Lo bueno, lo malo y las algas

Las algas son complejas. Estas pequeñas plantas pueden ser buenas y malas a la vez. 

Las algas de una sola célula, llamadas fitoplancton, son una de las principales fuentes de alimento para los peces y también para otras formas de vida acuática, y representan la mitad de la actividad fotosintética en la Tierra; eso es lo bueno. Con el patrocinio de la NASA, la EPA ha desarrollado una aplicación para rastrear algas que pueden amenazar el suministro de agua dulce.

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Pero ciertas variedades, como algunas cianobacterias, producen toxinas que pueden dañar a los seres humanos, a los peces y a otros animales. Bajo determinadas condiciones, las poblaciones de algas pueden crecer explosivamente; este es un espectáculo conocido como floración de las algas, el cual puede abarcar cientos de kilómetros cuadrados. Por ejemplo, en agosto de 2014, una proliferación de cianobacterias, en el lago Erie, hizo que los funcionarios de Toledo, en Ohio, prohibieran el uso del agua potable que consumían más de 400.000 residentes.

En Estados Unidos solamente, la degradación del agua dulce debido a las algas “malas” le cuesta a la economía alrededor de 64 millones de dólares por año.

La NASA, la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (U.S. Environmental Protection Agency o EPA, por su acrónimo en idioma inglés), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration o NOAA, por su acrónimo en idioma inglés) y el Servicio Geológico de Estados Unidos (U.S. Geological Survey, en idioma inglés) están haciendo algo al respecto. Durante mucho tiempo, la NASA ha utilizado satélites de observación de la Tierra con el fin de localizar proliferaciones de floraciones de algas en el océano. Pero ahora, estos exclusivos datos satelitales se producirán rutinariamente para ayudar a los encargados de controlar la calidad del agua en Estados Unidos a monitorizar nuestra agua dulce. Dichas personas pronto, con solo tomar sus teléfonos celulares, tendrán una respuesta a la pregunta: “¿Cómo está el agua?”.

Los cuatro organismos mencionados están trabajando en un proyecto conjunto, patrocinado por la NASA, con el fin de transformar los datos proporcionados por los satélites en un indicador de proliferaciones de cianobacterias en nuestro suministro de agua. Los datos se cargarán en una aplicación Android de un teléfono inteligente de la EPA para que los encargados de medio ambiente puedan dar un vistazo a las condiciones que imperan en una masa de agua específica.

“Con nuestra aplicación, puedes ver la calidad del agua en la escala de Estados Unidos y puedes concentrarte para obtener datos casi en tiempo real de un lago local”, explica Blake Schaeffer, quien es el principal investigador del proyecto en la EPA. “Cuando comencemos a introducir estos datos en aplicaciones de teléfonos inteligentes, habremos logrado algo que nunca se ha hecho: proporcionar datos satelitales sobre la calidad del agua del mismo modo que lo hacemos con los datos sobre las condiciones meteorológicas. La gente podrá consultar sobre la ‘floración de las algas’ de la misma manera en que consulta la temperatura”.

Y así es cómo funciona:

Una especie dañina de cianobacteria produce clorofila y emite luz fluorescente en varios puntos de su ciclo vital. El satélite Landsat y el Espectrorradiómetro de Imagen de Resolución Moderada (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer o MODIS, por su acrónimo en idioma inglés), de la NASA, pueden detectar estas señales de “color en el océano”, las cuales revelan la ubicación y la cantidad de cianobacterias. El equipo del proyecto reunirá estos datos sobre las masas de agua dulce y los convertirá a un formato al que se pueda acceder a través de portales en la web y a través de la aplicación móvil de la EPA. Además de utilizar el MODIS, los científicos extraerán datos de los satélites Sentinel-2 y Sentinel-3, de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency o ESA, por su acrónimo en idioma inglés).

Con una alerta precoz sobre el desarrollo de otra floración, los empleados de las plantas de tratamiento de agua podrán determinar mejor cuándo, dónde y cuánto se debe tratar el agua para conservarla inocua. Eso significa que se podrá evitar el tratamiento excesivo, innecesario y caro. Los datos también ayudarán para que los encargados de los parques alerten sobre condiciones peligrosas a los nadadores, a los navegantes y a otras personas que usan estos sitios con fines recreativos.

El administrador de la NASA, Charles Bolden, dice: “Estamos ansiosos por utilizar la experiencia de la NASA en el espacio y la exploración científica para proteger la salud y la seguridad pública”.

El proyecto también ayudará a los científicos a entender por qué se producen las proliferaciones de algas “malas”. Al comparar los datos sobre el color con los datos sobre el cambio en los materiales que recubren la superficie, ellos conocerán más sobre los factores ambientales que estimulan el crecimiento de las algas. El resultado: mejores pronósticos de floraciones. En consecuencia, sabremos cuándo una floración de algas es inocua o perjudicial.

Créditos

Autor: Dr. Tony Phillips
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Ángela Atadía de Borghetti
Editora en Español: Ángela Atadía de Borghetti
Formato: Ángela Atadía de Borghetti
30 junio 2015

Fuente: Ciencia NASA

Esta entrada se publicó en Noticias en 06 Jul 2015 por Francisco Martín León