interiores de la zona oriental y occidental de la provincia. Fue un invierno muy frío en líneas generales aunque no pueda hablarse de nevadas excepcionales como en otras ocasiones, los fríos de diciembre se dejaron sentir sobre todo en el área mediterránea y fueron la causa de las dramáticas situaciones que se vivieron durante la batalla de Teruel 26, y también Cantabria se vio sometida a fuertes fríos y también importantes nevadas en sus zonas más interiores y altas27. Después de este mes de diciembre muy frío, enero se mantuvo en valores relativamente normales para volver a descender en febrero de forma moderada e iniciarse un temporal del NW de los más severos que se recuerdan; la nieve llegó incluso a la costa, nevó en Santander tres días consecutivos y el blanco elemento logró cuajar durante estas tres jornadas, fueron los días 14, 15 y 16 de febrero. La situación de la comarca del Besaya, cercana a Santander, viene bien reflejada por la información ofrecida por aquellos días por el Diario Montañés:

Dos días lleva la nieve cayendo copiosamente sobre esta población, sin que hasta el momento de escribir estas líneas se note en el tiempo la menor tendencia a mejorar. Sigue nevando con la misma intensidad que el primer día, lo que nos hace suponer que ésta va a ser la mayor nevada que hace muchos años se conoce. En las calles de la ciudad varias brigadas de obreros se han dedicado a abrir paso, porque la nieve acumulada alcanza ya varios centímetros de altura. El aspecto que presenta el paisaje es bellísimo, pero contemplándole hemos de pensar en nuestros hermanos que luchan en los frentes. Ellos se defienden y vencen siempre al enemigo, porque son valientes pero el frío, enemigo que ataca también a nuestros soldados, no se vence con valentía sino con prendas de abrigo que debemos proporcionarles los que tan cómodamente vivimos en la retaguardia, al calor de nuestros hogares”.

Tenemos un reflejo de la fuerte nevada que se abatía sobre la capital del Besaya y por añadidura sobre toda Cantabria, además de hacerse en este pasaje una referencia a los soldados que luchaban en el frente, verdaderamente quienes más sufrieron aquel terrible invierno.

El día 14 en Santander capital se registraron 5.8ºC de temperatura máxima y 1.2ºC de temperatura mínima, los 5 mm., de precipitación recogidos aquel día fueron todos en forma de nieve. El día 15 la nieve siguió cayendo y la temperatura osciló entre 0.4ºC y 5.2ºC, temperaturas sumamente bajas por tratarse de la capital de la provincia no acostumbrada a estos registros. Para estas fechas un potente anticiclón de 1036 mb. Se había centrado sobre Escocia y entre éste y las bajas presiones en Córcega se establecía un pasillo de vientos del nordeste que hacían que las temperaturas se mantuviesen muy frías hasta finales de febrero. El día 16 la temperatura máxima en Santander fue de tan sólo 2.6ºC con una nevada intermitente a lo largo de toda la jornada.

De Reinosa28 llegaban noticias el día 15 que informaban que “el suelo de la ciudad ha amanecido cubierto de nieve, en virtud de un cambio brusco de temperatura experimentado la noche anterior, desde entonces no ha dejado de nevar, hallándose los caminos y las carreteras intransitables pues la nieve alcanza una altura de medio metro”.

Así es que los últimos días de 1937 y los dos primeros meses de 1938 fueron unos de los períodos más fríos del siglo XX, agravada la situación por encontrarse entonces todo el país sumido en la atroz guerra civil.

EL TEMPORAL DE ENERO DE 1941

Durante la primera quincena del mes de enero de 1941 se abatió sobre la provincia de Santander un temporal de nieve y frío que dejó la región aislada del resto del país y dio entrada a una década, la de los años cuarenta que sería bastante pródiga en fríos y nevadas, especialmente en su primer lustro 1941-45, donde los inviernos destacaron por su crudeza.

Esta ola de frío como decimos se inició con el nuevo año y tuvo su origen en una entrada de vientos de componente norte que trajeron aire ártico marítimo de regiones muy septentrionales hasta nuestra comunidad, todo ello generado por la presencia de una borrasca que tiene su entrada por el golfo de Cádiz y una vez cruza toda la península es reactivada por una masa de aire frío procedente del norte de Europa que la reactiva y fija en el entorno del Mediterráneo occidental, mientras un potente anticiclón se centra sobre el Atlántico y la Islas Británicas; entre ambos se produce un pasillo de vientos de componente norte que dan como consecuencia un rápido descenso de las temperaturas.

Reproducimos a continuación el parte del Servicio Meteorológico Nacional del Ministerio del Aire: “un temporal violento con centro en Levante afecta a toda España ocasionando vientos huracanados, con chubascos de lluvias en la costa norte y Extremadura y nieve en el Duero y cabecera del Ebro. Tiempo probable: los vientos fuertes del norte alcanzarán Cataluña, Levante y Baleares, produciendo un descenso notable de las temperaturas y chubascos. Por el NW de España irá aclarándose el cielo y cediendo la fuerza del viento, quedando el tiempo frío”.

Para el día 2 el tiempo había empeorado de forma ostensible en todo el país, así es que nevaba en Madrid durante toda la noche y los trenes procedentes de Valencia presentaban al igual que los del norte grandes dificultades para arribar a la capital de España. En Valencia había un fuerte vendaval, y más de un palmo de nieve en las zonas de Requena y Utiel. La situación no era mejor en las capitales del norte, en Bilbao había nevado toda la jornada y las comunicaciones telefónicas con el resto de la provincia estaban interrumpidas, en Pamplona un intenso temporal de nieve tenía paralizada toda la provincia, en Ávila la nevada era importante y el frío arreciaba, y así en buena parte del país.

En Cantabria se iniciaba también un temporal del norte; así en Santander29, “a la mejoría de la temperatura experimentada días pasados a consecuencia, sin duda de viento sur, primero y del agua del Noroeste después, sucedió en la madrugada de ayer (día 2), un rápido descenso provocado por el cambio del viento al norte. En las primeras horas de la madrugada descargó sobre la ciudad una fuerte granizada y a media mañana comenzaron a caer los primeros copos de nieve, sucediéndose durante todo el día las nevadas, el granizo y el aguanieve. Los copos sólo consiguieron cuajar débilmente en algunas ocasiones porque los aguaceros alternaban con la nieve y el granizo”. Mientras tanto “en la parte alta de la provincia nieva copiosamente. La comunicación a través de los puertos se realizó ayer con alguna dificultad, temiéndose que de persistir el temporal, se llegue a la interrupción del trafico por ellos”.

En los días sucesivos se mantendrá una situación de fuerte temporal, con nevadas importantes en toda la vertiente norte, las cabeceras del Ebro, Aragón, las dos Castillas y la zona centro peninsular. En Cantabria el temporal arreció a partir del día 3 e hizo difíciles las comunicaciones con el resto del país dejando además incomunicados muchos municipios montañeses. La prensa regional lo refleja perfectamente en aquellos días; “Durante toda la noche anterior y el día de ayer continuó el temporal de nieve azotando toda la provincia. En la mañana de ayer todos los montes que circundan la bahía aparecieron cubiertos de nieve. Continuaron registrándose muy bajas temperaturas, pero en la capital no llegó a cero, a pesar de que la nieve descargó a intervalos”. La provincia al igual que la capital se veía azotada por el fuerte temporal. “En la provincia la intensidad del temporal ha dejado incomunicados algunos pueblos de la parte alta. En Espinama la altura alcanzada por la nieve fue de un metro. Los puertos de El Escudo, San Glorio, Piedras Luengas, Las Hoces de Bárcena y Las Estacas de Trueba quedaron cerrados a consecuencia de la nieve acumulada en las carreteras. En la región de Campoo y en la de Liébana es donde más se ha recrudecido el temporal. En Potes había ayer a mediodía más de medio metro de nieve, y el tráfico por el desfiladero de la Hermida quedó interceptado por la nieve, no pudiendo circular por la tarde los autobuses que hacen el servicio de Unquera a Liébana. En Reinosa30 registró ayer el termómetro 15 grados bajo cero. En las calles, donde la nieve alcanza un metro de altura, ha habido necesidad de proceder a la apertura de trincheras para pasar de uno a otro lado. La comunicación de Reinosa con los pueblos vecinos ha quedado incomunicada. Según noticias recibidas en el Gobierno Civil han quedado cerradas al tráfico la carretera de Palencia a Burgos y la línea del ferrocarril de La Robla, haciéndose con grandes dificultades por la línea del Norte. Las máquinas exploradoras ayudadas por brigadas de obreros, continúan trabajando para dejar expedita la vía en el trozo comprendido entre Pozazal y Reinosa. En vista de la irregularidad del servicio ferroviario entre Santander y Madrid, ha sido suspendida la salida del rápido de hoy.

Esta situación de intenso temporal se repetía en buena parte de España, así durante la noche del día 2 al 3 se produjo una nevada en Madrid que cubrió de forma ligera las calles de la capital, mientras tanto en el Levante el temporal de viento dejaba grandes pérdidas, en Castellón el viento llegó a los 150 kilómetros por hora y el termómetro rondaba los cero grados, las comunicaciones telefónicas estaban interrumpidas en toda la zona al igual que el fluido eléctrico como consecuencia del derribo por el viento de multitud de postes de luz y teléfono. El mismo vendaval azotaba también la provincia de Madrid y dificultaba sus comunicaciones con el resto de España y las conexiones telefónicas y telegráficas; “Las comunicaciones de Madrid con el resto de España por teléfono se hacen con extraordinaria dificultad, se está casi incomunicado con toda la región de Galicia, Asturias y León. Por la parte de Villalba hay más de 50 circuitos telefónicos cortados como consecuencia del gran número de postes telefónicos derribados en la Sierra del Guadarrama”. Las comunicaciones por ferrocarril eran dificilísimas debido sobre todo a los obstáculos que se cruzaban en las vías férreas tales como postes o árboles derribados por el viento. Por la zona norte la situación no era mejor, en Bilbao había nevado ligeramente y toda Vizcaya estaba aislada en sus pasos hacia la provincia de Burgos. En Álava nevaba intensamente, Vitoria estaba aislada y no se podía acceder a ella por la carretera de Bilbao, la nieve llegaba en algunos puntos a los cuatro metros debido al fuerte viento que la amontonaba de forma desproporcionada. En Zaragoza el viento era huracanado y el frío intensísimo, igual situación se vivía en Teruel donde la nieve llegaba al metro de altura.

Toda España sufría un fuerte temporal de viento y nieve, que se cebaba con especial virulencia en Cantabria donde continuaba nevando copiosamente el día 4, sin cesar prácticamente ni un instante en las zonas más altas de la región; en algunas zonas de Reinosa la nieve llegaba a la altura de los primeros pisos (¡!), nos decía en sus informaciones aparecidas el día 5 la prensa regional, “durante el día de ayer continuó el temporal de nieves en toda la provincia. En la capital persistió la intensidad del frío, aunque el cielo no estuvo tan cubierto como en días anteriores. A intervalos, algunas nubes arrojaron durante todo el día ligeros copos de nieve. La temperatura máxima fue de tres grados, y la mínima de ocho décimas sobre cero. En la parte alta continuaron las nevadas en forma copiosa, agravadas por el fuerte viento huracanado, que facilitó la formación de celliscas y la acumulación en grandes masas de nieve en los ventisqueros. Ello contribuyó a dificultar los trabajos de espaleo, que hubieron de ser suspendidos por resultar agotadores para las brigadas obreras, y al mismo tiempo ineficaces. Según los partes recibidos en la Jefatura de Obras Públicas, todos los puertos de la provincia que dan acceso a Castilla están interceptados al tráfico”. Las comunicaciones con el resto del país eran prácticamente imposibles también por ferrocarril; “las comunicaciones ferroviarias del Norte han sido igualmente suspendidas con Madrid, ya que el trozo de Reinosa a Mataporquera está interceptado por la enorme cantidad de nieve acumulada a lo largo de las trincheras del ferrocarril, en especial en las proximidades de Pozazal, donde una de las máquinas exploradoras ha quedado bloqueada por la nieve. Ayer no salieron ni el rápido ni el correo de Madrid. Se ha establecido un servicio especial entre Santander y Reinosa, a base de un tren correo y un mercancías”.

En toda la zona campurriana el temporal azotaba con fuerza y hacía que el normal desarrollo de la vida cotidiana se hiciera imposible; “En Reinosa continúa el temporal en toda su crudeza. La nieve alcanza en las calles la altura de un metro treinta centímetros, y en algunos lugares de la ciudad donde las corrientes forman ventisqueros la nieve llega a la altura de los primeros pisos. La temperatura es glacial, debido, principalmente a la violencia del viento. Los pueblos inmediatos a Reinosa continúan incomunicados”. Y continúa su relato el Diario Montañés en su número del día 5 de enero; “en el día de hoy (se refiere al 4 de enero), ha mejorado algo la temperatura, aunque el temporal continúa con tanta intensidad como ayer. La nieve alcanza ya un nivel de 1,20 metros, y en algunos lugares, donde el viento la acumula, los 4 y 5 metros(¡!), hasta el punto de que en algunas calles de la ciudad llega a los primeros balcones de las casas. (…) En los centros fabriles ha habido necesidad de cerrar y parar las faenas ya que la ventisca introducía en las naves y maquinaria la nieve, impidiendo el trabajo. La mínima ha sido de -7ºC. Como dato curioso que revela la situación de la ciudad, citaremos el caso de que para poder efectuar el entierro de un vecino de la localidad hubo necesidad de trasladar al féretro en un trineo”.

Como vemos todos los datos e informaciones parecen indicar lo fortísima que era la nevada caída en aquellas jornadas, posiblemente sólo comparable a aquellas que cayeron a principios de siglo, las de enero de 1907 y marzo y diciembre de 1917; veremos sin embargo que a partir de este año y sobre todo en la década de los años 40 y 50 las nevadas serán verdaderamente impresionantes.

A partir del día 5 se inicia una mejoría del tiempo, la temperatura se suaviza y las precipitaciones no son tan intensas; “durante la jornada de ayer (día 8), el temporal de nieves decreció notablemente en intensidad en toda la parte alta de la cordillera, el tiempo se mostró inseguro, nevando a intervalos, y con una atmósfera muy cargada. Aprovechando esta tregua brigadas de obreros trabajaron intensamente en todos los puertos de la cordillera, lográndose, a las tres de la tarde, dejar abierto a la circulación el puerto de El Escudo. También lo fueron el de Reinosa y otros que ponen en comunicación nuestra provincia con Castilla. En la línea del Norte han proseguido también los trabajos para dejar restablecida la circulación de trenes. Pero los temores sobre la inseguridad del tiempo coinciden con las noticias recibidas en Obras Públicas”.

Así es que el temporal no había finalizado aún y durante las jornadas del 10 al 18 se produce un recrudecimiento de la situación, llegando a cuajar la nieve en algunos momentos incluso en la capital en las jornadas del 10 y el 11 de enero. Así titula el Diario Montañés el día 11 “En la madrugada de hoy la nevada alcanzó en las calles de la capital un espesor de 20 centímetros”. Para continuar; “en las primeras horas de la madrugada de ayer el viento del norte que acompañado de aguaceros había predominado durante la jornada anterior, viró al este, experimentando la temperatura un notable descenso. El día de ayer amaneció con el cielo encapotado y un frío intensísimo, comenzando a nevar a las diez de la mañana, en forma copiosa. A los pocos instantes, una espesa capa de nieve cubrió las calles de la ciudad, por las que el tránsito se hizo difícil y peligroso, la nevada duró una hora y media, aproximadamente, luciendo luego el sol durante media hora. A las doce tornó a nevar, no cesando hasta la una y media. A las dos de la tarde, el termómetro señaló en la capital una mínima de tres décimas bajo cero, despejó el cielo a esa hora y lució de nuevo el sol hasta media tarde. Brigadas de obreros municipales, empleados de la limpieza y bomberos empleáronse en la limpieza de las calles y aceras para facilitar el tráfico y evitar accidentes. Durante toda la tarde el frío se dejó sentir intensamente. Cerca de las ocho de la noche comenzó a caer de nuevo la nieve, pero esta vez en forma más copiosa y sin interrupción. Cuando escribimos estas líneas sigue nevando y la nieve alcanza en las calles un espesor de 20 centímetros. La temperatura marcó a las dos de la mañana un grado bajo cero”.

¿Quién imagina hoy la ciudad de Santander con 20 centímetro de nieve?, ¿quién imagina una temperatura rondando los 0ºC?, en definitiva, ¿cuánto hace que la ciudad de Santander no vive unas jornadas como esas?. Veremos que esta pregunta puede repetirse varias veces a lo largo de este trabajo, porque las nevadas que entonces aparecían a nivel del mar son hoy una total rareza.

Mientras tanto el temporal se recrudecía en toda la provincia, en Reinosa se alcanzaban los -11ºC y la nieve volvía a hacer acto de presencia dificultando el tráfico por carretera y ferrocarril en toda la zona alta de la provincia. Ante tamaña situación los vecinos de muchos municipios se veían obligados a hacer frente a animales que bajaban hasta los pueblos para alimentarse, lobos y jabalíes principalmente, mientras las comunicaciones por la provincia se hacían por momentos poco menos que dramáticas. Reproducimos a continuación una información aparecida por aquellas fechas en la prensa provincial: “Durante todo el día de ayer ha descargado sobre la mayor parte de la provincia un nuevo temporal de nieves experimentando un brusco descenso la temperatura. El jefe de la guardia civil de Reinosa informó al Gobierno Civil que ha quedado cerrado las carreteras, y en el mismo sentido informa el de Ontaneda, respecto a la carretera de Burgos y puerto de El Escudo. El interventor del Estado en el ferrocarril del Norte comunica que ayer se recrudeció el temporal de nieves, sobre todo en la zona de Alar, Bárcena, Quintanilla y Barruelo, siendo la altura de la nieve aproximadamente de medio metro y en los ventisqueros de uno a tres metros en distintos puntos. (…) A última hora seguía nevando con enorme intensidad en toda la comarca de Reinosa. El temporal de nieves es muy intenso igualmente en la región de Liébana, donde todas las carreteras, a excepción de la de Unquera, están interceptadas”. Aquí vale la pena reproducir el siguiente relato, verdaderamente espectacular e inimaginable hoy día: “Ayer por la mañana el autobús de viajeros que salió de Potes a las seis de la mañana para enlazar en Unquera con el correo de Asturias, fue sepultado por un enorme nevero al llegar al puente de La Hermida, el coche se desvió bruscamente a consecuencia del alud pero la serenidad del conductor, evitó que se precipitara al río Deva. Una de las ruedas delanteras quedó sobre el vacío, fuera de la carretera. No hubo desgracias personales y los viajeros que llenaban el autobús hubieron de salir por las ventanillas y continuar a pie hasta el pueblo de La Hermida en medio de un vendaval imponente”. El relato no necesita más explicación.

Como decíamos varios pueblos se veían en la obligación de hacer frente a animales salvajes que se aventuraban hasta las poblaciones en busca de comida por las tremendas nevadas caídas en las zonas altas; “En numerosos puntos de la zona de Liébana se señala la presencia de manadas de lobos que bajan hasta las proximidades de las villas. Se organizan batidas en distintas poblaciones de dicha región y del valle de Polaciones. En este último fueron cazados en una sola jornada catorce jabalíes”.

Una nevada imponente la que dejó para la historia y los recuerdos aquel mes de enero de 1941. Comenzó a finales de año y no remitió definitivamente hasta pasada la veintena de enero. Casi 3 semanas de continuas nevadas y fuertes vientos. Puede decirse que aquello sí eran nevadas!

LA GRAN NEVADA DE ENERO DE 1945 31

En enero de 1945 la actual Comunidad Autónoma de Cantabria sufrió un temporal del NW que dejó una de las mayores nevadas invernales que se recuerdan en toda la región y las temperaturas medias más bajas registradas para un mes de enero 32.

Hubo por aquellas fechas dos inviernos sucesivos sumamente duros en la geografía española, uno de ellos fue el de 1943-44 que destacó además por lo seco, el otro fue el de 1944-45, dentro del cual se enmarca el temporal de enero de 1945, que da comienzo hacia las navidades de 1944 cuando se inician importantes nevadas en las dos mesetas que se extienden luego hacia la vertiente cantábrica y a mediados de enero afectan de forma muy importante también amplias zonas de Levante y Andalucía 33.

La prensa regional de los primeros días del mes nos da cumplida cuenta de la situación que se vive en toda la región y también en el resto del país, con fuertes heladas en Reinosa que hacen peligrosas las calles de la ciudad y una bajada de los termómetros hasta los –17ºC en Teruel. El día 4 se informa de la situación desesperada en algunos pueblos de la provincia de Granada con el hundimiento de tres casas en Puebla de Don Fadrique y el desplome de otras viviendas en algunos poblados campesinos del término municipal de Caravaca todo ello por el peso de la nieve que alcanzaba en muchos puntos espesores de hasta 1,50 metros (¡!) Fuertes nevadas en las sierras de Espuña, Carrasco y Carache y gran temporal de nieve en Almería sobre todo en las localidades de Vélez Blanco, Vélez Rubio y Chirival. Según la información de prensa la nieve habría alcanzado más de 3,00 metros (¡!) de altura en algunos sitios.

Para el día 5 la información del temporal en la provincia se hacía más detallada ante el recrudecimiento del mismo:

En las últimas 24 horas se ha recrudecido el temporal que desde hacía días veníamos padeciendo. Ayer se desencadenó sobre Santander y provincia un fuerte temporal de viento, lluvia y granizo. Las calles de la ciudad se han visto cubiertas por completo de granizo en algunos momentos (...) En Reinosa nieva intensamente descendiendo la temperatura hasta –16 ºC.

También se da cumplida cuenta de la importante nevada caída en Bilbao, en Pamplona o en Ávila y del intenso frío que azota todo el país.

En Reinosa la temperatura cae el día 6 hasta los –14 ºC y el río Híjar amanece totalmente helado. El relato sobre la situación en la capital de Campoo que hace el corresponsal del Diario Montañés es sumamente elocuente de la situación:

Dos días nevando intensamente han acumulado tal cantidad de nieve en las calles de la ciudad, que no sólo se ha paralizado la circulación rodada, sino que hasta el tránsito peonil se realiza con grandes dificultades y con evidente riesgo. La temperatura sigue muy baja, nevando a intervalos, sin que el tiempo tienda a mejorar. La mínima registrada estos días, según el registro oficial en garita ha sido de –14ºC.

Aparece a continuación en el periódico una pequeña tabla de las temperaturas extremas registradas en Reinosa desde el día 25 de diciembre y que aparecen publicadas en la prensa de aquellos días por gentileza de Francisco Hernández; las reproducimos aquí: 34

El día 9 el titular era el siguiente: se anuncian vientos y descenso de la temperatura en el norte de España . Todos los puertos asturianos y leoneses de alta montaña se encontraban cerrados. La tarde del día 8 había estado metida en fuertes granizadas y ya en la madrugada del día 9 la nieve hace nuevamente acto de presencia.

El día 10 la temperatura máxima en la ciudad de Santander fue de 5.4 ºC y la mínima de tan sólo 0.6 ºC con una precipitación recogida de 20 litros por metro cuadrado siendo ésta en forma de nieve y granizo. En Reinosa el día 7 tiene lugar un inicio de desnieve que rápidamente se ve interrumpido para volver a nevar el lunes 8.

En cuanto a la comarca del Besaya, de Torrelavega llega la siguiente información:

Seguimos entre granizos, nieve, frío intenso y viento fuerte, todo amenizado con relámpagos y truenos. En los valles altos, los aldeanos, además de tener que estarse metidos en casa bloqueados por el espeso manto blanco, han de vivir vigilando día y noche las cuadras y protegiendo sus puertas con pesados artefactos para que los lobos no entren a comerse el ganado. Tal es el hambre de estas fieras que se acercan sin temor a las moradas, sobre todo a las que están un poco aisladas. Tendrán que organizarse grupos de escopeteros para dar las consiguientes batidas”. (por Paco Cayón)

El día 11 la información sigue con el mismo tenor; bloqueados 160 pueblos en la zona de Reinosa. Continúa nevando intensamente. Se hallan bloqueados más de 160 pueblos con un total de 24000 habitantes. Constantemente se realizan exploraciones por la vía del ferrocarril del norte para mantener la circulación de los trenes de viajeros. En algunas trincheras la nieve alcanza los 3 metros de altura.

Día 12 (Diario Montañés): “Continuó ayer en toda la provincia el temporal de nieve. En nuestra ciudad se han sucedido todo el día fuertes granizadas. A las nueve de la noche las calles aparecieron cubiertas por el granizo. A la una de la noche descargó otra granizada muy intensa. En Campoo continúa nevando alcanzando la nieve en Reinosa 1,3 metros. En Liébana nieva ininterrumpidamente. Casi todos los pueblos de la comarca están incomunicados. En Potes la nieve alcanza los cincuenta centímetros pero en diversos pueblos excede de los 2 metros. Para Santander la temperatura máxima fue de 5.2 ºC y la mínima de 1.2 ºC con una precipitación de 15.5 litros (granizo)”.

El día 13 se informa de una pausa en el temporal ininterrumpido que azotaba la región desde hacía dos semanas, y aunque en algunas comarcas continuó nevando a lo largo del día 12, fue en cualquier caso con menor intensidad. Las comunicaciones con la meseta y con Bilbao se hallaban en graves dificultades si el medio elegido era el ferrocarril y se hacían imposibles si se trataba de tráfico rodado, con la carretera del Escudo colapsada por la gran cantidad de camiones bloqueados por la nieve (con sus conductores refugiados en cabañas de la zona). Bilbao estaba totalmente nevado y se habla de una altura de la nieve en la zona asturiana de Pajares de hasta 6 metros (¡!) Igualmente una fuerte nevada había caído sobre la ciudad de Oviedo, al igual que en León. Espesores de nieve de 1,2 m. En La Robla, 2,5 m. En Villamarín y entre 3 y 5 m. En Busdongo.

Para el día 14 la información continúa siendo del mismo tenor, así Paco Cayón desde Torrelavega informa: “buena helada nos cayó durante la noche del viernes (día 12), y cuando creíamos que ella sería el anuncio de mejoría del tiempo, en la mañana de ayer se puso a nevar “en seco” como si estuviésemos en Reinosa, Burgos o León”.

Y para el resto de la provincia: “después de 7 días de ininterrumpida nevada ayer (viernes día 12) por la mañana dejó de nevar en Reinosa (...) En Liébana la nieve alcanza los dos metros de altura. En la villa de Potes el nivel no ha excedido de los 65 centímetros pero toda la comarca se encuentra aislada del resto de la provincia, al incomunicarse el paso por la carretera de Unquera. El tráfico ferroviario por la línea del Norte con Madrid continúa interrumpido. La altura de la nieve en las calles de Reinosa es de un metro pero tiende a descender, pues la nieve ha comenzado a reblandecerse. Brigadas de obreros trabajan sin descanso para dejar libre el paso entre Reinosa y Lantueno. En Santander capital, después de la helada del viernes siguió ayer por la mañana una nevada que cubrió calles y tejados pero por poco tiempo ya que el sol volvió a lucir a primeras horas de la tarde”.

El régimen de nieves se extendía por La Coruña, Santiago, Pontevedra, Lugo, Asturias, Santander, León, Burgos, Soria, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Huesca, Logroño, Zaragoza, Lérida, Gerona, Tarragona, Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Almería (provincia) Jaén, etc. Según la información facilitada por el Servicio Meteorológico entonces dependiente del ministerio del aire, la causa de semejante recrudecimiento del tiempo era la presencia de una borrasca muy importante pegada a las costas mediterráneas y que al prolongarse de una manera poco corriente había provocado un régimen continuado de nieves y frío, comparable al sufrido en los meses de enero y febrero de 1938, célebre sobre todo en la provincia de Teruel. Se destaca también la notable persistencia de la situación en el área mediterránea con fuertes nevadas y fríos poco comunes por aquellas tierras.

Día 17: “Continúa el temporal de nieve en toda la provincia recibiendo noticias de extensas zonas totalmente bloqueadas por la nieve. Todos los puertos y pasos que conducen a nuestra provincia están completamente cerrados y en el Escudo se encuentran algunos camioneros y turismos enterrados entre la nieve. En los numerosos puertos del Valle de Soba la nieve alcanza alturas superiores al metro y medio por lo que es muy difícil el abastecimiento a esta extensa comarca. (...) Los términos municipales de Polaciones, Tudanca, Rionansa, Herrerías y otros se hallan igualmente bloqueados y cortadas las comunicaciones con problemas de abastecimiento a la población y la cabaña ganadera”. (información del Diario Montañés)

Hacia el final de la segunda decena del mes se inicia una mejoría sumamente lenta pero que poco a poco permite ir recuperando el pulso normal a la vida regional:

En Reinosa aunque el tiempo continúa amenazador e inseguro, hace dos o tres días que no nieva y el deshielo ha empezado notándose en la baja experimentada en el nivel de la nieve. En nuestras calles los obreros municipales han dado comienzo el miércoles al espaleo para abrir paso a la circulación rodada, urgente problema que quedará resuelto en horas y así los suministros de carbón y artículos alimenticios llegarán a los comercios y domicilios particulares con la acostumbrada normalidad”.

Foto 2.- Olas de frio y temporales de nieve en Cantabria en los últimos cien años - Parte III
Espectacular imagen del tren de la Robla bajo la nieve.

En las zonas más altas continuará nevando aún hasta finales del mes, continuando lentamente la mejoría general del tiempo en toda la provincia. Fue un mes sumamente frío con temperaturas medias extremas y con una muy importante nevada que afectó de manera general a todo Cantabria y dejó aislada la provincia durante la mayor parte del mes, sólo dos inviernos después otro temporal afectará la provincia aunque en este caso fue de una duración mucho más corta pero presentó unas características que lo hicieron bastante peculiar pues se presentó de forma repentina y la nieve apareció rápidamente en la franja costera.

EL TEMPORAL DE ENERO DE 1947

La primera quincena del mes de enero de 1947 presentó unas características de tiempo sumamente templado, con vientos dominantes del sur y del oeste que hicieron que las temperaturas se mantuviesen muy suaves aproximadamente hasta el día 20. Sin embargo a partir del día 23 se inicia un descenso muy pronunciado de las temperaturas y se fijan vientos del noreste y del este. El día 24 los valores extremos en la ciudad de Santander y en lo que a temperatura se refiere fueron de 2.8 ºC de máxima y 1.5 ºC de mínima y con pequeñas chispas de nieve durante toda la tarde 35. La irrupción de aire siberiano fue rápida y dio un cambio brusco a la situación en apenas 48 horas.

Foto 3.- Olas de frío y temporales de nieve en Cantabria en los últimos cien años - Parte III
Mapa de la situación el 27 de enero de 1947 – en pleno temporal del nordeste.

Para el día 26 la información aparecida en la prensa regional daba noticia de la situación del temporal: “la intensidad del frío que comenzó a sentirse en nuestra ciudad desde el pasado jueves (día 23) ha seguido en aumento en el día de ayer (sábado día 25) en que el termómetro llegó a marcar 0 ºC. (...) Alrededor de las nueve de la mañana comenzó a nevar, aunque con poca intensidad, continuando así durante toda la mañana y primeras horas de la tarde. La nieve cuajó sobre los tejados de las casas y sobre los jardines de los paseos, principalmente en las partes altas de la ciudad. En la provincia el temporal de nieve alcanza mayores proporciones. La carretera general de Santander Valladolid ha quedado cerrada al tránsito rodado, así como la mayoría de los puertos. La temperatura de ayer en Reinosa 36, donde nieva copiosamente, ha sido de –7 ºC. La nieve alcanza una altura de 35 centímetros. La circulación ferroviaria se hace con grandes dificultades. El tren correo de Madrid llegó ayer a nuestra ciudad con siete horas de retraso”.

Asimismo se informa de la situación del temporal en el resto del país. En Tarragona la ciudad se hallaba cubierta por la nieve, nevaba también en Oviedo y Zaragoza, en toda la cuenca alta del Ebro, en la mancha (nieve en Ciudad Real, Albacete y Toledo). Había también una débil nevada en Murcia y Sevilla, al igual que en Córdoba donde además reinaba un intenso frío. Intensa nevada también en San Sebastián y Bilbao.

Día 28: “Intensa nevada en Reinosa: desde el viernes (día 23) ha nevado sin interrupción hasta últimas horas del domingo (día 26), que ha sido un día muy crudo. Ahí están esos –8 ºC registrados el sábado, con la circulación paralizada por 40 centímetros de nieve y ahí está en una palabra nuestro invierno, tan temido como duro, amenazador aún de más nieve”.

Hay además informaciones de un tono anecdótico muy interesante como aquella que nos da el Diario Montañés sobre un tren bloqueado en la provincia de Gerona en la estación de Fuente Dicente y del que sólo sobresale la chimenea de la máquina. Los pasajeros se alimentan con los productos que llevaban dos estraperlistas compañeros de viaje hasta que llegó el socorro.

El temporal de nieve que se inició el pasado sábado (día 25) sobre nuestra ciudad y provincia se recrudeció en la noche del domingo. Sobre las doce descargó una fuerte granizada, no cesando de nevar hasta primeras horas del lunes, en que la ciudad amaneció con las calles cubiertas por completo de nieve, alcanzando en algunos lugares hasta 10 centímetros de altura. Durante la noche del domingo al lunes la temperatura fue de cero grados. En la provincia la nevada ha sido intensa quedando cerrados al tránsito rodado los puertos de La Sía, Piedrasluengas y Los Tornos, así como la carretera de Pesues a Palencia”.

Tenemos además puntual información sobre la situación en toda la península, así en Madrid cae una importante nevada la noche del día 27 que deja un espesor de 20 centímetros de nieve en algunos puntos. Igualmente fuerte es la nevada en Vitoria donde se registran hasta –13.2 ºC.

Sigue nevando el día 29 con temperatura máxima en Santander de 6.0 ºC y mínima de 0.5 ºC.

Reinosa: “aunque desde el domingo pasado no ha vuelto a nevar, sigue descendiendo la temperatura, habiendo llegado el termómetro tras fuertes heladas, a marcar –16 ºC en la madrugada del jueves (día 30) Grupos de obreros trabajan para limpiar las aceras y calzadas donde el tránsito es mas frecuente. Aunque la circulación ferroviaria, que este año no se ha llegado a interrumpir, funciona ya con normalidad, siguen interceptadas las carreteras a los distintos puntos de Campoo, así como la de Santander, si bien ésta es probable que esté practicable cuando se publique esta crónica”.

Y bajo el titular “En Liébana las comunicaciones han quedado restablecidas”, El Diario Montañés informa: “en la primera quincena de enero hemos desfrutado de temperaturas realmente primaverales, y todos creíamos que el invierno estaba fuera. Las tierras y los campos necesitaban más agua y para los ríos y las fuentes era indispensable que nevara en los altos. El viernes 24 se inició el temporal de nieve, que continuó durante tres días, con ligeras interrupciones. Nevó en seco y la nieve cuajó inmediatamente. El sábado 25 quedaron interrumpidas las comunicaciones en toda la región, pues la nieve alcanzó pronto un espesor de medio metro. En Potes se registró la más baja temperatura del año, con –6.0 ºC y en las zonas altas se llegó a –12.0 ºC. Casi ocho días han quedado incomunicados la mayor parte de los pueblos lebaniegos (...) Las carreteras de Palencia y León quedaron cerradas al tráfico el primer día de la nevada. La carretera de Potes – Unquera se cerró al tráfico a causa de la nieve, y por los neveros desprendidos sobre la misma en el desfiladero de la Hermida, donde durante varios días han estado trabajando activamente brigadas de Obras Públicas”.

Fue un típico temporal del noreste con entrada de aire muy frío del este del continente europeo que generó un cambio brusco de las condiciones meteorológicas hasta entonces muy favorables. El descenso de temperaturas que acompañó a la masa de aire fue muy pronunciado y la nieve hizo su aparición desde el primer día en cotas muy bajas, nevando y cuajando incluso en Santander capital. También nevó “en seco” en el resto de la región lo que es típico de estas irrupciones de aire muy frío y seco procedente del este europeo. Por las propias características de la ola de frío las nevadas no fueron copiosas en la zona interior dejándose sentir sin embargo un intenso frío. Una vez pasado lo peor la mejoría fue rápida durante la primera quincena de febrero.

Referencias

23 La capital santanderina tuvo una temperatura media de 7.0 ºC, lo que convierte a aquel mes de diciembre en el más frío de la serie 1924-1997, a su vez la precipitación recogida fue de 206 mm. Y se produjeron nevadas en dos días de aquel mes, en las jornadas 16 y 17, y cuatro días de granizo. En Reinosa por su parte la temperatura media fue de 0.0ºC sólo superada por los -0.1 de diciembre de 1917; hubo además 20 días de nieve, muy cerca del récord registrado en enero de 1945 con 22 días y la temperatura mínima absoluta fue de -14.6ºC, de las más bajas para un mes de diciembre. La precipitación fue de 250 mm. Prácticamente toda ella en forma de nieve.

24 Así en Santander nieva sin llegar a cuajar los días 27, 28, 29 y 30 de enero, volviendo a hacerlo el 8, 9 y 10 de febrero, cuajando en este último mes durante los dos primeros días de la nevada. Destacar también la temperatura media en la ciudad en el mes de enero, que fue de tan sólo 7.4ºC, el tercer mes más frío del período 1924-1997, junto con 1985 y 1963 que registraron igual temperatura media mensual.

25 Según los datos de la Serie Climatológica de Reinosa de Francisco Hernández, la nieve alcanzó un espesor acumulado superior a los 2 metros durante el año 1935, cayendo la mayor parte de ellos en los meses de enero y febrero. Además las temperaturas medias de aquellos dos meses fueron 1.6ºC y1.2ºC respectivamente para enero y para febrero, siendo estas temperaturas muy bajas si tenemos en cuenta que en el período 1913-1975 la media de estos dos meses fue de 2.6ºC y 3.4º C. Los días de nieve registrados fueron 16 para enero y 7 para febrero, casi todos ellos seguidos, lo cual acentuó aún más la sensación de duro invierno de aquel período. Las mínimas absolutas alcanzaron los -14.6 y 14.0ºC respectivamente, cifras también muy notables.

26 INOCENCIO FONT TULLOT, Clima de España y Portugal.

27 En Reinosa hubo 15 días de nieve, una de las cifras más altas para un mes de diciembre (la nevada tuvo que ser considerable pues la precipitación recogida llegó a los 240mm.), y la temperatura media fue de tan sólo 0.9ºC con una mínima absoluta de -13.2ºC. En Santander capital la media fue también inferior a la normal con tan sólo 8.4ºC e incluso hay registrado un día de nieve, el último del año.

28 Reinosa tuvo una temperatura media de 1.3ºC en febrero de 1938, pero lo más destacado son las fuertes heladas producidas a partir del día 15, llegaron a registrarse hasta -20.0ºC el día 18 de febrero, marca sólo superada por los -20.4ºC de febrero de 1963 y los -24.6ºC de enero de 1971.

29 En la ciudad va a nevar los días 2, 3, 4 y 5 de enero y los días 10 y 11 después de un breve interregno, sin embargo, la nieve sólo llegó a cuajar el día 11. Lo que es más importante es la mínima absoluta que se registró en Santander durante este mes de enero, fueron los -2.6ºC que fue la temperatura más baja registrada en un mes de enero en la capital cántabra durante el siglo pasado, siempre considerando que los registros se iniciaron en 1924.

30 En la capital campurriana se registraron 16 días con precipitación de nieve, siendo la temperatura media del mes de tan sólo 0.6ºC y la cantidad recogida de precipitación fue de 311 mm. Lo que nos indica la importante nevada que hubo de registrarse durante este mes de enero. Los registros de Francisco Hernández dan para aquel año una altura acumulada de nieve de casi 3 metros, buena parte de este espesor cayó durante este mes de enero.

31 El año anterior a esta gran nevada de 1945 se produjo un importante temporal de nieve durante el mes de febrero de 1944. Nevó en aquella ocasión durante 5 jornadas en la capital de la provincia, fueron los días 19, 21, 22, 23 y 24, llegando a cuajar el día 23. La temperatura media de Santander fue de 6.6ºC, siendo el cuarto mes de febrero más frío de la pasada centuria, superado tan sólo por 1956, 1932 y 1942. En Reinosa la precipitación mensual fue de 270 mm sólo superada por febrero de 1931 y 1956; a ello hemos de juntar los 18 días de nieve que se registraron en la capital campurriana, por debajo tan solo de los 20 días de febrero de 1930 y los 19 del célebre mes de febrero de 1956; luego la temperatura media del mes fue de 0.6ºC, de las más bajas del siglo, por encima tan sólo del récord de febrero de 1956, de los fríos inviernos de 1932 y 1942 y de los célebres temporales de febrero de 1953 y 1954; con una mínima absoluta de -18.8ºC el día 23, también de las más bajas de la serie. Todo ello dio como resultado un importante temporal de nieve, con alturas superiores al metro en toda la comarca reinosana y en general en toda la zona alta de la región. Además este temporal se dio después de un mes de enero de los más secos que se recuerdan, en concreto en Reinosa sólo cayeron 2.2 mm en todo el mes, siendo el menos lluvioso de la serie, ocurrió algo similar en Santander, con tan sólo 4.7 mm llevándose el récord de baja pluviosidad junto con enero de 1993 que registró exacta precipitación.

32 Reinosa tuvo una temperatura media del mes de –1.4 ºC, la más baja de la serie para un mes de enero, llegando la mínima el día 13 a los –16.8 ºC y helando todos los días del mes; comenzó a nevar el día 4 y para el día 12 aún continuaba la nevada de forma casi ininterrumpida, Francisco Hernández evaluaba el espesor de la nieve en 1,6 metros acumulándose aún más en los días siguientes y aproximándose la altura máxima a los 2 metros, no desapareciendo la nieve hasta el día 12 de febrero. Aquel mes nevó en Reinosa un total de 22 días lo que supone el récord de días con precipitación de nieve en la ciudad campurriana, a ello hay que agregar que la precipitación recogida fueron nada más y nada menos que 332 mm., lo que nos da una idea de la tremenda nevada que se abatió sobre la capital de Campoo. Para el caso de Santander la temperatura media fue de 6.2 ºC, siendo como en Reinosa la más baja registrada en un mes de enero (tener en cuenta que la media para 1930-60 es de 9.3ºC). La precipitación recogida fue de 236 mm, una cifra muy elevada si se considera que buena parte de esa precipitación fue en forma de nieve o grandes granizadas, así nevó en Santander los días 5, 8, 10, 12 y 13, llegando a cubrir la nieve el suelo el último de estos días. El granizo hizo acto de presencia un total de 7 días.

33 Mínimas absolutas para un mes de enero se produjeron en Ávila –20.4 ºC, Cuenca –18.6 ºC, León –17.4 ºC, Madrid (aeropuerto) –15.2 ºC.

34 El mes de diciembre de 1944 tuvo una media de 1.8ºC y nevó 7 días, fue seguramente un mes bastante crudo aunque nada comparable a lo que esperaba en el siguiente, todo ello nos permite darnos una idea de lo duros y largos que eran aquellos inviernos, con semanas y meses de duras condiciones meteorológicas.

35 Durante esta ola de frío nevó en Santander un total de 5 días, en concreto los días 24, 25, 26, 27 y 29, cuajando la nieve de forma intermitente durante estas jornadas.

36 Registró una temperatura media de 1.3ºC y una mínima absoluta de -16.4ºC. Fue un mes moderadamente frío y con un período muy frío a partir del día 20 aproximadamente, sin embargo la nevada no fue demasiado copiosa ni prolongada en el tiempo (sólo nevó 7 días).

Continuará...

Esta entrada se publicó en Reportajes en 23 Sep 2005 por Francisco Martín León