La rissaga

Con el nombre menorquín de “rissaga” se conoce a un curioso fenómeno que se produce en algunas calas y puertos de las islas Baleares, consistente en oscilaciones extraordinarias del nivel del mar que pueden alcanzar los 2 metros de amplitud en periodos de 10 minutos.

Jorge González Márquez, “stormwatch”, [email protected]
Centro Meteorológico Territorial en Illes Balears

Artículo de octubre de 2003. Recuperado en julio de 2011.

Introducción

Con el nombre menorquín de “rissaga” (resaca podría traducirse en castellano) se conoce a un curioso fenómeno que se produce en algunas calas y puertos de las islas Baleares (España), consistente en oscilaciones extraordinarias del nivel del mar que pueden alcanzar los 2 metros de amplitud en periodos de 10 minutos. Aunque el fenómeno no es exclusivo de este archipiélago, aquí nos referiremos únicamente al caso de estas islas, y en concreto, a lo que ocurre en el puerto de Ciutadella, localidad situada en el extremo noroeste de la isla de Menorca.

El fenómeno de la rissaga se manifiesta como un descenso repentino del nivel del agua del puerto, que llega a quedar vacío en cuestión de minutos en las zonas de menor profundidad. Como consecuencia de ello, las barcas de pescadores llegan a tocar fondo y muchos peces mueren por asfixia. Otras zonas del puerto no quedan totalmente vacías pero sí se aprecia en ellas un descenso del nivel del agua que obliga a quedar varadas a numerosas embarcaciones.

Transcurridos unos minutos, el agua vuelve repentinamente de nuevo al puerto y ello provoca el arrastre de las embarcaciones, que son golpeadas entre sí o contra los muelles, hundiéndose muchas de ellas y ocasionando grandes daños en general. Además, la repentina avalancha de agua origina inundaciones en zonas próximas al puerto, afectando a vehículos aparcados y edificios.

El fenómeno puede repetirse cíclicamente durante horas, pudiendo surgir de nuevo en el mismo día o en días sucesivos después de un periodo de calma.

Fig.1.1 : Efectos de una rissaga en el puerto de Ciutadella. Oscilaciones extremas del nivel del agua.
Fig.1.1 : Efectos de una rissaga en el puerto de Ciutadella. Oscilaciones extremas del nivel del agua.
Fig.1.2 : Efectos de una rissaga en el puerto de Ciutadella. Oscilaciones extremas del nivel del agua.
Fig.1.2 : Efectos de una rissaga en el puerto de Ciutadella. Oscilaciones extremas del nivel del agua.

Causas y antecedentes de las rissagas

Las rissagas en el puerto de Ciutadella se conocen desde hace tiempo. Hay referencias del siglo XV que hablan de hundimientos de barcos en el puerto a causa de mareas extraordinarias y repentinas (hay que tener en cuenta que la amplitud de la marea astronómica en el Mediterráneo es del orden de 20 centímetros en un periodo de varias horas, mientras que la rissaga puede originar amplitudes de más de 2 metros en periodos de 10 minutos).

La causa de las rissagas sin embargo no se ha conocido bien hasta épocas recientes. Durante mucho tiempo se pensaba que el origen podría ser astronómico, es decir, se trataría de un fenómeno similar a la marea ordinaria pero amplificada por alguna causa desconocida. También se apuntaba la posibilidad de un origen sísmico, a causa de terremotos submarinos que generarían ondas que se amplificarían al llegar al puerto, pero todas estas hipótesis no explicaban por qué se daba el fenómeno con tanta frecuencia en este puerto y no en otros.

Pero la verdadera causa no fue expuesta hasta 1934 tras los estudios de Fontseré(ver RAM nº12) sobre oscilaciones extraordinarias del nivel del mar (seiches) en el puerto de Barcelona. También Hodzic en 1979 se expresará en términos parecidos al estudiar oscilaciones similares en calas del mar Adriático. Ambos autores sugieren que la causa del fenómeno es atmosférica, pues las oscilaciones bruscas del nivel del mar siempre van asociadas a oscilaciones bruscas de la presión atmosférica.

En el caso de las islas Baleares, la interacción entre la atmósfera y el mar como causa de la rissaga fue tratada por primera vez en 1979 por Jansá y Ramis, desarrollando un modelo matemático para su estudio. Estos autores apuntan como novedad, la posible influencia de ondas gravitatorias generadas en niveles medios de la troposfera por efecto de la cizalladura del viento como causa de las oscilaciones de presión atmosférica en la superficie.

Condiciones atmosféricas favorables

Los trabajos llevados a cabo por Jansá, Ramis, Alonso, Tintoré, Gomis y otros, a partir de 1986 ponen de manifiesto claramente los mecanismos que originan las rissagas y cómo se produce la interacción entre la atmósfera y el mar.

Observan que hay tres condiciones atmosféricas que favorecen la aparición de las mismas:

  • En niveles medios y altos de la troposfera debe haber vientos fuertes, casi siempre del suroeste, por delante de una profunda vaguada que afecta a la península Ibérica. En el flujo de aire debe haber diferencias importantes de velocidad entre unas zonas y otras (cizalladura).
  • En niveles bajos, al nivel de 850 hPa (1500 m) debe haber una masa de aire muy cálida y por tanto, una fuerte inversión de temperatura entre este nivel y el aire sobre la superficie del mar, algo más frío.
  • En superficie hay flujo débil o moderado de componente este.

Esta última condición se ha comprobado recientemente que no es necesaria, pues alguna vez se ha observado rissaga con vientos del sur o suroeste en superficie. Lo que ocurre es que el esquema de circulación atmosférica basado en el asentamiento de una masa cálida sobre el Mediterráneo suele coincidir con la aparición de un área de bajas presiones al norte de Argelia, que impulsa vientos del este o sureste sobre Baleares.

Quien conozca bien la meteorología mediterránea verá enseguida que estas condiciones atmosféricas son casi exclusivas del semestre cálido del año, y de hecho, las rissagas sólo se producen en el periodo comprendido entre abril y octubre, no habiendo referencias de casos en otros meses.

Generación y propagación de las ondas de presión

Como se ha dicho anteriormente, una de las claves para la aparición de la rissaga es la generación de ondas gravitatorias en el seno de una corriente de vientos fuertes en niveles medios y altos de la troposfera. El origen de estas ondas puede explicarse por un efecto parecido a lo que vemos en una corriente de agua que discurre por una acequia o un arroyo. El agua que circula por el centro sufre menos rozamiento que la que discurre por los bordes o las cercanías del fondo, de manera que tiende a alcanzar enseguida mayor velocidad. Al ir más deprisa que el agua de los alrededores, se encuentra con un vacío y tiende a descender, formándose remolinos y borbotones. En el caso de los chorros de viento en la atmósfera que presentan diferencias de velocidad entre el interior y los bordes se generan también estos ascensos y descensos bruscos de aire, que pueden abarcar varios kilómetros en la vertical. En principio, este hecho no tiene por qué traducirse en efectos sobre la superficie terrestre, pero si se da la circunstancia de que en las capas bajas de la atmósfera hay una marcada inversión de temperatura, es decir, una capa horizontal que separa un aire relativamente frío y denso de otro más cálido situado por encima (a unos 1000 m aproximadamente), las corrientes de descenso de aire de la troposfera media pueden hacer oscilar a la inversión, con lo cual, el aire cercano al suelo se ve sometido a mayor o menor peso cíclicamente, traduciéndose ello en variaciones bruscas de la presión atmosférica (del orden de 1 o 2 hPa). Hay que señalar la importancia de que exista esta capa de inversión o de gran estabilidad ya que, de no ser así, las ondas de presión generadas en la troposfera media llegarían muy amortiguadas y distorsionadas a la superficie (en caso de que llegasen) y no habría oscilaciones de presión pues el aire se mezclaría más fácilmente al ser más homogéneo. También hay que destacar que todo este proceso será más acentuado cuanto mayor sea la inestabilidad del aire en niveles medios de la atmósfera (pues favorecerá los movimientos verticales), y cuanto mayor sea la estabilidad de las capas de aire cercanas al suelo.

Configuración del puerto y oscilación libre.

Por lo que se ha visto hasta ahora no parece haber justificación para que se den oscilaciones del nivel del mar de la magnitud que suponen las rissagas, sin embargo, la configuración física del puerto parece ser la clave para terminar de explicar este peculiar fenómeno.

El puerto de Ciutadella ocupa una cala natural de aproximadamente 1 km de longitud, 50 m de anchura y 5 m de profundidad media, y está orientado de suroeste a nordeste, partiendo de la bocana del mismo. Entre la cala y el mar abierto hay un talud donde aumenta rápidamente la profundidad.

Según demuestran los autores referidos anteriormente, esta configuración supone que la oscilación libre del agua en el puerto de Ciutadella tiene un periodo de aproximadamente 10 minutos. Se entiende por periodo de oscilación libre del puerto al tiempo que transcurre entre dos momentos de máxima(o mínima) altura del agua ante algún estímulo recibido en la bocana del mismo, al igual que ocurriría con las ondas que se forman en el agua de un estanque donde arrojamos un objeto.

Resonancia entre ondas de presión y oscilación en el puerto.

Un aumento en la presión atmosférica lógicamente tiende a producir un descenso en el nivel del agua del mar (cualquiera puede observar cómo en periodos de tiempo anticiclónico el nivel del mar suele estar por debajo de su nivel habitual, siempre y cuando no haya otros factores de mayor importancia). Las subidas bruscas de presión atmosférica generadas por las ondas gravitatorias lógicamente producen también este efecto, aunque tiende a verse compensado rápidamente con las bajadas de presión que hay a continuación, por lo que el nivel del mar apenas sufre variaciones. Sin embargo, si los aumentos cíclicos de la presión atmosférica coinciden con los momentos en los que el agua sobre el puerto está en su mínimo nivel a causa de su oscilación normal, es decir, si hay resonancia entre ambas oscilaciones, las variaciones del nivel del agua del puerto pueden ser cada vez de mayor amplitud, pudiendo alcanzar la magnitud extraordinaria característica de las rissagas (ver Figura 2).

Por tanto, para que se dé el fenómeno de la rissaga no es tan importante que haya variaciones grandes de la presión atmosférica sino que estas variaciones se produzcan con una frecuencia similar a la oscilación normal del puerto.

Además, debe haber resonancia entre ambas oscilaciones, pues lógicamente podría darse el caso en que a pesar de ser oscilaciones del mismo periodo, ambas no entrasen en resonancia, es decir, que los máximos de presión atmosférica no coincidan con mínimos de altura del agua. En esta caso no habría amplificación indefinida de las oscilaciones del agua sino amortiguación.

Fig. 2: Oscilaciones de la capa de inversión y efectos sobre el nivel del agua
Fig. 2. Oscilaciones de la capa de inversión y efecto sobre el nivel del agua. En la parte de la izquierda la capa de aire más frío y pesado(en blanco) por debajo de la inversión ocupa menos espesor vertical, por lo que la superficie del mar soporta menos peso de aire y la presión disminuye. En la parte de la derecha hay mayor volumen de aire frío y denso en la vertical mientras que el aire cálido y más ligero (en rojo) ocupa poca extensión, por lo que aumenta la presión en superficie y baja el nivel del agua.

Tiempo asociado a las situaciones de rissaga.

Una cuestión importante a tener en cuenta en lo referente a las rissagas es el tiempo atmosférico que caracteriza a estas situaciones, y que como veremos más adelante tiene gran relevancia a la hora de predecir el fenómeno.

En los días en los que se producen las rissagas el cielo suele permanecer cubierto por capas de altostratos densos y opacos, frecuentemente con zonas mamatiformes y con virgas, delatando claramente la existencia de movimientos verticales de aire en la troposfera media. Es raro que haya nubosidad por debajo, pero sí es característico que el cielo esté muy turbio y amarillento debido a la calima, que aparece a causa del polvo arrastrado desde el continente africano por los fuertes vientos de niveles medios. En otras ocasiones solo hay nubes dispersas, normalmente altocúmulos castellanos en los que no faltan tampoco las virgas y mamas que denotan igualmente movimientos verticales importantes.

A veces, la nubosidad produce precipitaciones débiles, casi siempre acompañadas de barro, y en ocasiones puede haber también algo de actividad tormentosa (siempre débil), cuando alguna corriente vertical ascendente dentro del chorro origina pequeños cumulonimbos que pasan rápidamente (no hay que olvidar que se hallan inmersos en un chorro de viento. (Ver figura 3).

Fig. 3: Nubosidad convectiva que arranca de niveles medios de la troposfera
Figura 3 : Nubosidad convectiva que arranca de niveles medios de la troposfera, delatando la existencia de ondas gravitatorias que pueden originar la rissaga. Palma de Mallorca, 11-julio-2002.

Otro fenómeno interesante que puede aparecer en estas situaciones es el reventón cálido, caracterizados por una subida repentina de la temperatura acompañada de ráfagas de viento y bajada de la humedad. Puede darse el caso de que la temperatura suba en cuestión de minutos desde 25° C hasta 40° C, tanto si es de día como de noche, y tras media hora de viento cálido y seco volver de nuevo al valor inicial. La explicación es que el aire cálido por encima de la inversión (ver figura 2) puede en ocasiones alcanzar la superficie si las oscilaciones originadas por las ondas gravitatorias son importantes. En este caso, el aire de arriba (más cálido potencialmente que el de la superficie) se recalienta más aún debido al descenso, dando lugar a estas subidas insólitas de temperatura que tanto han atemorizado a la población durante siglos.

Predicción y seguimiento de la rissaga.

El Instituto Nacional de Meteorología, a través de su centro meteorológico de Baleares, cuenta entre sus cometidos con la predicción del fenómeno de la rissaga, tratando con ello de alertar a la población para evitar los daños que pueda ocasionar. La predicción consta de dos partes:

La primera parte consiste en identificar con dos o tres días de antelación las situaciones atmosféricas sinópticas que pueden ser favorables para la aparición de rissaga, es decir, prever la existencia de chorros del suroeste en la troposfera media en un entorno inestable junto con fuertes inversiones de temperatura en capas bajas.

La segunda parte del proceso consiste en seguir la evolución de la situación, una vez comprobado que se están dando las condiciones óptimas para que aparezca el fenómeno. La vigilancia se centra en seguir las evoluciones de la presión atmosférica, y especialmente sus fluctuaciones y el periodo de ocurrencia. Todo ello se complementa con la observación directa de la nubosidad y de las imágenes de satélite, que permiten detectar si hay trenes de ondas gravitatorias, caracterizados por ser nubosidad convectiva que forma rodillos perpendiculares al chorro. Puede comprobarse fácilmente que el paso de cada uno de estos rodillos de nubosidad convectiva coincide con variaciones bruscas de la presión. Precisamente por ello, y dado que la localidad de Ciutadella se encuentra a algo más de 100 km al nordeste del centro meteorológico donde se vigila la presión (ubicado en Palma de Mallorca), se puede prever con más de una hora de anticipación la llegada de fluctuaciones de presión al puerto de Ciutadella, posibles desencadenantes de la rissaga, y dar el aviso correspondiente a las autoridades.

(Las ondas gravitatorias viajan a una velocidad de unos 70-80 km/h).

Figura 4 : Nubosidad asociada al chorro del SW en el seno del cual pueden surgir ondas gravitatorias.
Figura 4 : Nubosidad asociada al chorro del SW en el seno del cual pueden surgir ondas gravitatorias.

Frecuencia de aparición

Si consideramos fluctuaciones del nivel del mar inferiores a 50 cm, es difícil discriminar si la causa es una rissaga u otro fenómeno. Para fluctuaciones mayores, casi siempre se trata de rissagas. En el puerto de Ciutadella, este fenómeno se produce alrededor de 10 veces al año. Pero las oscilaciones realmente catastróficas (más de un metro y medio) se producen cada varios años. En los últimos 30 años, quizás el caso más grave fue el de la madrugada del 20 al 21 de junio de 1984, que ha dado lugar a numerosos estudios y que fue muy llamativo además pues afectó a la localidad en plenas fiestas de San Juan. También hay otros casos importantes documentados como el del 7 de julio de 1988, primero en el que se pudieron realizar medidas muy precisas gracias a la implantación de mareógrafos, etc.

Por último, decir que el fenómeno no es exclusivo de este puerto aunque es donde más ha sido estudiado. En el puerto y la bahía de Palma de Mallorca también hubo una pequeña rissaga (ver Figura 5) hace algunos años, y que pudo ser estudiada en su momento gracias a las observaciones del barógrafo y a los datos del mareógrafo que amablemente suministró el Centro Oceanográfico de Baleares. En esta bahía, el periodo de oscilación natural es de unos 30 minutos, que coincide en este caso con el periodo de las variaciones de presión atmosférica que se observaron.

Figura 5 : Efectos de una rissaga en el puerto de Palma de Mallorca, al lado del Real Club Náutico, el 23 de julio de 1997.
Figura 5 : Efectos de una rissaga en el puerto de Palma de Mallorca, al lado del Real Club Náutico, el 23 de julio de 1997.

Resumen y conclusiones

Como resumen podemos decir que quizás por casualidad, el puerto de la localidad de Ciutadella reúne una serie de condiciones que lo convierten en un escenario ideal para que se produzcan oscilaciones extraordinarias del nivel del mar a causa del “oleaje” atmosférico, siendo un caso poco frecuente a nivel mundial.

  • Gracias a los trabajos realizados en los últimos años se han podido determinar las causas de este fenómeno y así abordar su previsión.
  • Se ha pensado en realizar obras en el puerto para evitar las consecuencias de las rissagas, pero evidentemente su coste es muy elevado y además posiblemente sólo se conseguiría variar el periodo de oscilación libre del mismo. Mientras tanto, supone un menor coste contar con un adecuado servicio de predicción de las rissagas.

Bibliografía y referencias

  • ALONSO, S. –TINTORÉ, J. –GOMIS, D. –BLADÉ, I. (1989), Oscilaciones del nivel del mar de gran amplitud y ondas de talud en el Mediterráneo Occidental. Revista de Geofísica.
  • FONTSERÉ, E. (1934), Les “seixes” de la costa catalana. Servei Meteorológic de Catalunya. Notes d’Estudi nº58.
  • HODZIC, M., (1979), Exceptional oscillations in the bay of Vela and Luka and Meteorological situation on the Adriatic. International School of Meteorology of the Mediterranean I Course, Italia.
  • JANSÁ, A. (1986), Respuesta marina a perturbaciones mesometeorológicas: la “rissaga” de 21 de junio de 1984 en Ciutadella (Menorca). Revista de Meteorología, Junio, pp 5-29.
  • JANSÁ, A. – RAMIS, C. (1987), Observació remota de núvols en casos de “rissaga”. Situación meteorológica a escala sinóptica y a mesoscala simultánea a las Rissagues. Jornadas “Les rissagues de Ciutadella i altres oscil.lacions de nivell de la mar de gran amplitud a la Mediterrània”. Institut Menorquí d’Estudis. Menorca (I Jornades).
  • MONSERRAT, S. – RAMIS, C (1989), Estabilidad dinámica de un modelo de tres capas para ondas gravitatorias troposféricas. Anales de Física. Serie A (En prensa).
  • RAMIS, C. – JANSÁ, A. (1983), Condiciones meteorológicas simultáneas a la aparición de oscilaciones del nivel del mar de amplitud extraordinaria en el Mediterráneo occidental. Revista de Geofísica., 39, pp 35-42.
  • JANSÁ, A. – JANSÁ, X. (1979), Enciclopedia de Menorca. Oceanografía. Obra Cultural Balear. Menorca.
  • BALLESTER, M. – JANSÁ, A. – RAMIS, C. (1982), Ondas cortas atmosféricas con interacciones aire-mar en el Mediterráneo. Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Fis. y Nat. de Madrid. Tomo LXXVI, cuaderno 3, pp 692-698.

Enlaces sobre el tema

  • https://www.inm.es/cmt/palm/html/rissagas.htm
  • https://www.uib.es/premsa/febrer02/dia-18/453871.htm
  • https://www.uib.es/premsa/febrer02/dia-19/454231.htm
  • https://www.webime.org/publicacions/fitxes/rissagues.htm
  • https://www.imedea.uib.es/natural/goi/oceanography/html/research/Projects/WEB_rissagues/Rissagues/

Figuras

  • Las fotografías de la figura 1 han sido obtenidas de la publicación “Les Rissagues de Ciutadella i altres oscillacions de nivell de la mar de gran amplitud a la Mediterrània”. Universitat de les Illes Balears. Institut Menorquí d’Estudis.
  • Las figuras 2 y 4 proceden de la dirección de internet señalada en primer lugar.
  • La fotografía de la figura 3 es del autor de este artículo.
  • La fotografía de la figura 5 fue cedida por Jaume Morell Sitjar.

Agradecimientos. Se agradece la colaboración prestada por Agustín Jansá Clar para la elaboración de este artículo.

Anexo

Situación sinóptica de la rissaga del 4 de junio del 2002

Presentamos los mapas de altura y superficie de una situación de rissaga de la fecha indicada como ejemplo ilustrativo así como la imagen IR del Meteosat a las 12 UTC.

Imagen IR de Meteosat a las 12 UTC (14 locales) del día 4
Imagen IR de Meteosat a las 12 UTC (14 locales) del día 4
Mapas de altura (500 hPa), niveles bajos (850 hPa) y superficie del día 4 de junio del 2002 a las 12 UTC
Mapas de altura (500 hPa), niveles bajos (850 hPa) y superficie del día 4 de junio del 2002 a las 12 UTC, según el modelo MASS, fuente SMC.
Mapa de superficie y frentes de la Met Office a las 00 UTC del 4 de junio del 2002

Imágenes obtenidas del archivo de Infomet

Esta entrada se publicó en Reportajes en 03 Jul 2011 por Francisco Martín León