Notas sobre la meteorología de la Isla de La Palma

Fernando Bullón MiróObservador del Instituto Nacional de MeteorologíaPresidente de la Asociación Canaria de Meteorología, ACANMETAnte la celebración en La Palma del 4º Encuentro Nacional de Aficionado...

Fernando Bullón Miró

Observador del Instituto Nacional de Meteorología

Presidente de la Asociación Canaria de Meteorología, ACANMET

Ante la celebración en La Palma del 4º Encuentro Nacional de Aficionados a la Meteorología, la RAM publica estos meses previos diversos artículos referidos al tiempo en la “isla bonita”, que servirán de introducción para los que asistan al Encuentro.

En la RAM de Enero apareció el primero, sobre la Meteorología Popular. En éste se ofrece una visión general sobre la isla, y la enorme influencia que ejerce su imponente relieve a la hora de determinar la climatología y las condiciones del tiempo en cada zona de la isla.

El contenido de este artículo se corresponde además con el primer capítulo del libro “Las Nubes de La Palma” de próxima publicación por parte del INM, y que recogerá las fotos de la exposición fotográfica del mismo título.

LA PALMA: UN VOLCAN EN MEDIO DEL OCÉANO GENERADOR DE NUBES MUY PARTICULARES.

La isla canaria de La Palma, la más nor-occidental del archipiélago canario, se encuentra situada a 28º de latitud Norte y 17º de longitud Oeste.

Presenta unas condiciones geográficas y orográficas excepcionales. Por un lado, su posición oceánica y latitudinal, en el cinturón de altas presiones subtropicales, confieren a su cielo una limpieza y luminosidad extraordinarias, con un característico azul intenso durante el día y una excelente visión del firmamento en las horas nocturnas.

A esto se une la gran elevación de las cumbres palmeras, hasta los 2426 m en el Roque de los Muchachos en una superficie insular de tan sólo 704 km2, lo que la convierte en una de las islas más altas del mundo con relación a su superficie.

Esto ha hecho de La Palma una isla conocida por su idoneidad para las observaciones astronómicas, y ha motivado que en sus cumbres se asiente el mayor complejo astrofísico del Hemisferio Norte

También estas condiciones son causa de la variedad de microclimas insulares, que hacen de La Palma un verdadero continente en miniatura, resultando un territorio con gran variedad de paisajes y belleza, lo que le ha dado el sobrenombre de "La Isla Bonita".

En el ámbito estrictamente meteorológico las consecuencias son también evidentes, presentando La Palma un cielo único, en el que en ocasiones aparecen nubes de extrañas y caprichosas formas difíciles de ver en otros lugares del planeta, casi siempre bajo el especial azul del cielo canario.

De entre todas las nubes a que La Palma da lugar, aparte del casi omnipresente “mar de nubes”, sin duda las más vistosas y “fotogénicas” son las que se forman en el seno de las ondas de montaña.

En este sentido, la particularidad en La Palma es que si bien gracias a su elevada altitud da lugar a nubes para cuya formación se requiere un elevado relieve, al ser una isla oceánica, y por tanto sin más relieve alrededor, las nubes resultantes aparecen aisladas en el cielo. A esto se añade el que se trata de una isla de dimensiones relativamente pequeñas, por lo que también lo son las nubes que se forman si se comparan a las que se suelen formar sobre las cordilleras de las zonas continentales, que son de mucha mayor extensión para alcanzar la misma altura que las montañas de La Palma.

El resultado que se obtiene son nubes propias de alta montaña, pero en este caso más pequeñas y aisladas de cómo suelen aparecer sobre las cordilleras continentales

UN RELIEVE EXCEPCIONAL…

En el mapa se muestra la topografía de las Islas Canarias y la posición que ocupa La Palma en dicho archipiélago.

En la foto de satélite se puede observar la disposición del relieve insular. Se indican además la situación del Aeropuerto, la de Santa Cruz de La Palma y la de los principales sistemas montañosos de la isla.

El relieve adopta forma de interrogante, de manera que partiendo desde las costas de Fuencaliente, al Sur, encontramos primero la Cumbre Vieja, conformada por los volcanes más recientes, con diversas erupciones en los últimos siglos, dos de ellas en el siglo XX (volcanes de San Juan y Teneguía). Su altitud máxima se alcanza en el volcán de la Deseada, a 1.949 m. sobre el nivel del mar. A continuación, en dirección Norte, la cota desciende hasta la Cumbre Nueva, con una altura muy regular de en torno a 1.400 m a lo largo de unos 7 km. A partir de ahí el relieve vuelve a ascender rodeando el imponente circo de la Caldera de Taburiente hasta alcanzar el techo de la isla con los 2.426 m. del pico del Roque de los Muchachos y, curvándose hacia el Suroeste, la cota comienza a descender hasta las costas del municipio de Tazacorte.

…QUE DETERMINA EL CLIMA DE CADA ZONA

La influencia del relieve insular en la meteorología y climatología insular es enorme debido no sólo a la gran elevación de las cumbres, sino también a habitual presencia de humedad y nubosidad en las capas bajas, por su condición oceánica y estar situada en la zona de subsidencia del sector oriental de las altas presiones subtropicales (Anticiclón de las Azores).

Respecto a esto último, la habitual inversión térmica generada por la subsidencia que afecta a las Islas Canarias durante casi todo el año, se podría asimilar a como si hubiera una tropopausa a unos 1500-2000 m. lo que significa que la nubosidad y los fenómenos meteorológicos suele quedar confinados por debajo de esa altura muchos días al año, sin poder superar las elevadas cumbres palmeras, quedando las zonas mejor expuestas a los alisios cubiertas con nubosidad, mientras las zonas a sotavento permanecen con el cielo despejado.

Este hecho, referido a valores climatológicos medios, da lugar a la existencia de los conocidos “microclimas” de las Islas Canarias de mayor altura, que motivan la sorprendente variedad de paisajes, convirtiendo cada una de las islas en auténticos mini-continentes con ecosistemas muy diferentes situados a muy poca distancia.

Autor: Pablo Batista Marrero

Texto: Almendros en flor, y una "cascada de nubes" al fondo

Un ejemplo de esta disparidad en la precipitación de unas a otras zonas de la isla de La Palma lo podemos encontrar en los datos de precipitación acumulada durante el año 1994, en que hubo un predominio muy elevado de días con alisio, resultando extremadamente seco debido a la ausencia de perturbaciones atmosféricas importantes que visitasen la isla en todo el año. Pese a ello en la zona Nordeste, bien expuesta a los alisios, se acumularon 680 mm. Sin embargo, en las costas de Fuencaliente, al Sur de la isla, y en ese mismo año, se midieron tan sólo 18 mm. en todo el año.

Si a ello sumamos que la zona favorecida por el alisio y el mar de nubes se ve beneficiada también por la lluvia horizontal, que en ocasiones puede ser más cuantiosa que la vertical, las diferencias resultan aún mucho mayores.

NIEVE EN EL ROQUE Y DIA DE PLAYA EN LAS COSTAS

Pero no sólo a nivel de datos climatológicos medios o acumulados el relieve se hace notar.

En realidad, y tal vez sea esto lo más sorprendente de la meteorología palmera, el relieve implica que para cada perturbación atmosférica que afecta a la isla, los efectos concretos en unas y otras zonas de la isla serán muy diferentes, pudiéndose encontrar, para una situación meteorológica dada, una gran variedad de estados del tiempo en unas zonas y otras de la isla situadas a muy poca distancia.

Así, el paso de un frente frío puede dar lugar simultáneamente a que en unas zonas haya viento, en otras niebla, en otras lluvia, en otras cielo despejado, etc., según la exposición de cada una de ellas, y esas condiciones tan diferentes mantenerse durante horas o incluso jornadas completas.

Autor: Fernando Bullón Miró

Texto: En ocasiones, cuando los frentes fríos atraviesan la isla, las elevadas cumbres rompen la capa de nubosidad media lo que permite visualizar su grosor

El caso más extremo se da cuando está nevando en las cumbres, con temperaturas bajo cero, niebla y fuertes vientos, y al mismo tiempo haber personas disfrutando del sol, viento en calma y agradables temperaturas en la playa, a muy pocos kilómetros.

Así pues, y de la misma manera que en La Palma se puede elegir entre gran variedad de paisajes a muy poca distancia (pinares, espesos bosques de laurisilva, zonas volcánicas desérticas, zonas agrícolas habitadas, alta montaña, etc.), para cada situación meteorológica concreta se puede también “elegir” el tipo de tiempo que se desea disfrutar.

Todo ello en una isla de tan sólo 48 por 28 km de dimensiones máximas, y 704 km2 de superficie…

LAS PRECIPITACIONES MEDIAS

Las precipitaciones medias van aumentando desde la costa a medida que se va ascendiendo, con una coincidencia casi total de las curvas de nivel con las de igual precipitación anual (isoyetas).

A igual cota llueve más en los sectores orientados al Norte y al Este de la isla (expuestos al alisio), que al Sur y Oeste.

A partir de unos 1400 m de altitud la precipitación empieza a disminuir con la altura, ya que nos situamos por encima de la altura habitual del mar de nubes.

En las zonas del Nordeste de la isla, y a unos 1400 m. se alcanzan por tanto las mayores medias anuales, no sólo de la isla sino de todo el Archipiélago Canario, con cantidades en torno a 1400 mm.

Las mínimas las encontramos en las costas del Suroeste, donde la media queda en unos 200 mm anuales.

EL VIENTO

Otra variable meteorológica muy influenciada por el relieve es el viento. El flujo en niveles bajos que incide sobre la isla se ve alterado, y el viento real en un lugar concreto puede ser muy distinto del sinóptico. Los efectos del relieve sobre el viento pueden ser de apantallamiento, intensificación (por confluencia), atenuación (por difluencia) o cambio de dirección (al ser obligado el flujo a rodear horizontalmente el obstáculo montañoso).

Existen de esta manera zonas batidas por el viento la mayor parte de los días del año, y otras en las que este fenómeno es poco frecuente.

En cualquier caso, un relieve tan abrupto como el de La Palma tiene el efecto de que para cualquier flujo dado siempre habrá zonas donde se frene y otras donde se acelere notablemente. Esto significa que cuando las profundas borrascas atlánticas afectan a la isla, en alguna zona de ella los vientos serán muy superiores a los que cabría esperar si no hubiese relieve, produciéndose en ocasiones la paradoja de que mientras algunas zonas de la isla se ve afectada por vientos huracanados que provocan graves destrozos en la agricultura y en las infraestructuras, otras áreas muy cercanas han permanecido en calma durante todo el paso de la perturbación, gracias a las mismas cumbres que provocaban la aceleración del flujo en la zona contigua.

Autor: Tomás Díaz Hernández

Texto: La fotografía muestra los cultivos de plátano del Norte de la isla afectados por el vendaval de 16 de Diciembre de 2002. Al mismo tiempo, en las zonas situadas más alo Sur a pocos kilómetros, el viento permanecía en calma.

Y LAS TEMPERATURAS

En relación a las temperaturas, en las costas quedan muy atenuadas por el océano, siendo permanentemente suaves, en torno a 21º y con escasa oscilación térmica anual y diurna. Esto unido a la escasez de precipitaciones en general en las zonas costeras, da al clima canario el tópico de la “eterna primavera”, y a las Islas Canarias en general el de las “Islas Afortunadas”.

En las zonas interiores elevadas y especialmente en las cumbres, las variaciones térmicas son muy acusadas, más propias de zonas continentales, registrándose temperaturas negativas durante el invierno en las cumbres más elevadas de la isla.

CONCLUSIONES

La isla de La Palma constituye un magnífico laboratorio para el estudio de la influencia del relieve en las variables meteorológicas, muy especialmente de cómo se ven alterados los flujos de viento a distintos niveles por una gran elevación montañosa.

Esto es así debido al tamaño y a la posición geográfica de la isla, libre de accidentes geográficos en muchos kilómetros hacia los sectores de donde suelen proceder las masas de aire que la visitan, por lo que llegan poco perturbadas tras haber recorrido muchos kilómetros por el océano libre. A esto se une un relieve excepcional que la convierte en una de las islas más altas del mundo en proporción a su superficie.

Son también sus excepcionales condiciones las que dan lugar en ocasiones lugar a la formación de nubes singulares como las que se muestran en la exposición “Las Nubes de La Palma” que se puede visitar en la sección de Divulgación (La Ciencia Meteorológica) de la web del Instituto Nacional de Meteorología, www.inm.es, y más concretamente en:

http://www.inm.es/web/sup/ciencia/divulga/nubes/nubes.html

Esta entrada se publicó en Reportajes en 01 Feb 2004 por Francisco Martín León