Comportamiento preliminar del mes de febrero del 2004

Pablo de la Cruz Gandoy [[email protected]]. Introducción: Como continuación del análisis de las anomalías y desajustes termo-pluviométricos del mes de Enero que ya se publicó en la anterior RAM 19, se realiza seguidamente una explicación del comportamiento que tuvo febrero en el ámbito Europeo, a través de las mismas cartografías empleadas en el anterior artículo, es decir, las mostradas en la web de la NOAA.

Introducción

Como continuación del análisis de las anomalías y desajustes termo-pluviométricos del mes de Enero que ya se publicó en la anterior RAM 19, se realiza seguidamente una explicación del comportamiento que tuvo febrero en el ámbito Europeo, a través de las mismas cartografías empleadas en el anterior artículo, es decir, las mostradas en la web de la NOAA. Todas ellas gracias al trabajo sobre datos sin depurar del National Weather Service americano y en particular del Climate Prediction Center. A través de toda esta información plasmada en los mapas y de otras herramientas complementarias podemos hacernos una idea general del comportamiento preliminar del mes de Febrero en Europa.

Febrero del 2004

En primer lugar, se muestra el mapa de la precipitación recogida y después el de tanto por ciento de desfase respecto a la cantidad de precipitación normal. A bote pronto nos encontramos con una distribución bastante irregular de la precipitación y de difícil análisis, incertidumbre, que mediante el mapa de anomalías pluviométricas, disminuirá significativamente, representándonos zonas o regiones amplias de importante déficit (< 50% respecto a la media), véase gran parte de Suecia (también en Enero tuvo déficit), Francia, Grecia, mitad Norte de Portugal y mitad Sur de Italia. En cambio, en la mitad suroriental de la península Ibérica (fundamentalmente la zona de Catalunya y valle del Guadalquivir), mitad septentrional de Italia, gran parte de Polonia y Bielorrusia las precipitaciones excedieron el 200% de lo que se podría esperar en un mes de febrero.

Si realizamos un reanálisis de la circulación atmosférica que existió a lo largo del mes a través de los campos de presión atmosférica de los diferentes 29 días, día tras día, percibiremos primeramente una semana inicial de incursión cálida en todos los niveles sobre Europa Occidental y más amortiguada sobre la Europa Oriental. Esta advección de aire benigno se tradujo en numerosos récords de calor que fueron goteando durante varias jornadas por toda Francia, Benelux, Alemania y la cornisa cantábrica, con máximas de más de 20ºC en latitudes de 50º, toda una proeza para lo que es seguramente la semana más fría del invierno en muchas localidades europeas. Un ejemplo fue los 25-26ºC que tuvo de máxima Bilbao los días 5 y 6 de febrero. El golpe de calor vino acompañado por un potente anticiclón mediterráneo de casi 1040 hPa que, en la cuenca mediterránea y gran parte de la Península Ibérica, atenuó sensiblemente (mediante inversiones térmicas y nieblas costaneras) la magnitud de la advección en superficie. Esto se debió, según mi entender, a que al estar tan próximos de estas altas presiones, nos vimos inmiscuidos en una zona de calmas que no ayudó para nada a la mezcla entre la capa límite más próxima al suelo y la masa de aire cálida advectada más arriba, la cual resbalaría por un falso suelo frío. Fueron también significativas las nieblas interiores y los bancos de nubes bajas o nieblas de las zonas marítimas, que durante varios días nos privaron de disfrutar del astro rey, éstas últimas formadas por el enfriamiento-condensación en la base de la masa de aire cálida, por contacto con un mar frío, como es el Mediterráneo por estas fechas.

Figura1.- Precipitación total en Europa durante el febrero del 2004. Crédito: NOAA, NWS, CPC

Los días 8 y 9 toda esta anomalía cálida se fue truncando, ya que el anticiclón mediterráneo fue avanzando hacia el Norte y la circulación atmosférica fue progresivamente bajando su índice, lo cual establecería a la larga una situación de bloqueo casi de omega sobre la geografía europea. Esto resultó en una importante invasión siberiana a mediados de mes sobre la Europa Oriental y en especial sobre Grecia y Turquía. Se produjeron nevadas moderadas a nivel del mar, de unos 10-20 cm, que en el mapa se ven reflejadas como prácticamente el único episodio de precipitación en esa región. Mientras, el resto de países europeos disfrutábamos del estancamiento anticiclónico, las nieblas y las temperaturas normales de la época, sin ya esos 20ºC al mediodía, por encontrarnos en el flanco suroriental de las altas presiones.

Figura 2. - Desfase pluviométrico respecto a la media de febrero del 2004 en Europa (%).Crédito: NOAA, NWS, CPC

Lentamente, en las siguientes jornadas, la masa de aire frío que quedó estancada en toda Europa Oriental, remanente de la pasada ola de frío de Grecia y Turquía, fue entrando en retrogresión y avanzando progresivamente hacia el Oeste a través de humildes pulsaciones frías que fueron abriendo el camino. Como por ejemplo con la estética DANA que atravesó Francia de Norte a Sur y que desembocó en un respetable temporal de lluvia y nieve la noche del 16-17 de febrero en Catalunya, el cual participaría en aproximadamente en 1/3 de la precipitación reflejada en el mapa para la mencionada zona.

Figura 3. - Imagen NOAA-16 (2:58h UTC) en IR térmico (sensor AVHRR) de Europa occidental. Perfectamente visible la DANA productora de precipitaciones en Catalunya. Fuente: NOAA, University of Dundee.

A posteriori, los impulsos de aire frío se fueron haciendo más significativos, el anticiclón del mar de Norte confirmaba su razón de ser en esa zona e iba impulsando ondas frías acompañadas de ramales del chorro en 300hPa por su flanco septentrional. El día 20 la circulación atmosférica ya era sin ninguna duda retrógrada en toda Europa, con advección fría centroeuropea en el mar Cantábrico que convulsionó la ciclogénesis de Madeira y Golfo de Cádiz, en una bonita interacción entre masas de aire. Esta potente borrasca aportó la mayor parte de la lluvia que muestran los mapas en el valle del Guadalquivir y zona centro porque su presencia se prolongó varios días, “salvando el mes” en dichas zonas.

Figura 4. - Mapa sinóptico de superficie, línea continua en blanco), geopotencial de 500 hPa, línea discontinua, junto con isotermas a 500hPa, coloreada, del 20 de febrero. Retrogresión general del aire frío continental y perfecta interacción entre masa polar y tropical sobre la península Ibérica. Fuente: Reanálisis Global Forecast System americano, cortesía de wetterzentrale.

La presencia de esta depresión sobre latitudes tan bajas gestó una configuración sinóptica en toda nuestra zona y parte de Francia, que facilitó el aporte de advecciones térmicas negativas desde el Norte, las cuales se canalizaban con menor dificultad hacia latitudes bajas a lo largo de la costa atlántica. Poco a poco, los geopotenciales bajos y las isotermas negativas fueron avanzando hacia nuestra geografía, con lo que la circulación general terminó por adquirir tintes meridianos a partir del día 26, con una onda de gran amplitud que abarcaba casi totalmente nuestra área de estudio, es decir, casi toda Europa.

Figura5.- Temperatura media mensual del mes de febrero del 2004 en Europa. Crédito: NOAA, NWS, CPC.

La espectacular onda de Rossby quedó estacionaria más o menos en el mismo sitio hasta el final del mes, retroalimentándose por el Oeste gracias a ”sub-ondas” o pulsaciones frías que la mantenían casi inmóvil, otorgando abundantes y reiteradas precipitaciones sólidas en su zona anterior (Polonia, Bielorrusia) y un histórico temporal de frío y nieve en toda la fachada atlántica o zona posterior. La isoterma de –5ºC en el geopotencial de 850 hPa se mantuvo varios días cubriendo más del 50% del continente europeo y en ocasiones se observó la isoterma de –40ºC en 500 hPa por debajo del paralelo 45º. Y con esto llegaríamos al día 29, el último de febrero del 2004, inmersos en esta situación polar, con precipitaciones sólidas en lugares inusuales, con algunos casos de acumulaciones respetables y temperaturas bajas. No obstante se dice bajas pero sin exagerar ya que la abundante nubosidad y el carácter predominantemente advectivo de esos días dificultó la irradiación nocturna y el estancamiento del aire frío en niveles bajos. Fue en jornadas posteriores de principios de marzo cuando la imposición gradual del anticiclón incentivó los episodios de helada y unas temperaturas muy bajas a nivel del suelo, sobre todo para la época.

Figura6.- Anomalía térmica de febrero del 2004 respecto a la media. Crédito: NOAA, NWS, CPC.Si nos fijamos en los mapas térmicos, observamos una anomalía leve de signo cálido que predomina en casi toda Europa, con incidencia más acusada en Alemania, lo cual nos hace sospechar que en general tuvo más peso en el cómputo mensual la advección cálida de principios de mes, con los récords de calor batidos que lo atestiguan, que la fría de finales en donde como ya se ha dicho antes se sustentó en unas temperaturas máximas muy bajas pero unas mínimas cercanas a lo normal de la época, por la baja insolación diurna y la nubosidad de horas nocturnas (oscilación térmica diaria reducida). El valle del Ebro y zonas de la meseta Ibérica sufrieron temperaturas ligeramente inferiores a lo normal durante el mes de febrero, ya que el régimen anticiclónico de la primera mitad del mes formó un colchón de aire frío en superficie que ni la activa incursión sahariana de la primera semana logró romper, pasando ésta por encima. Entonces, estos lugares y valles no se inmutaron de la anomalía cálida tan pronunciada que afectó al resto de ámbitos geográficos, y la advección polar de la última semana por consiguiente tuvo un mayor peso específico en el balance global del mes que en otras regiones.

En cuanto a los análisis objetivos pluviométricos, es aparentemente inexplicable el déficit de precipitación de Francia y Suecia. Probablemente no se dieron las condiciones más favorables para la precipitación a pesar de haber a final de mes una situación sinóptica propicia. Con casi total seguridad, la dorsal anticiclónica que fue basculando hasta la última semana del mes por el mar del Norte fue vital a la hora de explicar las efímeras precipitaciones de Suecia. En cuanto a Francia, la advección cálida seca impulsada por esta misma dorsal durante los primeros días, junto con la advección también seca pero en este caso fría de días posteriores, impulsada por la circulación retrógrada, puede ser una pauta a seguir para una posible explicación a esta falta de lluvias (precipitaciones mensuales en general inferiores a 25l/m2). Dicha anomalía negativa de precipitación fue en ambos casos debido a que febrero suele comportarse como un mes húmedo en estos países (posible firma de una circulación zonal muy atenuada en términos medios a lo largo del mes, posible NAO-) y el presente no demostró serlo. De hecho, con los datos actuales del CDC, el mes de febrero se ha caracterizado por poseer una NAO moderadamente negativa en 500hPa. En el ámbito peninsular la lluvia apareció en la segunda parte del mes, y se observan dos máximos de precipitación en el mapa de desfase pluviométrico, el de Catalunya y el máximo del valle del Guadalquivir-zona centro. El primero provocado en su mayoría por la mencionada DANA del día 17 y las lluvias generales del jueves 26, ambas situaciones con viento de gregal (NE) en el campo sinóptico y del SE en el campo mesoescalar, este último el más cercano a la realidad y a las líneas de corriente; existió una notable convergencia mestral-tramuntana sobre Catalunya Central por dipolo orográfico en ambos episodios inestables. Respecto al segundo máximo, el del Guadalquivir, la profunda borrasca de los días 20 y 21(<990hPa) y las bajas presiones que imperaron durante el periodo de tiempo desde el 22 al 25 fueron evidentes responsables. La cornisa cantábrica pese a recoger cantidades notables de precipitación (50 a 100l/m2) no alcanzó la media pluviométrica del mes, cuyo valor es más considerable.

Fuentes de los datos: National Weather Service, Climate Prediction Center, Regional Climate Map

http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/regional_monitoring/europe.html

Nota de la RAM. Estas cartografías que mostramos son preliminares y están basadas aún en datos sin depurar pero nos pueden dar una idea a grandes rasgos de lo acontecido en el mes de febrero del 2004. Nos hemos centrado en los mapas de temperatura y precipitación suministrados por el National Weather Service americano y en particular por el Climate Prediction Center. Todos se refieren a la zona europea. Los datos de Canarias no están disponibles con suficiente calidad visual.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 03 Abr 2004 por Francisco Martín León